Continente Tianlan, Imperio Tianxing, Ciudad Jiuyao.
Como capital del Imperio Tianxing, la ciudad de Jiuyao abarca una vasta extensión de tierra y es famosa por estar conectada con las montañas que llevan su mismo nombre.
En las montañas Jiuyao habitan todo tipo de monstruos, además de albergar incontables elixires muy codiciados, lo que atrae a innumerables cultivadores a reunirse en la zona.
También se dice que, en su interior, existen numerosas ruinas antiguas envueltas en misterio.
Pasando a la ciudad, una alta muralla —de más de tres metros— deja entrever las múltiples tiendas y las abarrotadas calles que dan vida al lugar.
¡Un espectáculo poco común, incluso en todo el Imperio Tianxing!
Sin embargo, al este, en un callejón apartado, una tienda solitaria contrasta con todo aquel bullicio.
Aunque Jiuyao es una ciudad próspera, la ubicación de la tienda es tan remota que resulta comprensible que no sea popular.
Ahora, el joven propietario de este lugar está sentado detrás del mostrador, con la barbilla apoyada entre las manos. Aunque mira hacia la ajetreada calle, sus ojos están desenfocados, claramente perdido en sus pensamientos.
Su nombre es Luo Chuan. Originalmente, era un ordinario estudiante universitario de la Tierra.
El excesivo desvelo termino cobrándole la vida, y sin previo aviso, acabó en otro mundo.
Ya ha pasado un mes desde su llegada… y lo único que posee es esta tienda sin fama ni clientes.
—¡El sistema del Comerciante Más Poderoso ha sido vinculado con éxito! ¡El sistema de seguridad de la tienda ha sido instalado! ¿Desea realizar ahora el primer sorteo de productos?
De pronto, una voz indiferente, imposible de asociar a un género, resonó en su mente.
En un instante, el interior de la tienda cambió por completo, y todo lo que había al principio desapareció.
Los mostradores, las paredes y otros elementos fueron reemplazados por cristal transparente y metal blanco plateado, dándole un aspecto futurista, casi sacado de una historia de ciencia ficción.
Luo Chuan queda atónito por unos segundos, hasta que sus ojos se llenaron de lágrimas.
—¡Después de todo un mes… por fin obtengo la habilidad rota que todos los transmigrados reciben!
Pero… ¿quién se supone que es ese tal “comerciante más poderoso”?
Aún con dudas, asiente sin alterar su expresión y dice:
—¡Iniciar!
Apenas termina de hablar, su mente se nubla y, de repente, el entorno a su alrededor vuelve a cambiar por completo.
Al escudriñar, descubre que está en un espacio inexplicable, rodeado por una oscuridad infinita.
Frente a él, se alza una enorme ruleta de sorteos, tan colosal que sus bordes se pierden en la distancia.
—Se solicita al anfitrión girar la ruleta —indica la voz del sistema, y luego añade—: El anfitrión puede controlarla con sus pensamientos.
Luo Chuan lo comprende al instante y fija su atención en la ruleta.
Apenas piensa en la palabra “girar”, la gigantesca rueda comienza a moverse lentamente, acelerando poco a poco hasta que todo lo que muestra se vuelve borroso.
—¡Alto! —ordena mentalmente tras unos segundos.
La ruleta comienza a desacelerar poco a poco, mientras Luo Chuan observa expectante.
No tiene idea de qué le tocará.
Finalmente, la ruleta se detiene y el puntero queda sobre una sección dorada.
—¡Felicidades al anfitrión! Ha obtenido… ¡Coca-Cola! Se ha habilitado el canal de compra correspondiente —anuncia el sistema.
¿Coca-Cola?
¿Sistema, esto es una broma?
Mientras sigue procesando la absurda recompensa, un destello lo ciega por un instante… y cuando abre los ojos, ya está de vuelta en la tienda.
Pero a diferencia de antes, una fila de botellas de Coca-Cola descansa ordenadamente sobre un contenedor de vidrio.