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Chapter 51 - Capitulo 49 – Descanso dia 5 (Parte 11)

Capitulo 49 – Descanso dia 5 (Parte 11)

La pista parecía aún vibrar con los ecos del mojo compartido. Algunos campistas seguían riendo, otros repasaban mentalmente sus pasos, y alguno que otro aún intentaba procesar si Cody era un bailarín, un presentador... o una fuente no regulada de caos emocional.

Pero el tiempo no paraba.

Y Cody tampoco.

Caminó hacia el centro con Owen girando detrás como satélite entusiasta. El micrófono giraba sobre su mano y sus pasos ya sonaban como anuncio de algo grande.

"¡Campistas del corazón agitado y los pies aún calientes!" decía Cody. "Estamos entrando a la última curva del torneo, donde cada paso cuenta, cada ritmo grita, ¡y cada mirada ya no puede fingir que no siente algo!"

"¡Y cada poro baila, incluso el que no sabía cómo!" gritaba Owen desde el costado.

Cody se giró.

"El mojo ya hizo de las suyas, pero la pista quiere más," decía Cody. "¡Así que, con el permiso de los latidos colectivos, seguimos adelante!"

La Caja de la Cantidad estaba en el centro.

Owen se acercó con aire de ceremonia exagerada.

"¡Sorteo oficial, como dictan las reglas no escritas y la buena vibra!" decía Owen, metiendo la mano.

Extrajo el papel y lo leyó como si fuera sentencia de destino.

"¡Cantidad: TRES PERSONAS!" gritaba Owen, girando sobre un pie.

La energía se elevó de inmediato.

Trío significaba coreografía más desafiante... y oportunidades de desbalance emocional.

Cody alzó la voz sin perder el estilo.

"¡Una trinidad rítmica! ¡Una trenza de movimientos! ¡Una montaña rusa que exige piernas y coordinación espontánea!" decía Cody.

"¡Y probablemente mucha paciencia!" murmuraba Noah.

Ahora, la Caja de Nombres.

Owen metió la mano con los ojos cerrados, sacó el primer papel y lo mostró.

"¡DJ!" gritaba Owen.

DJ se levantó sin prisa, pero con una sonrisa disimulada.

"Voy listo. No garantizo acrobacias... pero sí presencia," decía DJ.

Siguiente nombre.

"¡Beth!" anunciaba Owen.

Beth parpadeó varias veces antes de levantarse, ajustando sus lentes con dos dedos y cruzando los brazos un segundo como quien se prepara para una prueba final.

"Estoy lista... creo," decía Beth.

Último nombre.

Owen giró la tarjeta con dramatismo.

"¡Tyler!"

"¡SIIIIIII!" gritaba Tyler, levantándose como si acabara de ser fichado por una liga internacional.

"¡Mi momento! ¡Mi explosión! ¡Voy a unir fuerza, precisión y algo que definitivamente no tengo pero puedo fingir!" decía Tyler.

Los tres se colocaban al frente.

Una mezcla inesperada.

DJ: calma y peso.

Beth: agudeza y voluntad.

Tyler: caos... con piernas.

La Caja de Género se colocó al centro.

Owen la alzó como si fuera una reliquia de civilización rítmica perdida.

"Y el género..." decía, metiendo la mano con solemnidad.

Sacó el papel. Lo leyó.

"¡Ritmo latino con secuencias repetitivas, gestualidad exagerada, y el tipo de energía que hace que tu tía se pare en bodas aunque no sepa bailar!" gritaba Owen.

Cody rio.

"No digas su nombre, Owen. Solo deja que el universo lo reconozca," decía Cody.

Los demás campistas comenzaron a reír sin pausa.

"¡Noooo! ¿Es el baile clásico de todo karaoke visual?" preguntaba Geoff.

"¡El baile que sabes desde que eras bebé aunque nadie te lo enseñó!" gritaba Izzy, que ya se levantaba por reflejo.

"¡La coreografía colectiva por excelencia!" decía Katie.

Gwen sonrió sin emitir sonido.

Courtney sólo anotó: "Efecto universal. Riesgo moderado de descontrol."

Cody se acercó a los tres elegidos.

"Este baile exige lo siguiente," decía Cody.

"Precisión en lo absurdo.

Sonrisa obligatoria.

