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Chapter 1 - 1

CAPITULO 1

-UN INICIO RARO-

—Estos libros han perdido todo su encanto con el tiempo

murmuró un joven de cabello negro alborotado, mientras hojeaba distraídamente las páginas polvorientas.

Su atuendo era sencillo pero funcional: una camisa de lino desgastada con los puños ligeramente remendados, un chaleco de lana de tonos oscuros, y pantalones de tela gruesa, ajustados con un cinturón de cuero agrietado. Los detalles de su vestimenta reflejaban su vida cotidiana en un pequeño pueblo, donde la utilidad pesaba más que la moda. Sus botas, cubiertas de barro seco, evidenciaban que había recorrido un largo camino.

Había un poco de frustración en su mirada mientras dejaba el libro a un lado, casi con desdén, y exhalaba un profundo suspiro.

Estaba recostado bajo un árbol, cuyas ramas dejaban caer, de vez en cuando, alguna hoja que se posaba suavemente sobre su cabello desordenado o sus piernas cruzadas. Al alzar la vista, el joven observaba a su alrededor: un vasto campo verde que se extendía hasta donde alcanzaba la mirada, adornado con flores dispersas que daban al paisaje un aire sereno y vibrante.

—Será mejor que regrese a casa antes de que madre se preocupe

dijo con voz tranquila, como si el campo pudiera escucharlo.

Se levantó con calma, sacudiendo las hojas que habían caído sobre su camisa de lino sencilla y sus pantalones de tela robusta. Con un suspiro ligero, miró una última vez el árbol que le había dado sombra y descanso, antes de emprender el regreso por el sendero que serpenteaba entre las flores.

—Tendré que ver si han llegado nuevos libros a la biblioteca... aunque lo dudo mucho

pensó el chico, dejando escapar un leve suspiro que parecía llevarse consigo sus esperanzas.

Avanzaba con tranquilidad, sumido en sus pensamientos, cuando de repente se detuvo. Un ligero movimiento en la tierra llamó su atención; no era lo suficientemente fuerte como para considerarse un temblor, pero sí lo bastante inusual como para inquietarlo.

Giró la cabeza rápidamente y vio un grupo de caballos acercándose, tirando de un carruaje. En total, eran tres que pasaron velozmente a su lado, levantando una nube de polvo que lo envolvió por completo.

Cuando el ruido de los cascos y las ruedas finalmente se desvaneció, y el polvo comenzó a disiparse, el joven quedó inmóvil, cubierto de pies a cabeza con una capa de suciedad. Comenzó a toser con fuerza, mientras agitaba las manos en un intento inútil de limpiarse.

—Esto es lo que me gano por no leer afuera de mi casa

dijo con frustración, sacudiéndose el polvo de la ropa y el cabello al tiempo que reanudaba su camino, tratando de ignorar su mala suerte.

Después de unos minutos de caminata, el chico distinguió a la distancia la entrada de un pueblo, ni demasiado grande ni demasiado pequeño, con un aire modesto pero acogedor. Las casas de piedra y madera se alzaban con simplicidad, mientras una ligera humareda salía de algunas chimeneas.

Sin pensarlo demasiado, comenzó a acelerar el paso, deseoso de llegar cuanto antes. Sus botas golpeaban el suelo con rapidez, levantando pequeñas nubes de polvo mientras cruzaba el sendero.

Al llegar finalmente a la entrada, detuvo su carrera abruptamente. Se inclinó ligeramente hacia adelante, apoyando las manos en sus rodillas mientras respiraba agitadamente. Su rostro estaba perlado de sudor, y gotas caían por sus mejillas hasta el borde de su mandíbula.

—si que hace calor.

Con un último suspiro profundo, el chico enderezó su postura y, mientras se secaba la frente con el dorso de la mano, observó con atención el bullicio del pueblo frente a él.

El chico avanzó con paso firme hacia el centro del pueblo, donde se alzaba la biblioteca. Mientras caminaba, no pudo evitar observar el movimiento a su alrededor: los vendedores organizaban frutas, carnes y otros productos en sus puestos, mientras algunos atendían a los clientes que se acercaban a comprar. Las voces de regateos y saludos llenaban el aire, dándole al lugar un ambiente animado y cotidiano.

Sin embargo, su atención se desvió abruptamente cuando el sonido de una trompeta resonó desde el centro del pueblo. El estruendo, claro y solemne, rompió la rutina. De inmediato, las expresiones de los presentes cambiaron: algunos vendedores se mostraron sorprendidos, mientras que otros sonreían, visiblemente emocionados por alguna razón que él no lograba comprender.

