Florencia, Italia – Junio de 1990
El mundo celebraba el Mundial de Italia, pero Pablo Lombardi no podía pensar en fiesta. Había despertado ese día en una habitación desconocida, con carteles de Roberto Baggio y Maradona en las paredes. Un vistazo al calendario lo dejó helado: 25 de junio de 1990.
—¿Cómo es posible? —murmuró, palpando su rostro más joven en el espejo.
Su mente era un torbellino. Recordaba su vida anterior: un mediocampista chileno-italiano de carrera modesta, luego entrenador de divisiones menores. Pero ahora estaba aquí, en el pasado, con el conocimiento de 30 años de fútbol en su cabeza.
Y tenía un plan.
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El Primer Contacto con la Fiorentina
El club viola estaba en crisis financiera. Recién llegado a la Serie B, sin dinero para fichajes y con una directiva desesperada. Pablo usó sus contactos (y un poco de suerte) para conseguir una entrevista con el presidente, Mario Cecchi Gori.
—¿Su experiencia? —preguntó Cecchi Gori, escéptico.
—He trabajado en Sudamérica —improvisó Pablo—. Pero lo importante no es mi pasado, sino el futuro de este club.
Habló de construir desde las bases, de aprovechar jóvenes talentos ignorados por los grandes. Algo en su convicción hizo que Cecchi Gori lo contratara como director técnico del equipo de reservas, con la promesa de que, si mostraba resultados, ascendería.
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El Primer Descubrimiento: Cafú
En un torneo amistoso en Brasil, Pablo vio a un delantero juvenil del São Paulo que jugaba como lateral por necesidad. Marcos Evangelista de Moraes, conocido como Cafú.
—Ese chico será el mejor lateral derecho del mundo —pensó.
Lo fichó por $500.000, una miseria para lo que valdría. Cafú llegó a Florencia sin hablar italiano, pero con una sonrisa que conquistó a todos.
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La Revolución Silenciosa
Pablo pasó meses reorganizando el fútbol base:
- Implementó un sistema 4-3-3 innovador para la época.
- Introdujo análisis táctico con vídeo (algo casi inexistente entonces).
- Enfocó el entrenamiento en posesión y presión alta.
Los veteranos se quejaban, pero los jóvenes como Cafú florecieron.
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El Primer Partido Importante
En diciembre de 1990, el primer equipo cayó 0-3 en la Serie B. Cecchi Gori, desesperado, ascendió a Pablo como entrenador interino.
Su debut fue contra el Brescia:
- Alineó a Cafú como lateral (sorprendiendo a todos).
- Usó un mediocampo con tres hombres (algo raro en la época).
- Ganaron 2-1, con Cafú asistiendo el gol de la victoria.
La prensa lo llamó "El Loco Lombardi", pero los resultados hablaron.