Y la capacidad de hacer reír al campamento entero... sin perder el compás."

DJ asentía.

Beth tragaba saliva.

Tyler giraba los brazos como aspas de molino, sin contexto.

"¿Lo tienen?" preguntaba Cody.

"¡Sí!" respondían los tres.

Cody se giró hacia Owen.

"¡Dale play al virus rítmico!" decía Cody.

La canción comenzó como cualquier otra: con una base rítmica alegre, fácilmente reconocible.

Los Del Rio - Macarena

Pero bastaron tres segundos para que las caras de los campistas cambiaran de inmediato.

Tyler dio un brinco que no tenía justificación coreográfica y lanzó las palmas con precisión exagerada.

Beth se movió con concentración, tratando de mantener la cuenta pero sonriendo más de lo que esperaba.

DJ, al centro, marcaba cada gesto con seguridad absoluta. No era el más rápido, pero tenía algo que hacía que cada movimiento se sintiera justo.

"¡Oh no! ¡Ya sé cuál es!" gritaba Geoff desde su asiento, medio levantado.

"¡Este baile es imposible de ignorar!" decía Katie, girando hacia Noah.

Tyler avanzó dos pasos, giró sobre el talón y clavó el giro de manos con una sonrisa abierta.

Luego miró a DJ, como quien dice "¿vamos por todo?".

DJ respondió levantando la mano, marcando la siguiente secuencia con estilo relajado.

Beth, mientras tanto, hacía lo suyo sin perder el ritmo.

Las manos iban a donde debían, las caderas se movían en la dirección correcta... y sus ojos empezaban a encenderse con ese tipo de felicidad simple que no necesita explicación.

Desde el costado, Owen ya no podía quedarse quieto.

"¡Esta canción activa el alma colectiva del universo!" decía, golpeando el césped con los pies.

Izzy giraba en círculos. Literalmente.

"¡¡Mi sistema nervioso se sincroniza por defecto!!" gritaba, antes de treparse a una rama.

Cody, aún cerca de la consola, cruzó los brazos y observó.

No intervenía.

No dirigía.

Solo... disfrutaba.

"Les tocó algo universal," decía Cody en voz baja, casi para sí. "No hay cómo fallar cuando el ritmo se sabe solo."

Gwen, desde su lugar, miraba de reojo.

No sonreía abiertamente, pero sus ojos no perdían un solo paso.

La precisión torpe de Tyler, la calma efectiva de DJ, el entusiasmo callado de Beth.

Todo encajaba de forma natural.

Heather apretaba los labios.

"Ok. No está mal," decía ella.

"¿No está mal?" preguntaba Courtney, entre risas.

"Tyler casi gira sobre la cabeza... y le funcionó."

"Me sorprende que no se haya caído," añadía Lindsay.

"Pero admito que me dan ganas de moverme."

Y lo hacían.

Poco a poco, algunos campistas empezaban a copiar el paso desde sus sitios.

Geoff levantaba los brazos al ritmo.

Katie seguía la secuencia con los dedos sobre sus piernas.

Noah, aunque quieto, ya marcaba con el pie el mismo ritmo que estaba en la pista.

Cody giró el micrófono entre sus dedos, luego se inclinó hacia Owen.

"Te dije que esto iba a prenderlos," decía Cody.

Owen asintió, con los ojos brillando.

"Es imposible resistirse. ¡El cuerpo obedece solo!"

En el centro, el trío llegaba a la segunda vuelta.

Ya no parecía una demostración.

Parecía una celebración.

DJ marcaba el beat con soltura, brazos y piernas en equilibrio.

Beth subía la energía, aún con los pasos memorizados.

Tyler se lanzaba a una mini secuencia improvisada y, contra todo pronóstico... no tropezaba.

El campamento entero estaba riendo, aplaudiendo, conectando con algo que no dependía de nivel ni técnica.

Solo de ganas.

Y esas... no faltaban.

El ritmo seguía moviendo el aire del campamento como si fuera música con propósito: activadora, contagiosa, magnética. Lo que empezó como una presentación de DJ, Beth y Tyler se estaba convirtiendo, sin invitación formal, en una coreografía compartida por instinto.

Tyler, que al principio parecía estar en riesgo de desarticulación, ahora se movía con soltura inusual. Sus gestos eran exagerados, sí, pero la energía era auténtica.