En cuestión de minutos, los comerciantes comenzaron a cerrar sus tiendas o puestos apresuradamente. Los clientes también dejaron de lado sus compras y comenzaron a dirigirse hacia el origen del sonido. La multitud se desplazaba con prisa, como si aquel llamado fuera algo importante e inevitable.

El chico, intrigado por la reacción de todos, decidió seguirlos, dejando de lado por un momento su intención inicial de visitar la biblioteca. Se preguntaba qué podía ser tan significativo como para detener toda la actividad del pueblo.

Este al llegar vería a toda la gente del pueblo o casi toda, este vería que el causante del llamado con la trompeta fue de parte de un caballero el cual tenía un armadura brillante y en su cara se podía notar algunas cicatrices este tenía unos ojos de color azul claro y tenía cabello negro, el chico desde una distancia lejana pudo ver lo que muchos no veían esto era gracias a que su visión era muy buena.

—¡Atención, habitantes de este pueblo!

El caballero que había tocado la trompeta habló con un tono firme y autoritario, que resonó con claridad en el aire. Era un hombre de aspecto curtido, con una presencia que denotaba años de experiencia. A su lado, se alineaban cinco caballeros más, todos sin casco, mostrando rostros serios y solemnes. Entre ellos, el más joven destacaba: un chico de cabello rubio y ojos oscuros cuya postura rígida intentaba imitar la de sus compañeros más veteranos.

—Nos presentamos hoy ante ustedes en nombre del rey 

continuó el caballero de la trompeta, mirando a la multitud con una mezcla de respeto y autoridad

—Traemos un mensaje de orgullo y reconocimiento.

El chico, entre los presentes, observó al joven caballero rubio con sorpresa. Una sola palabra escapó de sus labios, apenas audible:

—Lorien...

El caballero líder alzó la voz una vez más, su tono cargado de solemnidad.

—El rey desea honrar públicamente a uno de los nuestros, un joven caballero que muchos de ustedes ya conocen. Él es Lorien, hijo de esta tierra, quien ha demostrado un valor y una dedicación dignos de la Orden.

La multitud murmuró, algunas caras reflejando asombro y otras orgullo. El caballero líder hizo una pausa, dejando que las palabras calaran hondo antes de continuar.

—Hoy, el nombre de este pueblo se eleva gracias a su hijo, quien, con su espada y su corazón, ha traído gloria y honor no solo a nuestra Orden, sino también a cada uno de ustedes.

El caballero joven, Lorien, mantuvo la mirada al frente, pero un leve rubor tiñó sus mejillas al escuchar las palabras.

—¡Siéntanse orgullosos!

proclamó el caballero principal, su voz resonando como un eco en el centro del pueblo

—Este día marca un hito en la historia de este lugar. Por primera vez, de estas tierras ha surgido un caballero de tal calibre, uno que ha demostrado un valor y una habilidad dignos de las más altas honras.

El hombre dejó que sus palabras calaran en la multitud antes de continuar, llevando una mano al pecho con solemnidad.

—El caballero Lorien, hijo de este pueblo, no solo ha llevado su espada al servicio de nuestro reino, sino que ha hecho que el nombre de esta tierra resuene en los oídos del propio rey. Por ello, Su Majestad, en su infinita generosidad, ha decidido recompensar al pueblo que lo forjó y al cual él nunca ha olvidado.

La multitud comenzó a murmurar, entremezclando sorpresa y orgullo. Los ojos de algunos brillaban con emoción, mientras otros asentían lentamente, dejándose envolver por el momento.

—Hoy no solo celebramos los logros de Lorien

continuó el caballero

—sino el espíritu indomable de ustedes, sus maestros, amigos y vecinos. Que este día quede grabado en los corazones de todos como un símbolo de lo que se puede alcanzar con esfuerzo, honor y determinación. ¡Que el nombre de este pueblo resplandezca junto al de Lorien en las páginas de la historia!

El caballero extendió una mano hacia Lorien, quien se mantuvo firme, aunque su rubor traicionaba su juventud y emoción ante las palabras.

El chico, cansado del alboroto, decidió alejarse de la multitud que seguía coreando el nombre de Lorien con entusiasmo. Con pasos firmes, avanzó hacia la biblioteca, que se encontraba a unos pocos metros.

—(No es para menos, Lorien tiene demasiado talento. Aunque, claro, si eres parte de la familia más rica del pueblo, es obvio que llegarás más lejos en este mundo)

pensó mientras el eco de los vítores resonaba en sus oídos.

Ignorando por completo los gritos, empujó las pesadas puertas de madera de la biblioteca. Al entrar, un leve olor a pergamino viejo y tinta lo envolvió, un contraste inmediato con el bullicio exterior.

