Batman emergió de las profundidades de Arkham Asylum, dejando atrás un rastro de villanos contenidos y un manicomio sumido en un silencio artificial. Había rastreado y neutralizado a cada amenaza, desde la brutalidad de Bane hasta los acertijos retorcidos del Acertijo, cuya "puntuación" en la simulación había sido particularmente alta debido a la complejidad de sus desafíos. La simulación había sido impecable; cada golpe, cada sombra, cada susurro de locura había sido tan real como cualquier encuentro verdadero.
Pero lo más inquietante no era la simulación en sí, sino el vacío que dejó al terminar. Un parpadeo, y de repente, estaba de nuevo en la Batcueva. No había rastro de Arkham, solo el familiar zumbido de sus ordenadores y el débil aroma a café de Alfred. La frustración burbujeaba en su interior. ¿Quién había orquestado esto? ¿Con qué propósito? La rabia que sintió en Arkham no era solo por el caos; era la indignación de ser manipulado, de ser un peón en el juego de otra persona.
"Alfred, ¿detectaste alguna anomalía en las últimas horas?", preguntó Bruce, su voz más tensa de lo habitual mientras se quitaba la capucha.
Alfred, siempre imperturbable, respondió: "Ninguna anomalía significativa, señor. Los sensores de la cueva no registraron intrusiones ni emanaciones de energía inusuales. Sin embargo, su ritmo cardíaco estuvo considerablemente elevado durante un período, y sus patrones de actividad cerebral indicaban un estado de alerta extremo y... una notable agitación."
Bruce gruñó. La simulación había sido tan convincente que su cuerpo había reaccionado como si estuviera en un peligro real. "Investiga cualquier posible origen de 'simulacros de realidad' avanzados. Cualquier cosa que pueda manipular la percepción a esta escala."
Mientras Batman iniciaba su propia investigación, Liam sentía una euforia desbordante. Desde su callejuela oscura, había visto cómo la barra de progreso de Batman en "Arkham: El Brote Zero" se llenaba, y cómo la "puntuación de enfado" alcanzaba niveles épicos. El sistema brilló con un mensaje de éxito.
[Simulación 'Arkham: El Brote Zero' completada por un participante clave.][Puntuación de Participación de Batman: EXCELENTE.][Nivel de Dominio de la Realidad Aumentado.][Recompensa Otorgada: Percepción Aumentada.]
Liam sintió una extraña oleada de energía recorrer su cuerpo. No era un poder bruto, sino una sutil mejora. De repente, los sonidos de la ciudad se volvieron más nítidos: podía distinguir conversaciones lejanas, el traqueteo de un camión a varias cuadras, incluso el aleteo de un murciélago en la distancia. Sus ojos captaron detalles que antes pasaban desapercibidos: la forma en que el aire caliente se elevaba de una alcantarilla, las minúsculas grietas en el asfalto. Era como si un velo se hubiera levantado de sus sentidos.
"Percepción Aumentada", murmuró Liam, probando su nueva habilidad. Podía sentir el flujo y reflujo de la energía en la ciudad, las sutiles vibraciones del tráfico, la presencia de vida a su alrededor. Era un poder discreto, pero increíblemente útil, especialmente en una ciudad como Gótica.
El sistema continuó con otro mensaje: [Nuevas opciones de creación disponibles.]
Una nueva pestaña se abrió en la interfaz del sistema: [Modo Desafío Héroe/Villano].
"Interesante", pensó Liam. Esto significaba que ahora podía diseñar simulaciones específicamente adaptadas a las habilidades de héroes o villanos individuales. Y con Batman ya enganchado, el siguiente paso era obvio.
Pero primero, necesitaba un lugar seguro. Un desarrollador de juegos no podía operar desde un callejón. Con su percepción aumentada, Liam comenzó a escanear los edificios a su alrededor, buscando una oportunidad, un lugar para establecer su base de operaciones. Un antiguo almacén abandonado a la vista, con una entrada discreta, captó su atención. Parecía el lugar perfecto para un "jugador" que iba a cambiar las reglas del juego en el Universo DC.