"¡Estoy bailando con alma! ¡Y todavía no me caigo!" gritaba Tyler, marcando el giro con los brazos abiertos.

Beth se mantenía firme, ejecutando los pasos con una mezcla de concentración y alegría discreta. No buscaba llamar la atención, pero su precisión la colocaba justo en el centro visual.

DJ hacía lo suyo con ritmo, levantando las cejas con cada movimiento de cadera, como si la música pasara por su espalda antes de llegar a sus pies.

Y entonces... empezaron a unirse.

Lindsay fue la primera.

No dijo nada.

Solo marcó los pasos desde su lugar, luego avanzó con una sonrisa extrovertida que no requería permiso.

Katie fue detrás.

Luego Noah, murmurando algo sobre perder credibilidad... pero moviendo los brazos igual.

Geoff se sumó saltando, alineándose con Tyler y chocando hombros sin aviso.

"¡Este paso es global! ¡No puedes pelear con cultura rítmica colectiva!" decía Geoff, riendo.

Heather, desde su sitio, fruncía el ceño.

"Esto se está saliendo de control," decía.

Courtney bajó el cuaderno.

"Y aún así, funciona mejor que cualquier ronda ordenada."

Izzy brincó hacia el grupo con una flor pegada en la frente.

"¡Mi médula espinal lo pidió!" decía ella, girando como helicóptero.

Gwen lo observaba todo.

No se movía.

No hablaba.

Pero ya no fruncía el ceño.

Cody se levantó del borde de la pista, caminando lento.

No para sumarse.

No para interferir.

Solo para estar cerca.

La música ya no era un acompañamiento.

Era el motor.

Los pasos repetidos una y otra vez —las palmas, los gestos, los giros— dejaban de ser individuales.

Ahora eran un código común.

Beth se giró hacia DJ, él hacia Tyler, luego a Lindsay, luego a Katie... y así todos giraban en secuencia, como engranajes que nunca fueron diseñados para funcionar juntos... pero lo hacían igual.

La pista ardía de energía.

"¡Esto ya no es un número!" gritaba Owen.

"¡Es un ritual en vivo!"

Harold realizaba pasos alternativos, fusionando su propio estilo y rompiendo la secuencia... sin interrumpirla.

Bridgette y Leshawna se colocaban a los bordes, guiando desde ahí con expresiones encantadas.

El ritmo bajó gradualmente, pero la energía no desapareció. Los últimos compases se extinguieron entre risas, palmas sueltas y respiraciones aceleradas. Uno a uno, los campistas regresaban a sus sitios: despeinados, sonrientes, algunos sudados, todos envueltos en esa nube colectiva que solo deja un baile compartido.

Cody caminó despacio hacia el centro. Ya no brincaba ni sonreía como presentador. Lo hacía como quien acaba de disfrutar algo inesperado... y lo sabe.

"Bueno," decía Cody, acomodándose el micrófono bajo la barbilla. "Creo que oficialmente rompimos la línea entre torneo y fiesta. No sé si lo planeamos... pero sí que lo vivimos."

Varios aplaudieron.

Otros aún se reían por cosas que nadie dijo.

Katie fingía que se arreglaba el pelo, pero lo hacía con ritmo.

Heather se sentó cruzando las piernas como quien evalúa la ONU.

A su lado, Owen se reincorporó con aire de conspirador satisfecho.

"¡Mis motores fueron puros, lo juro!" decía Owen.

Cody giró lentamente hacia él.

"¿Motores?" preguntaba Cody.

Owen señaló al cielo.

"Todo esto empezó como una misión noble. Queríamos animar a cierta chica con talento emocional que se anda escondiendo bajo su flequillo oscuro," decía Owen, mirando brevemente a Gwen.

Katie soltó una risa breve, cubriéndose la boca con la mano.

Noah soltó un "uf" apenas audible.

Cody hizo una pausa, luego miró al grupo con los brazos abiertos.

"Entonces salió mejor de lo esperado," decía Cody. "Porque no sólo animamos al campamento, sino que acabé con un juguete nuevo."

Se giró lentamente hacia Noah.

"Algo aburrido... pero nuevo," decía Cody, alzando las cejas con tono juguetón.

El campamento estalló en risas.

Noah entrecerró los ojos, sin dejar de sonreír.