—¡Bienvenido!... Oh, eres tú, Caín. ¿Cómo estás?

dijo una voz femenina, cálida y amistosa.

La chica que lo saludó parecía tener unos 20 años. Llevaba un vestido sencillo pero elegante, con tonos beige y marrón, que recordaban la madera de las estanterías. Sobre el vestido, portaba un chal de lana clara que le cubría los hombros, práctico para el ambiente fresco del lugar. Un delantal blanco, decorado con bordados en los bordes, indicaba que trabajaba en el cuidado de los libros. Su cabello estaba recogido en una coleta alta, dejando a la vista unos pendientes pequeños en forma de hoja.

Ella lo miró con curiosidad, inclinando ligeramente la cabeza, mientras Caín cerraba la puerta tras de sí, aliviado de haber dejado el ruido atrás.

—(Sinceramente, no me gusta mucho el ruido. Por eso prefiero la tranquilidad de la biblioteca y el jardín). Hola, Elira. Estoy bien, aunque pensaba que estarías reunida allá en el centro del pueblo también

dijo Caín, observando a la chica con curiosidad. Era extraño para él que alguien como ella no estuviera presente en un evento tan importante.

Elira le devolvió una sonrisa amable mientras colocaba cuidadosamente un par de libros en una estantería cercana.

—Oh, no. La verdad, no tenía ganas de ir. Además, alguien tenía que quedarse aquí para recibir un encargo

respondió con serenidad, mientras su mirada volvía a posarse en él.

Para Elira, Caín siempre había sido un chico peculiar. Aunque no era prodigioso, poseía una habilidad natural para aprender, que, aunque lenta en algunas ocasiones, le permitía destacar entre los demás con esfuerzo y dedicación.

—¿Un encargo?

repitió Caín, arqueando una ceja, visiblemente confundido. Esa palabra le resultaba ajena; hacía mucho tiempo que no escuchaba algo similar desde que su madre lo había llevado por primera vez a aquel lugar.

Elira asintió, divertida por la expresión del chico.

—Sí, un encargo. Hace poco, un comerciante trajo varios libros raros desde un lugar lejano, y me pidió que los organizara y revisara. Son textos antiguos, difíciles de conseguir. Creo que podrían interesarte, además de los libros que trajeron de parte del reino seguramente te interesara...te apetece echarles un vistazo.

Caín frunció el ceño, intrigado por la propuesta. La curiosidad comenzaba a despertarse en su interior, desplazando cualquier pensamiento sobre el bullicio del pueblo.

Era genial para Caín saber que ahora había más libros en la biblioteca. Había leído casi todos los existentes, y siempre los encontraba como una forma perfecta de entretenimiento. Su conocimiento era vasto, y la idea de que pudieran haber más libros despertaba su curiosidad por todo lo que esos nuevos textos podrían ofrecerle.

—¿Cuántos llegaron?

preguntó el chico, con seguridad y una chispa de curiosidad en su voz.

Elira soltó una pequeña risa al ver la expresión de Caín, un tanto infantil pero genuina. A ella le agradaba esa actitud en él, le parecía curiosa y, de alguna manera, tierna.

—Bueno, en total llegaron más de 45 libros

respondió, mientras revisaba una hoja con las anotaciones que había hecho.

Caín levantó una ceja, sorprendido. La cantidad era mucho mayor a lo que había imaginado. Elira, al notar su expresión, volvió a mirar la hoja y sonrió con satisfacción.

—Escucha, tu gran amiga Elira se tomó el tiempo de contar cuántos libros te podrían gustar, Porque, ya sabes, la mayoría son cuentos para niños o libros de comedia. —dijo, mostrándole una sonrisa orgullosa y un aire de seguridad.

Caín no pudo evitar reírse ante su actitud, un tanto juguetona.

—Vaya, no sabía que me considerabas un gran amigo

respondió entre risas, sintiendo una extraña calidez en el gesto de Elira.

Elira había tomado la molestia de contar los libros no solo por el amor a los libros, sino también porque Caín era su visitante más frecuente. De hecho, él era la única persona que acudía a la biblioteca con regularidad. Desde que comenzó a charlar con él, Elira había comenzado a sentir un aprecio genuino por su compañía. A pesar de que la biblioteca no tenía mucha afluencia de visitantes y carecía de apoyo, Caín siempre era el que más tiempo pasaba allí, y eso le brindaba una sensación de consuelo en su soledad. A veces, los libros no eran lo único que necesitaba, sino alguien con quien compartir un poco de compañía.

