LightReader

Chapter 7 - CAP 6

---

Capítulo 6 – Descubrimiento del Mundo

Después de recomponerme y salir de la cueva, no pude dejar de pensar en mi sueño. Era el primero que tenía desde que llegué a este mundo, y aunque solo fuera en sueños, me reconfortaba poder ver los rostros de las dos personas que más quise en mi vida anterior.

Las palabras de mi tío seguían resonando en mi mente: “No dejes arrepentimientos en esta vida.”

Con ese pensamiento grabado en el corazón, tomé una decisión: me haría más fuerte. Tan fuerte que nada pudiera detenerme. Pero, antes de cumplir esa promesa… tenía que buscar algo para comer.

Mientras deambulaba por el bosque en completo silencio, una idea cruzó mi mente:

¿Podría tener una forma humana en este mundo?

Intrigado, le pregunté al sistema:

—Sistema, ¿puedo adoptar una forma humana o algo parecido?

—Respuesta al anfitrión: No en la raza actual. Sin embargo, si su deseo de adoptar una forma humana es lo suficientemente fuerte, podría lograrlo tras evolucionar.

Al escuchar la primera parte, sentí una punzada de decepción. Pero las siguientes palabras encendieron una chispa de esperanza en mi interior. Si había una posibilidad, aunque fuera pequeña, me aferraría a ella. Por ahora, debía concentrarme en encontrar comida.

Por suerte, vi lo que parecía un tipo extraño de conejo. Activé de inmediato Ojo de Dragón Sabio para analizarlo.

---

Estado

Nombre: Ninguno

Raza: Conejo Cuchilla

Etapa: Joven

Nivel: 2

Atributos

Fuerza: 3

Agilidad: 11

Resistencia: 8

Inteligencia: 0.1

Percepción: 9

Nota: Muy rápido.

Habilidades

Corte [2]: Lanza poderosos tajos de viento con sus patas delanteras.

Salto [3]: Puede saltar largas distancias con facilidad.

---

Tras ver su estado, supe de inmediato que sería mi desayuno. Lo superaba ampliamente en todos los atributos, así que decidí enfrentarlo de frente.

Salté desde mi escondite y corrí hacia él. El conejo, lejos de huir, se preparó para luchar. Con un chillido, lanzó ráfagas de viento cortante que me golpearon y frenaron por un instante. Pero eso no fue suficiente. En segundos, ya estaba sobre él. Mis garras lo atravesaron, destrozando su cuerpo con facilidad.

Una vez muerto, lo incineré con mi aliento. Aún no tenía manos ni herramientas para prepararlo mejor, pero me negaba a comer carne cruda. Tras devorarlo, me sentí con más energía.

Decidí entonces que era momento de salir del bosque. Tenía que encontrar un pueblo o alguna criatura inteligente con quien comunicarme y así entender mejor este mundo.

Extendí mis alas y me elevé al cielo. Volé en línea recta, surcando los cielos de aquel bosque interminable. Pasaron horas sin que viera el final, hasta que, justo cuando pensaba en detenerme, vi una columna de humo a lo lejos.

Mi corazón se aceleró. Aleteé con más fuerza, acelerando el vuelo. A unos doce metros de altura, vi lo que parecía un grupo de humanos primitivos. Casi como cavernícolas. Estaban bailando alrededor de una fogata, celebrando algo.

Descendí con rapidez. Al tocar tierra, los vi reaccionar con miedo. Tomaron piedras y palos, preparándose para defenderse. Ignoré su actitud y escaneé sus estados.

---

Estado

Nombre: Ninguno

Raza: Elyari

Etapa: Joven

Nivel: 1

Atributos

Fuerza: 2

Agilidad: 2

Resistencia: 2

Inteligencia: 0.8

Percepción: 2

Nota: Los primeros ancestros de los futuros elfos.

---

Al observarlos mejor, noté sus orejas largas y puntiagudas. ¿Elfos primitivos? Me pregunté mientras los estudiaba con curiosidad.

Recordé las palabras del ser que me envió a este mundo: magia, criaturas, guerra… pero no puede haber guerra sin civilización. Si estos eran los antepasados de los elfos, entonces este mundo aún estaba en su estado más primitivo.

Mis pensamientos se agolpaban, pero el sistema interrumpió:

—Anfitrión, este sistema tiene responsabilidad en su situación actual. Durante el proceso de reencarnación, al fusionarse con su alma, se produjo una interferencia espacio-temporal. Como resultado, su alma fue enviada al inicio del mundo.

Mi corazón dio un vuelco.

—¿Qué quieres decir? —pregunté con urgencia—. ¿Estás diciendo que estoy en los comienzos del mundo, antes de que existan civilizaciones y seres verdaderamente inteligentes?

—Respondiendo al anfitrión: Correcto.

Sentí un escalofrío al comprender la magnitud de lo que había escuchado.

—¿Al menos sabes en qué clase de mundo me he reencarnado? —insistí.

—Respondiendo al anfitrión: Sí. El mundo en el que se ha reencarnado, según los recuerdos de su alma, es uno conocido como DxD.

—¿¡DxD!? ¿Escuché bien?

—Correcto. Está en los inicios del mundo de High School DxD.

Mi mente dio vueltas. Eso significaba que dragones, dioses y entidades poderosas aún no existían. Este era el principio de todo.

—¿Entonces… ninguno de los seres poderosos que recuerdo existe todavía?

—Respondiendo al anfitrión: En su mayoría, no. Solo dos de ellos existen en este momento: Ophis y el Dragón de la Transfiguración, conocido como Gran Rojo. Ambos se encuentran en un estado de sueño.

Me quedé en silencio, asimilando esa revelación. No me sorprendía tanto, después de todo, se decía que Ophis y el Gran Rojo existían desde el origen mismo del mundo.

Y ahora yo estaba aquí… en ese mismo inicio.

---

More Chapters