"Lo gracioso," decía Noah, "es que el juguete ya tiene sarcasmo incorporado. Requiere pocas pilas."

Katie se apoyó en su hombro, sin decir nada.

Y no se separó.

Cody bajó un poco el micrófono y giró sobre sí mismo.

"Bien," decía Cody. "Se acerca el último paso. Literal. El baile final. La ronda que decidirá más que puntuación. Porque ya no se trata de ganar."

Pausa.

"Se trata de cerrar con estilo," decía Cody.

El grupo guardó silencio por un segundo.

Los rostros eran distintos.

Ya no había tensión.

Solo expectativa.

Y Cody, en ese centro de tierra ya marcada por pasos y emociones, alzó la voz una vez más:

"Vamos por el último número"

El aire en el campamento estaba más quieto que nunca. El cielo bajaba poco a poco hacia tonos naranjas suaves, y la pista parecía un espejo listo para reflejar el último drama.

Cody se colocó al frente, esta vez con el micrófono entre manos.

La sonrisa ya no era de presentador, sino de quien sabe que se acerca el desenlace.

"Campistas... es hora," decía Cody. "Ronda final. Último número. El cierre."

Owen apareció con la Caja Final, adornada con cintas plateadas que reflejaban los últimos rayos del día.

"¡Último sorteo, última locura!" gritaba Owen. "Y este tiene algo especial..."

Sacó la primera tarjeta.

Leyó en voz alta:

"Cantidad: Dos personas."

Algunos asintieron.

Otros murmuraban con curiosidad.

"Pero atención..." decía Owen, sacando el siguiente papel.

"¡Es un dúo de ticket especial! Uno de los elegidos tendrá la oportunidad de escoger a su pareja."

Todos se giraron hacia la caja central con más atención de la habitual.

Owen metió la mano.

Sacó el nombre.

Lo giró.

Y lo leyó.

"Heather."

El campamento se congeló unos segundos.

La mirada de Heather se alzó como si ya lo esperara.

Sin ceremonia, se levantó. Caminó al frente, entre murmullos cruzados y miradas poco disimuladas.

Se detuvo con calma, miró alrededor... y sonrió.

"No necesito una lista ni tiempo de deliberación," decía Heather. "Quiero al señor centro de atención a mi lado."

Cody parpadeó dos veces.

Luego ladeó la cabeza con una mezcla de sorpresa y resignación.

"¿Yo?" preguntaba Cody.

"He visto tus bailes, tus risas, tu poder de dispersión emocional. Este cierre... merece eso," decía Heather, sin dudar.

Algunos reaccionaron al instante.

Katie cruzó los brazos y soltó un "obvio" disimulado.

Courtney se inclinó hacia adelante, sin expresión pero con ojos atentos.

Gwen solo suspiró por la nariz.

"Esto va a doler..." murmuraba Noah, en voz baja.

Cody caminó al centro.

Se detuvo junto a Heather, y murmuró:

"Este final va a traer más comentarios que pasos."

Heather giró hacia él.

"Entonces hagamos que valgan la pena," decía.

Owen, entusiasmado, retomó la caja para anunciar el género.

"Y ahora, la cereza final..." decía Owen.

Metió la mano.

Sacó el boleto.

Y al leerlo, su voz cambió de tono.

"Eh... esto dice 'IZZY ESPECIAL' en letras escarchadas," decía Owen.

Izzy, desde su rincón, gritó.

"¡¡ES MÍO!! ¡YO LO PUSE! ¡ES MI SORPRESA!"

Saltó al frente con una caja de papel aluminio que parecía contener emociones comprimidas.

"¡Esto debí sacarlo yo, pero el universo quiso que fuera para Cody!" decía Izzy, girando sobre sí misma.

"¿Qué significa?" preguntaba Heather, medio inclinada.

Izzy respiró hondo.

Puso una mano sobre la caja.

Y dijo, con voz casi seria:

"Preparé esta canción para Cody. Mi intención... era crear algo que mezcle ensueño, un toque seductor, y esa atmósfera de cierre inolvidable."

Cody la miró como quien no sabe si agradecer o huir.

"No esperaba eso..." murmuraba.

Izzy solo sonrió.

"¡Nadie espera nada mío! Pero cuando llega... ¡hay que bailarlo!"

