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Chapter 3 - CAPÍTULO 3 – Acelerador

El sol descendía lentamente sobre Konoha, tiñendo el cielo de un naranja cálido que contrastaba con las sombras alargadas entre los tejados. Las banderas colgaban inmóviles, acariciadas apenas por la brisa fresca del anochecer. El bullicio del día se apagaba con suavidad. La aldea dormía… excepto por un joven que aún se movía entre los árboles.

Yong estaba de pie sobre la rama alta de un roble, con el brazo extendido y una paciencia forjada a base de fracasos.

—Ven aquí, pequeño monstruo...

Frente a él, un gato de pelaje gris atigrado y mirada asesina lo observaba con un odio puro y visceral. Cuando Yong intentó sujetarlo, la criatura le soltó una serie de zarpazos dignos de un chuunin enfurecido… pero esta vez no huyó. Finalmente, con la resignación de una fiera domesticada, permitió que lo bajaran.

Yong descendió del árbol y soltó un suspiro largo. Su brazo estaba cubierto de arañazos, sus piernas temblaban de agotamiento, y el sudor le escurría por la espalda.

—Misión completada —murmuró, con los ojos enrojecidos por el cansancio.

Cinco misiones. En un solo día.

Su cuerpo dolía con cada paso de regreso al Edificio de Asignación de Misiones. Sus pies estaban empapados, su uniforme sucio y rasgado por el trabajo constante. El edificio estaba por cerrar. Solo una luz tenue iluminaba el mostrador.

La misma recepcionista de antes lo miró al acercarse. Esta vez, sus cejas se alzaron en un gesto que rozaba la incredulidad.

—¿Yong...? ¿Terminaste las cinco?

Él asintió en silencio y le entregó los informes. Estaban escritos con tinta corrida, manchados de barro, pero eran legibles. Cada uno con su firma. Cada uno cumplido.

La mujer lo revisó todo, en silencio. Cuando terminó, selló los pergaminos con movimientos más lentos de lo habitual.

—Tú… no eras de los que terminaban ni dos misiones seguidas. ¿Qué cambió?

Yong pensó en mentir, pero solo bajó la mirada. No quería llamar la atención. Aún no.

—Solo me estoy tomando en serio mi carrera —dijo con voz neutra.

La mujer lo observó unos segundos más, luego le devolvió los documentos sellados.

—Descansa, genin. Has tenido un buen día. Pocos lo logran.

Yong no respondió. Solo hizo una reverencia leve y salió, sin mirar atrás.

El distrito rojo estaba más callado de lo normal esa noche. Las farolas parpadeaban, proyectando sombras distorsionadas sobre las paredes grafiteadas. Las prostitutas habían cerrado sus puertas. Algunos borrachos murmuraban en callejones. El olor a aceite quemado y alcohol barato flotaba en el aire.

Yong caminó por las calles conocidas con paso lento. Su cuerpo gritaba por descanso, pero su mente estaba despierta. En alerta. Expectante.

Llegó a su casa. Cerró la puerta con llave. Se quitó los zapatos, y sin siquiera cambiarse o encender la luz, se dejó caer sobre su futón. Exhaló largo y profundo, como quien ha sobrevivido a una guerra invisible.

—Cinco misiones —susurró, con una media sonrisa—. Nada glorioso. Nada ninja. Pero...

Tiiiiin.

El sonido lo atravesó como una descarga de claridad.

Una vez más, la interfaz azul apareció, brillando suavemente en la penumbra de su habitación, como un espíritu digital emergiendo del aire.

[MISIÓN COMPLETADA][5/5 MISIONES DE RANGO D CUMPLIDAS][RECOMPENSA DISPONIBLE: ACELERADOR SINÁPTICO CAT VII – GENERACIÓN 1][¿DESEA INSTALAR? Y/N]

No dudó ni un segundo.

—Sí.

[INSTALANDO...]

Y entonces lo sintió.

Una descarga eléctrica subió desde la base de su columna vertebral, trepando por su espina dorsal como un rayo helado. Sus músculos se tensaron. Su espalda se arqueó. Por un momento, pensó que iba a perder el conocimiento.

Pero no fue dolor. Fue algo distinto. Algo puro. Una reconfiguración.

Su visión se desenfocó… y luego se agudizó. Su respiración se volvió regular. Precisa. Sintió cada latido, cada pulso, cada neurona funcionando con una velocidad que no le pertenecía.

[INSTALACIÓN COMPLETA][MEJORA: ACELERADOR SINÁPTICO CAT VII – GENERACIÓN 1][EFECTO: +85% PROCESAMIENTO NEURAL TEMPORAL DURANTE TAREAS PRECISAS][REFLEJOS, LECTURA DE MOVIMIENTO, REACCIÓN, ENFOQUE: AUMENTADOS BAJO CONDICIONES ESTRATÉGICAS]

—Esto… esto es real…

Se sentó en el futón, sudando. Movió los dedos. Parpadeó. El mundo ya no se movía igual. Las sombras se desplazaban más lentas. El leve zumbido de una mosca en la habitación era más claro. Su mente procesaba demasiado. Y lo entendía todo.

Por un momento, se sintió vivo. Más que nunca.

No era talento. No era herencia. Era tecnología. Fría. Precisa. Letal.

—Soy basura… —susurró, sonriendo—. Pero ahora soy basura afilada.

No comió. No habló más. Solo se quedó ahí, tumbado, mirando el techo agrietado con una extraña sensación en el pecho.

Por primera vez en años... se durmió deseando que llegara el día siguiente.

El sol apenas comenzaba a filtrarse por las cortinas cuando la interfaz azul lo despertó con su zumbido metálico. Como un despertador mecánico que no aceptaba flojera.

[¡BUENOS DÍAS, YONG!][NUEVA MISIÓN DISPONIBLE][OBJETIVO: COMPLETAR 10 MISIONES DE RANGO D][RECOMPENSA: SUBPIEL REFORZADA DE TITANIO – LIGERA]

La luz matutina pintaba de dorado las grietas del techo. Yong observó el mensaje flotando en silencio.

Una sonrisa leve, sin alegría, se dibujó en sus labios.

—Dos días —dijo en voz baja, poniéndose de pie—. En dos días estará hecho.

Se lavó la cara con agua helada. Se vistió sin apuro. Ajustó su banda ninja, esa que ya apenas reflejaba el emblema de la Hoja.

Y salió.

No importaba si las misiones eran humillantes.No importaba si nadie lo notaba.Cada misión era un paso. Cada paso era un arma.

Y en este mundo de clanes, guerras y dioses con ojos malditos…

No había nada más peligroso que alguien sin talento… que decidió no morir.

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