—Te considero un amigo desde que tenías siete años

dijo Elira, mientras apilaba con cuidado algunos libros. Su sonrisa era cálida y genuina

— Además, ver a alguien que ama los libros hace que mi trabajo no sea tan malo, jeje.

Caín soltó una pequeña risa ante el comentario, agradecido por la cercanía que Elira mostraba. A pesar de lo seria que podía parecer a veces, su actitud relajada y amistosa era algo que siempre le había atraído.

—Mira, aquí están

dijo Elira, colocando con precisión los libros sobre la mesa

—En total son 17, cada uno de diferentes autores. Seguro que con eso te divertirás.

Caín sonrió de oreja a oreja, los ojos brillando con un entusiasmo palpable. Elira, al observarlo, sintió que veía un par de pequeñas estrellas en sus ojos. Algo en su expresión la hizo sonreír también, apreciando lo genuino y tierno que era en su emoción.

—Viendo tu cara, se nota que los quieres

dijo Elira con una sonrisa divertida

—Adelante, chico, son todos tuyos.

Caín no pudo contener su alegría y, casi sin pensarlo, extendió las manos para tomar todos los libros a la vez. Pero antes de que pudiera hacer más, Elira rápidamente puso una mano delante de él, deteniéndolo suavemente.

—Calma, Caín

dijo con una ligera risa

—Sé que estás emocionado, pero no creo que seas capaz de cargar esa cantidad de libros.

Ella lo miró con ternura, sabiendo que no quería decir que era débil, sino simplemente que Caín no destacaba por su fuerza física, algo que él mismo ya conocía muy bien. Sin embargo, el chico siempre demostraba una mente ágil y un espíritu determinado.

Caín se quedó quieto por un momento, avergonzado pero también divertido. Sabía que Elira tenía razón, aunque no le gustaba admitirlo.

—Escucha, lleva los que puedas y luego, cuando termine de trabajar, te llevo los demás, ¿te parece?

dijo Elira, con una sonrisa amable mientras observaba a Caín, quien aún se sentía algo avergonzado por haber intentado cargar todos los libros a la vez.

Caín asintió rápidamente, un poco ruborizado.

—Muchas gracias, Elira, eres muy amable.

Con eso, agarró siete libros, cuidadosamente apilados, y comenzó a caminar hacia la salida de la biblioteca.

—Gracias por esto, Elira.

dijo Caín, su rostro aún ligeramente sonrojado por la vergüenza.

Elira simplemente movió la mano en un gesto amistoso de despedida, soltando una pequeña risa al verlo tan avergonzado.

—No hay de qué, Caín. Cuídate

respondió, con una sonrisa en sus labios.

Caín salió de la biblioteca y se adentró en el camino hacia su casa. A medida que avanzaba, observó cómo las personas volvían a sus rutinas diarias, pero con una ligera diferencia. Había más sonrisas en sus rostros, una alegría palpable que no había notado antes.

—(Seguramente debe ser porque van a venir más personas del extranjero a visitar el pueblo, seguramente por la fama que ha ganado Lorien…)

pensó Caín mientras avanzaba, observando las caras de los pueblerinos.

Su mente, sin embargo, rápidamente se desvió hacia los libros que llevaba consigo.

—(Sin dudas, este mundo es totalmente diferente a lo que había pensado… Oh, bueno, es mi culpa por pensar que sería un ser ultra poderoso y absurdo, sin sentido, al que nadie podría hacerle frente. Los fanfics o isekais me corrompieron al pensar eso…)

Al darse cuenta de cómo había idealizado su situación en este nuevo mundo, Caín soltó una pequeña risa. A pesar de la emoción por los libros, la realidad de su vida lo estaba golpeando con más claridad. No era el héroe todopoderoso de las historias, pero sí un chico con una gran pasión por aprender, y tal vez eso era suficiente para empezar.

Caín llegó a lo que parecía su casa, un hogar modesto pero acogedor. Aunque no era grande, tenía todo lo necesario. Desde el exterior, se podía ver el humo saliendo suavemente de la chimenea, lo que indicaba que alguien estaba adentro, probablemente preparando algo para comer. Caín suspiró aliviado al llegar, este entraría empujado la puerta con su hombro

—Hola, mamá, ya llegué

dijo, su voz llena de familiaridad mientras se dirigía hacia la cocina.

Su madre, que estaba en medio de cortar unas verduras, levantó la vista al escuchar su voz. Al ver que su hijo había regresado, se levantó de inmediato, limpiándose las manos rápidamente antes de acercarse a él. Sin perder tiempo, empezó a acomodar los libros que Caín había traído, colocándolos con cuidado sobre la mesa cercana.