Se colocó junto a la consola improvisada.

Miró a Heather.

Luego a Cody.

Alzó la mano dramáticamente.

Y dijo:

"¡Baile final, sensación multiplicada, estilo inesperado... activando en tres, dos... uno!"

Play.

La pista estaba lista.

El cielo comenzaba a teñirse de tonos morados y azul profundo, como si supiera que se venía algo diferente. El aire, pese al calor residual, se había vuelto más liviano, más cargado de espera.

Izzy, de pie junto a la consola, pulsó el botón de inicio con un movimiento teatral que pareció conjurar el destino.

La música comenzó.

Earned it — The Weeknd

No fue un golpe sonoro. No un arranque explosivo.

Fue suave.

Cautivador.

Un ritmo medio, con toques instrumentales que flotaban como perfume sobre los oídos.

Y apenas empezó...

El campamento entendió que esto iba por otro camino.

Katie soltó un "oh..." bajito, como si no se esperara ese tono.

Courtney inclinó la cabeza, atenta.

Bridgette cruzó los brazos y frunció ligeramente los labios.

Gwen no reaccionó. No aún.

Y en el centro...

Heather avanzó.

Sin apuro.

Con control.

Cody caminó desde el costado, sin bromas esta vez, con las manos en los bolsillos, la mirada serena... pero no fría.

Se colocaron frente a frente.

No hablaron.

Solo se miraron.

La pista los rodeaba de silencio respetuoso, aunque el subtexto ya no se escondía.

"¿Esto es un baile... o una provocación emocional coreografiada?" murmuraba Noah.

"Ambas," decía Owen, sin despegar los ojos de ellos.

Tyler apretaba las rodillas, incómodo pero curioso.

DJ cruzaba los brazos con media sonrisa.

Izzy giraba en su sitio, murmurando: "Ay, el encuadre es perfecto. Emoción contra carisma. Yo llamaría esto 'el vals del fuego lento'."

La música seguía.

Y ellos empezaron a moverse.

Heather giró sobre sí misma lentamente, el vestido apenas girando con ella, antes de detenerse a un paso de Cody.

Él marcó un compás sutil con los hombros, un juego de pie apenas perceptible, y la recibió en el ritmo.

No había contacto.

Sólo tensión.

Los movimientos eran lentos, calculados.

Codo que gira. Mirada que persigue.

Heather avanzando un poco más, dejando su silueta cruzar por delante de Cody... sin tocarlo.

Lindsay, desde su asiento, abrió los ojos.

"Está coqueteando," murmuraba. "Pero no como lo hago yo... esto es distinto."

Bridgette apretaba una ramita entre los dedos.

"No está jugando. Está mostrando quién puede bailar sin pedir permiso."

Gwen no decía nada.

Pero su pie, oculto bajo la pierna cruzada, comenzaba a golpear el césped, despacio.

Heather giró de nuevo, con más soltura.

Cody la siguió.

Ella lo miró por encima del hombro, sin detenerse.

"Me sorprende que no estés hablando," decía Heather, sin mirar del todo.

"Las palabras distraen. Y tú no necesitas más atención de la que ya tenés," respondía Cody.

Heather sonrió.

No con burla.

Con ventaja.

El juego había comenzado.

La música fluía como una corriente tibia, marcando un ritmo que exigía cercanía, juego y una buena dosis de descaro refinado. Heather y Cody no daban vueltas sin sentido, ni ejecutaban pasos técnicos para impresionar. Su baile era otra cosa. Un intercambio silente. Un juego de seducción con reglas inventadas sobre la marcha.

Heather se desplazaba como quien mide la temperatura del aire con cada paso. Su cuerpo marcaba líneas suaves, curvas calculadas que rozaban la provocación sin cruzar la frontera. Cody, a su vez, respondía con desplazamientos controlados. No evitaba. Pero tampoco cedía. Se movía en sincronía como quien entiende el lenguaje... pero decide improvisar la gramática.

El espacio entre ellos se reducía, fluctuaba. A veces, casi se tocaban. A veces, giraban como planetas en órbita sin colisión.

Desde los bordes del claro, las reacciones no tardaban en explotar.

Katie murmuraba algo entre dientes, apretando la tela de su camisa.

"Ella lo mira como si lo conociera," decía Bridgette, exhalando lento.

