El reloj digital de la mesita de noche marcaba las seis de la mañana, un rojo intenso que se burlaba de su ya mal humor. A su lado, el espacio entre las sábanas de seda estaba frío, un vacío tangible donde Amelia había estado apenas unas horas antes. El recuerdo de sus palabras, cortantes y definitivas, resonaba en su mente como un disco rayado. «Se acabó, Jian. Estás… estancado. Necesito más, alguien con ambición, con empuje». Sus dedos, con la manicura perfecta, habían trazado la línea de su mandíbula con una lástima que dolía más que cualquier insulto.
Jian suspiró. El sonido rebosaba de resentimiento persistente y una extraña sensación de liberación. Al levantarse de la cama, una voz fría y metálica lo desgarró.
[Sistema Soberano Verde activado. Vinculación del anfitrión iniciada.]
Una interfaz semitransparente se materializó ante sus ojos, llena de texto desplazable e iconos crípticos. En la parte superior, en brillantes letras esmeralda, latía la palabra «Soberano Verde».
[Felicitaciones, Anfitrión. Tu… falta de energía verde ha desencadenado el despertar del sistema. Prepárate para cultivar el camino verde definitivo.]
Jian se quedó mirando, estupefacto. "¿Energía verde? ¿Qué demonios...?"
Antes de que pudiera terminar la idea, un torrente de información inundó su mente, detallando las funciones principales del sistema: recompensar las acciones y deseos "verdes" con riqueza, poder y "encantos" únicos. Las recompensas iniciales por su reciente humillación ya estaban calculadas: una modesta suma de moneda digital y una críptica "Semilla de Dominación".
Ignorando el dolor persistente del rechazo de Amelia, una chispa de algo nuevo se encendió en su interior. Si «energía exuberante» significaba complacer sus deseos ocultos, entonces tal vez este «estancamiento» del que ella hablaba estaba a punto de convertirse en un lejano recuerdo.
La primera orden del día fue un cliché que aceptó con entusiasmo. A esto le siguió un montaje de compras en línea: ropa de diseñador en varios tonos de verde (por supuesto), las llaves de un elegante deportivo color esmeralda entregadas con una rapidez sorprendente y una importante transferencia de fondos a su cuenta bancaria, hasta entonces anémica. La emoción de la nueva riqueza era embriagadora, una potente mezcla de reivindicación y creciente entusiasmo.
Esa misma tarde, mientras paseaba por las calles de la ciudad, una figura familiar le llamó la atención. Mei, una chica de su época universitaria, siempre había sido… llamativa. Sus generosas curvas tensaban la tela de su ropa, y sus tímidas miradas hacia él habían sido una presencia constante, aunque inadvertida. «La chica de los atributos impresionantes», dijo su voz interior, sin ninguna emoción real, pero catalogando sus evidentes atributos.
Una notificación apareció en la interfaz de su sistema: [Alerta de proximidad: Se detectó una señal de alta energía verde. Objetivo: Mei. Potencial de recompensa: significativo.]
An idea, dark and impulsive, took root. He pulled over, a practiced smile gracing his lips as he called her name. Mei's surprise quickly morphed into a hesitant delight as he offered her a ride home. The conversation was stilted, punctuated by her nervous giggles and his own carefully measured charm.
Arriving at her modest apartment building, he offered her a hesitant invitation for a "quick coffee." Her blush deepened, but she nodded, her large eyes filled with a hopeful shyness he now saw in a different light – as an exploitable vulnerability.
Inside, the air crackled with unspoken tension. The system chimed again: [Secondary Objective: Initiate Verdant Interaction with Target. Reward: $10,000 and a 'Charm of Subordination'.]
Just as Mei turned to offer him a drink, a figure materialized seemingly out of thin air in the doorway. He was tall, with a physique that spoke of disciplined strength, dressed in a dark, impeccably tailored suit. His eyes, sharp and assessing, flickered between Jian and Mei.
[System Reward: Verdant Guardian Summoned. Loyalty Level: Absolute.]
Before Mei could utter a word, Jian gave a silent command, the intent crystal clear in his mind. The Guardian moved with swift, silent grace, positioning himself behind Mei. His large hands gently, yet firmly, settled on her hips, pulling her back against his solid frame. Mei gasped, her shyness instantly replaced by wide-eyed alarm.
Jian watched, a detached observer as the Guardian's hands moved with a deliberate slowness, kneading the soft flesh of Mei's generous posterior. Her breath hitched, a small sound of surprise escaping her lips. The Guardian then shifted his grip, his fingers gently but possessively squeezing her ample breasts through her thin blouse. A flush crept up Mei's neck, her initial fear warring with a dawning, bewildered arousal. The scene, unfolding in the confined space of her apartment, held a strange, voyeuristic intensity.
A new notification: [Sub-Objective: Initiate Physical Contact with Verdant Guardian and Target in Athletic Attire. Reward: 'Cornudo Accessories' unlocked.]
An image flashed in Jian's mind: Mei in the simple gym clothes she sometimes wore to their shared morning lectures, her figure outlined by the clinging fabric. The thought ignited a fresh wave of dark desire.
He directed the Guardian with another silent command. The powerful man began to move against Mei, his actions a blatant display of dominance. Mei's body trembled, a low whimper escaping her. The air thickened with a palpable tension, a silent dance of power and vulnerability.
Jian's own body responded, a familiar stirring in his loins. He focused on the scene, the contrast between Mei's initial timidity and the forceful attention of the Guardian, the subtle sway of her form, the involuntary sounds she made.
[Partial Objective Completion. Reward: 'Invisibility Charm' acquired.]
Con una última orden silenciosa, Jian le ordenó al Guardián que cesara el contacto físico, aunque el hombre seguía siendo una presencia amenazante tras una Mei visiblemente conmocionada. Jian le ofreció una sonrisa encantadora, fingiendo preocupación. "¿Estás bien, Mei? Él... apareció de repente. Mi nuevo guardia de seguridad."
Mei solo pudo asentir, respirando entrecortadamente, mientras su mirada oscilaba entre Jian y el gigante silencioso que se encontraba a sus espaldas. El encuentro había sido breve, desconcertante e innegablemente excitante, de una forma que no lograba comprender.
Mientras Jian se excusaba cortésmente y se marchaba, la imagen del rostro enrojecido y tembloroso de Mei persistía en su mente. De vuelta en su elegante coche, el sistema lo felicitó por su progreso; las recompensas ya estaban acreditadas en su cuenta.
Solo en su ático, con las luces de la ciudad centelleando como estrellas fugaces, Jian se entregó al poder floreciente que el Sistema Soberano Verde había desatado. Tres veces esa noche, impulsado por los vívidos recuerdos del 반응 de Mei y la embriagadora promesa de gratificación ilimitada, alcanzó el clímax. Cada liberación fue una reafirmación de su nuevo camino, una declaración de su disposición a abrazar la "energía verde" que fluía en su interior.
Cerrando los ojos, una sonrisa depredadora se dibujó en sus labios. Poder, riqueza, la satisfacción de sus deseos más oscuros: todo estaba ahora a su alcance. Las limitaciones de su vida anterior habían desaparecido, reemplazadas por una emocionante sensación de potencial ilimitado. Comprendió que el mundo estaba listo para conquistarlo.