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Chapter 26 - Juicio

<< La policía logró arrestar a Gorgo Garilla. La noticia trajo un sentimiento de paz a los ciudadanos de Kioto, quienes habían sido arrastrados al desastre provocado por la batalla entre Max y Gorgo, los ataques terroristas y el caos causado por los hermanos Nordor y Noeredor.

Lamentablemente, solo fueron capturados los terroristas y Gorgo. Max, junto con los gemelos Nordor y Noeredor, continúa prófugo.

Por solicitud del gobierno de los Estados Unidos, la justicia japonesa autorizó la extradición de Gorgo Garilla para ser juzgado en su país de origen. Allí fue recluido en prisión, a la espera de su juicio.

Los ciudadanos de Kioto protestaron por el hecho de que el rostro de Max Songoku estuviera entre los buscados, cuando fue el único, en medio del conflicto, que se preocupó por evitar un alto número de víctimas.

Gorgo Garilla fue finalmente condenado a cadena perpetua, bajo la condición de que, si cometía algún acto de violencia dentro de prisión, su sentencia sería elevada de inmediato a pena de muerte, sin derecho a apelación.

La masacre ocurrida en los dojos de Kioto dejó una profunda herida en la población. Cerca del 80% de los colegios de artes marciales cerraron sus puertas, quedando en pie apenas los cuatro colegios elementales, además de algún que otro dojo menor que logró resistir. >>

 Unos 2 días después de la crisis.

Max dormía en el sofá con el pie de Gouten pegado en su cara, ambos aferrados al control remoto del televisor, el cual cambiaba de canal en un bucle infinito.

Oliver tomaba un té junto a su maestro, disfrutando de un raro momento de paz lejos de los ronquidos del fondo. Tras un sorbo, al bajar la tasa, contempló sus brazos vendados.

—¿Te duelen?... —le preguntó Baldur mientras rellenaba su propia taza.

—No, maestro… me encuentro bien.

—Me alegra escucharlo...

"Un desgarro muscular en el brazo derecho por el choque de puños con Gorgo, y casi una dislocación del hombro izquierdo. Jamás voy a borrar de mi mente la cara de sorpresa de Baldur, Max y Gouten cuando se enteraron… qué gracioso", pensó Oliver, esbozando una leve sonrisa mientras observaba sus vendas. Pero pronto frunció el ceño, invadido por una duda.

—Maestro… en sus entrenamientos… lo que debíamos encontrar… ¿Era una esfera de luz dorada y una blanca?

—¿Dorada y blanca?... No entiendo del todo. Sí, yo de joven tuve que meditar para poder tocar una única esfera dorada, que representa el núcleo de nuestro Ki. Cuando logras tocarla con la mente… ambas se fusionan, y así controlamos nuestra propia energía —respondió Baldur.

—Pero… yo no la toqué meditando. La toqué mientras peleaba contra Gorgo… ¿Y la esfera blanca?...

—Tal vez se deba a tu naturaleza no humana…

—Nosotros los Senkaynes… —interrumpió Max, haciendo una pausa para bostezar— solemos nacer con acceso al Ki. Muy pocos necesitan obtenerlo. Pero nunca lo hacen meditando… solo fuerzan el cuerpo, buscando sentir distintas formas del flujo.

—Ya veo… ¡Una pregunta!

—Dime…

—¿Por qué estás arrastrando a Gouten?

—Me niego a soltar el control del televisor… —respondió Max, levantando el brazo para mostrar cómo Gouten, aún dormido, estaba aferrado al control con una mano.

—Respecto a la esfera blanca… nunca escuché nada sobre eso…

—Yo nunca escuché nada de esferas, así que me retiro de la charla… —comentó Max, con un movimiento brusco que estampó a Gouten contra la pared.

El niño cayó con un golpe seco al suelo, pero solo se veía una burbuja de moco brotarle de la nariz, acompañada de suaves ronquidos.

—Su nivel de compromiso con el sueño es antinatural… —comentó Baldur, mirando con desconcierto cómo Gouten seguía dormido cómodamente en el suelo.

—Señor, ¿cómo se encuentran Kawaki y Tao? —preguntó Max desde el sofá.

—A Kawaki ya le dieron el alta… se fue de vacaciones a Argentina con su nieto, Leonel. Tao Pai y Neo siguen hospitalizados, sus fracturas tardarán varios meses en sanar —respondió Baldur, con tono calmo.

—¿Quiénes son ellos? —preguntó Oliver, curioso.

—Kawaki y Tao Pai fueron compañeros míos aquí, en el Dojo Agua, cuando éramos más jóvenes. Leonel Kawaki es su nieto, nacido en Argentina, y Neo es el primer discípulo de Tao —explicó Baldur.

—¿No se supone que el dojo debe tener cuatro discípulos? Te falta uno… —observó Max.

—Curioso que te consideres discípulo mío…

—No entreno con usted, pero aprendo…

—Hace pocas semanas que empezamos con las clases… el cuarto discípulo puede esperar un tiempo.

—¡Ya quiero ver qué más vamos a aprender! —sonrió Oliver, entusiasmado.

—Hay mucho por aprender… —respondió Baldur, con una calidez que cerró la escena como una caricia.

 

PRÓXIMO ARCO:

Arco del secuestro.

CONTINUARÁ…

 

—¿Qué te dije...? —pregunta Richarzon entre risas, con tono burlón.

—Me das asco... —responde Do'cientos, visiblemente molesto—. Esto no va a acabar así. Me niego a aceptar esta derrota...

—¿En serio vas a seguir discutiendo por la casa...?

—No. Voy a destrozarle la vida a ese anciano.

—¿Qué...?

—Buscaré lo que más le duela... y lo haré pedazos.

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