"No lo conoce," respondía Gwen, seca. "Ella lo interpreta."

Lindsay fruncía el ceño de forma tan exagerada que parecía imitar a Courtney sin querer.

"Yo hice un giro parecido cuando bailé con Cody. Pero esto es distinto... esto parece escena de novela."

Heather, en ese momento, se detuvo justo delante de Cody. No cara a cara. Más bien... hombro a pecho. Él deslizó un brazo para girar a su alrededor sin tocarla del todo. El público contuvo la respiración.

"Estás cerca, pero no me tocas," decía Heather en tono bajo.

"No hace falta," decía Cody, mirando a los ojos sin incomodidad.

Los pasos que siguieron no fueron solo sincronizados. Fueron complementarios. Heather descendía con una flexión marcada, Cody se elevaba apenas sobre la punta de los pies. Luego cambiaban roles. Equilibrio mutuo. Provocación coreografiada.

Desde el costado, Owen agitaba el aire como si intentara bajar la temperatura.

"¡Esto es danza acrobática emocional! ¡Giro de cadera con intención de novela gráfica!"

"¡Esto está pasadito de tono!" gritaba Izzy... pero lo hacía con dos abanicos hechos de hojas.

Geoff se apoyaba en DJ, que solo negaba con una sonrisa.

"Cody ya perdió control. Pero de forma elegante," murmuraba DJ.

Heather se giró con fuerza, colocándose de espaldas a Cody.

Él rodeó con paso lateral, quedando ahora frente a su rostro.

Ambos se detenían por primera vez.

Sin moverse.

Solo mirándose.

Y Heather pensaba.

---

POV Heather

Cody no estaba huyendo.

No estaba titubeando.

Estaba... jugando con fuego.

Y eso la emocionaba.

Ella había dirigido miradas, movimientos, silencios.

Y él respondió con precisión.

Nunca con sumisión.

Nunca con rechazo.

Pero tampoco con entrega fácil.

Eso la retaba.

Y retarla era la forma más directa de hacerla sentir viva.

Las chicas que miraban, las voces que murmuraban, no importaban.

Esta pista era suya.

Él estaba bailando con ella.

Pero no estaba cayendo.

Y eso... la impulsó más.

Heather deslizó una mano sobre su propio hombro, giró sin decir nada, y avanzó una vez más hacia él.

Cody no se movió.

Solo la dejó acercarse.

Y ella lo pensó.

No en voz alta.

No como plan.

Como impulso.

"Si no cae," pensaba Heather, "entonces... yo sí."

Pero solo si era en sus propios términos.

Y justo cuando la música bajaba, y el mundo parecía girar más lento...

Cody deslizó la mano por el aire entre ellos, como si midiera el espacio final.

Heather lo miró a los ojos.

Respiró.

Se preparaba.

Porque lo que venía...

Era el final.

La música bajaba de intensidad, pero su efecto era inverso. Cada nota se volvía más íntima, más cargada. Heather y Cody estaban ahora en el centro del claro, rodeados por campistas que no se atrevían a comentar... aún. Nadie quería romper lo que se estaba formando allí. Algo crujía en el aire. Algo más que pasos.

Heather se movía con fluidez, girando lentamente mientras Cody descendía en un paso suave, cruzando por detrás sin rozarla. Los cuerpos eran armonía en tránsito. No contacto. No distancia. Un equilibrio contenido.

Katie respiraba hondo.

"Esto no es solo química. Es declaración," murmuraba.

Courtney cruzaba los brazos, pero no por defensa. Por nervio.

Lindsay se mordía el labio.

Bridgette clavaba la mirada con más intensidad que todas.

Gwen aún no parpadeaba.

Heather giró una vez más, esta vez marcando el centro con su movimiento.

Cody cerró el círculo, colocándose justo delante de ella.

No hablaban.

No hacían gestos.

Solo estaban ahí.

Y los demás... lo sabían.

DJ bajó el tono de voz.

"No es que estén bailando bien. Es que están contando algo que no conocemos."

Noah, con los brazos cruzados, agregaba:

"Este número... no fue para ganar el torneo. Fue para ganar algo más. No sé qué, pero lo van a intentar."

Y lo intentaron.

El último giro fue el más lento.

