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Chapter 25 - Capítulo 25: Un Trato con el Diablo y la Amenaza Interna

La reunión con Dave Norton había sido una victoria, por precaria que fuera. Michael había logrado un armisticio, una línea de comunicación abierta con el FIB, lo que le otorgaba una capa de protección crucial. Ahora, la clave era ofrecer algo de valor sin comprometer sus propios planes.

Michael pasó los siguientes días inmerso en la estrategia. Sabía que Dave necesitaría algo tangible, algo que justificara la "protección" que le ofrecía al exladrón. Y Michael conocía la debilidad del FIB: la necesidad de victorias públicas y, sobre todo, la eliminación de amenazas de alto perfil.

Su mirada se posó en un nombre que había evitado tocar hasta ahora: Wei Cheng. El líder de las Tríadas de Los Santos, un personaje brutalmente eficiente en el tráfico de drogas, la extorsión y la explotación. El guion original lo involucraba más tarde, pero Michael vio una oportunidad. Una operación contra Cheng sería una victoria de alto perfil para el FIB y, al mismo tiempo, eliminaría a un jugador peligroso del tablero de Los Santos, dándole a Michael y a su incipiente imperio más espacio para maniobrar.

El desafío era cómo obtener información útil sobre Cheng sin exponerse ni a él ni a su equipo. Para eso, necesitaría a Lester.

Michael contactó a Lester y le planteó la idea. "Necesito información sobre Wei Cheng. Sus operaciones, sus puntos débiles, sus rutas de contrabando. Cosas que el FIB querría."

Lester, siempre perspicaz, captó la intención de Michael de inmediato. "Así que estás jugando a dos bandas, Michael. Me gusta. Es arriesgado, pero te da influencia."

"Precisión, Lester. Siempre precisión", corrigió Michael. "No quiero que nadie sepa que la información viene de mí. Y cuando la tenga, me la pasarás a mí. Yo se la daré a Dave Norton. No quiero que el FIB sepa de ti todavía."

Lester aceptó el encargo, el desafío intelectual de infiltrarse en una de las redes criminales más herméticas de la ciudad encendiendo su interés.

Mientras Lester trabajaba, Michael se enfocó en consolidar sus otras operaciones. La empresa de transporte de Trevor, "Trevor Philips Industries", ya estaba en pleno funcionamiento. Aunque la fachada era una empresa de logística legítima, los envíos de armas y metanfetamina de Trevor se movían con una eficiencia nunca antes vista, sus ganancias se disparaban y se "lavaban" a través de los libros de la empresa. La nueva "legitimidad" incluso había logrado que algunos pequeños negocios locales comenzaran a usar sus servicios de transporte, añadiendo otra capa de credibilidad.

"Esto es una locura, Michael", admitió Trevor un día, mientras revisaban un mapa de rutas. "Estoy ganando más dinero del que puedo gastar, y no he tenido que rebanarle la garganta a nadie en semanas. Casi me siento... útil."

"Lo eres, Trevor. Útil y rico", dijo Michael, sonriendo. Había logrado canalizar la energía destructiva de Trevor hacia un propósito.

ByteWare Solutions también estaba en auge. La aplicación había sido adoptada por varias empresas locales y los ingresos legítimos de Michael crecían de forma constante. La satisfacción de construir algo real, algo que no olía a pólvora ni a sangre, era un contrapeso importante para su vida secreta.

Sin embargo, el éxito no venía sin sus desafíos. La convivencia con Trevor, aunque más controlada, seguía siendo una tensión constante para la familia De Santa. Amanda aún se estremecía cada vez que Trevor soltaba una obscenidad o dejaba un desastre a su paso. Los niños, aunque más acostumbrados, seguían siendo cautelosos.

Una mañana, Jimmy entró en el salón con el rostro pálido. "Papá... el tío Trevor está... está en mi cuarto. Y está jugando a mis videojuegos."

Michael suspiró. Se dirigió a la habitación de Jimmy. Trevor estaba sentado en el suelo, con el mando en las manos, gritándole a la pantalla como si el personaje de videojuegos pudiera oírlo. La habitación estaba hecha un desastre, con la cama revuelta y cajas de pizza vacías.

"Trevor", dijo Michael, su voz calmada pero con un borde de advertencia. "Te he dicho que mantengas mis cosas en orden. Y que no te metas con las cosas de Jimmy."

Trevor se giró, con una expresión de niño pillado in fraganti. "Solo estaba... divirtiéndome. ¡Este juego es una mierda! ¡Por eso no gana nunca!"

"Levántate. Y limpia este desastre", dijo Michael, señalando la habitación. "Ahora."

Trevor, con un gruñido, se levantó. Michael sabía que no podía relajarse. La bestia estaba controlada, no domada.

Unos días después, Lester envió un mensaje: "Tengo lo que necesitas sobre Cheng. Es una mina de oro. Te enviaré la ubicación de un buzón muerto. Recógelo y dáselo a tu amigo del FIB. Esto es un boleto de oro para ti, Michael."

Michael se dirigió al buzón muerto, una ubicación discreta en un callejón oscuro. Dentro, encontró un disco duro encriptado y un informe detallado con las operaciones de Wei Cheng, sus socios, sus rutas de suministro y sus puntos débiles. Era oro puro.

Michael contactó a Dave Norton. "Tengo algo para ti. Una prueba de mi... valor."

Se reunieron en un café discreto. Michael le entregó el disco duro y el informe a Dave. "Información sobre Wei Cheng. Su red, sus operaciones, todo. Es tuya. Cortesía de mi 'interés' en mantener el equilibrio en Los Santos."

Dave revisó el informe con ojos expertos, una leve sorpresa en su rostro. "Esto es... exhaustivo, Michael. Si es tan preciso como parece, es un golpe significativo. Podría desmantelar gran parte de su operación."

"Es preciso", afirmó Michael. "Considera esto una muestra de mi buena fe. Pero recuerda nuestro acuerdo, Dave. Me proteges a mí y a mi familia, y yo te doy lo que necesitas. Y nada de Trevor. Él es... un activo sensible."

Dave asintióió lentamente, guardando el disco duro. "Por ahora, Michael. Por ahora. Mantente en contacto."

Michael salió del café sintiéndose satisfecho. Había entregado una victoria importante al FIB, había fortalecido su posición, y había mantenido a Trevor y a sí mismo lejos de la línea de fuego directa. Los cimientos de su nuevo imperio se estaban consolidando. Pero la paz en su vida familiar seguía siendo un delicado equilibrio, y el mundo de Los Santos nunca dejaba de ofrecer nuevas amenazas.

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