Heather rodeó con media vuelta, Cody giró en espejo, y quedaron frente a frente.

Casi tocándose.

Sin tocarse.

El silencio del grupo era absoluto.

La música alcanzaba su final.

Y entonces...

Heather lo besó.

No fue explosivo.

Ni largo.

Ni dramático.

Fue certero.

Elegante.

Medido.

Los labios se encontraron apenas, un instante detenido.

Cody no retrocedió.

No apartó la mirada.

Solo cerró los ojos por medio segundo.

Después... se separaron.

La música terminó.

Y nadie se movió.

Ni una voz.

Hasta que Owen murmuró:

"...bueno. Ahora sí necesito una botella de agua con emociones diluidas."

Izzy giró una vez sobre sí misma.

"¡Final de película alternativa con rating emocional desconocido!"

Katie soltó un "wow" que parecía más exhalación que palabra.

Bridgette no dijo nada.

Courtney solo apretó el cuaderno contra el pecho.

Gwen se levantó.

No habló.

No miró a nadie.

Solo se giró.

Y caminó unos pasos fuera del grupo.

DJ miró a Cody.

Cody no sonreía.

Ni hablaba.

Solo bajaba los brazos.

Heather giró, hizo una pequeña reverencia, y regresó a su sitio con la cabeza erguida.

Y el campamento... entendía que el torneo había terminado.

No con un paso.

Con una elección.

La pista estaba quieta.

No por agotamiento.

Sino por ese tipo de silencio que llega cuando las emociones ya no caben en palabras.

Heather había regresado a su sitio.

La música se había desvanecido.

El cielo era un telón azul profundo que cerraba sin anunciar el final.

Entonces, Cody alzó el micrófono

El sonido del aparato fue lo único que se escuchó por unos segundos.

"Campistas..." decía Cody, con voz firme.

"...esto fue más que un torneo. Fue una prueba, una locura compartida, una pista que nos reveló más de lo que esperábamos."

Murmullos de asentimiento.

Algunos aún recuperaban el aliento.

Cody giró la cabeza hacia Owen, que aún sostenía su gorra como si fuera un trofeo.

"Y como se esperaba desde el minuto uno... el ganador oficial, por carisma desmedido, energía incansable, y por casi romper la consola cinco veces..."

Pausa.

"¡Owen!"

Estallido de risas y aplausos.

Pero breves.

Owen, como si lo supiera, no saltó ni gritó al instante.

Solo se alzó de pie, levantó ambas manos al cielo, como si estuviera en cámara lenta...

"¡YO... SOY... EL CAMPEÓN!" gritaba Owen.

Leshawna aplaudía.

Geoff fingía tocar trompeta.

Izzy corría alrededor de él como si fuera confeti humano.

Y justo ahí...

Cody bajó el micrófono.

Dio un paso atrás.

Miró hacia un punto fuera del grupo.

Donde Gwen se alejaba con ritmo tranquilo.

Sin mirar atrás.

Sin acelerar.

Y Cody fue tras ella.

Sin explicar.

Sin esperar.

Solo caminó.

Con esa calma que no tiene duda, aunque sí peso.

El grupo quedó congelado.

Bridgette se llevó una mano al pecho.

Courtney apretó el cuaderno contra el regazo.

Lindsay frunció los labios sin perder ternura.

Las tres miraban la espalda de Cody, esa figura que se alejaba con pasos que decían más que el beso anterior.

Y sin hablar entre ellas...

pensaron lo mismo.

"No todo está dicho."

"No todo termina con un baile."

"Esto no se ha acabado."

Katie miró a Noah.

Noah le sostuvo la mirada.

Y en ese momento, ni Cody ni Gwen eran el centro.

Los vínculos ya estaban multiplicados.

Y el torneo...

había abierto más caminos de los que cerró.

Mientras tanto,

Owen giraba en el centro de la pista, los brazos abiertos, los ojos cerrados, la sonrisa desbordada...

"¡PUEDEN PONERME UNA BANDA! ¡PUEDEN PINTARME DE ORO! ¡ESTA VICTORIA ES MÍA!"

Y desde algún rincón del campamento...

aunque no sonaba en realidad...

todos escuchaban esa melodía invisible.

"We are the champions..."

Solo que esta vez...

nadie sabía quién lo era del todo.

Pero todos lo habían sido un poco.

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