Luego, se volteó para abrazar a su hijo con fuerza, abrazándolo como si el simple gesto pudiera transmitir todo su amor y alivio.

—Me alegro de que hayas vuelto bien, cariño

dijo ella, su voz suave pero llena de una calidez que solo una madre podría mostrar.

Era una mujer de cabello largo y negro, que caía en ondas suaves sobre sus hombros, con unos ojos igualmente oscuros que reflejaban una ternura infinita hacia su hijo. Su rostro mostraba señales de cansancio, pero su expresión siempre se iluminaba al ver a Caín.

La madre de Caín estaba vestida con un sencillo pero cómodo atuendo adecuado para su trabajo en casa. Llevaba una blusa de algodón de color claro, tal vez un suave tono beige o blanco, que le permitía moverse libremente mientras cocinaba o hacía tareas en el hogar. La blusa tenía mangas cortas y estaba ligeramente arrugada debido al trabajo que estaba realizando.

En la parte inferior, usaba una falda larga de un color oscuro, quizá marrón o gris, que no solo era práctica, sino que también le brindaba comodidad para moverse entre la cocina y otras áreas de la casa. La falda estaba bien ajustada en la cintura con un cordón o cinturón sencillo.

Caín, sonriendo, correspondió al abrazo, sintiendo el consuelo y la seguridad que solo su madre podía ofrecerle.

—Yo también, mamá

respondió con voz tranquila, sintiendo una paz momentánea al estar de vuelta en casa.

—estoy preparando la comida mientras tanto tú puedes organizarte y veo que trajiste más libros.

Diría la madre la cual miraba los libros que había traído su hijo.

—si ma son nuevos...y padre?

Diría Caín mirando hacia todos los lados tratando de buscar a su padre.

—el está en su trabajo cariño recuerda que llegará un poco más tarde.

Diría ella mientras se devolvia a la cocina a terminar lo que estabas haciendo Caín por otro lado solo se acomodaría en la mesa para buscar un libro que le llames la atención para leer primero, su padre siempre estaba en el trabajo el ser herrero era algo en lo que su padre destacaba de hecho el fue él quien hizo las espadas de Lorien en su viaje hacia el reino.

Este miraría los libros y cada uno trataba de casi lo mismo aunque era de diferentes autores trataban del mismo tema;la magia

Era algo que le había llamado la atención cuando la descubrió fue una vez en la que habían llegado a hacer una presentación pensó que todo era falso pero sorpréndete mente no fue así, según Elira eso era magia auténtica algo que había dejado a Caín perplejo.

Obviamente si sabes que en un mundo de fantasía existe la magia tratarias de aprender fue algo que intento Caín cuando la descrubio pero se dio cuenta que su nivel de utilizar magia era mediocre trato de hacer una bola de agua por medio de un libro que enseñaba esto pero lo único que pudo sacar fue una mísera gota de agua que era más pequeña que una gota de sudor

Apesar de su frustración, la curiosidad seguía. Sabía que no era prodigioso como Lorien por eso dejo de lado la magia, aunque no le molestaba ya que su familia no destacaba en la magia

Caían se detendría abruptamente debido al ver un libro el cual aunque trataba de magia era más llamativo que los demás, así que lo abriría el libro.

—...(No tiene título, bueno aunque ya eh leído varios libro que no lo tienen pero es raro verlo en un libro de magia)

Cain seguiría ojeando el libro hasta encontrar el primer capítulo el cual tenía escrito

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Capítulo 1

La magia

es un poder natural que se puede controlar y manipular a través de hechizos y rituales. En este mundo, la magia se clasifica en diferentes tipos según su naturaleza y los métodos que se utilizan para invocarla o controlarla.

Sistemas mágicos y escuelas: La magia se divide en varias escuelas y categorías, dependiendo del tipo de poder que se emplee. Por ejemplo, hay magia elemental (como el control de fuego, agua, viento, tierra, etc.), magia curativa, magia de ilusiones, entre otras. Cada una tiene sus propios métodos de invocación y control.

Mana y energía mágica:la magia depende de una fuente de energía llamada mana, que es un recurso limitado que fluye a través de los seres vivos y la naturaleza. Cuanto mayor es la cantidad de mana disponible, más poderosa puede ser la magia. Las personas que son capaces de utilizar magia deben tener una cantidad significativa de mana en su interior.

Aprendizaje y dominio de la magia: Para usar magia, un individuo debe aprender cómo manipular el mana y aprender los hechizos, la capacidad para usar magia no es universal; algunos individuos tienen más afinidad para ciertos tipos de magia, mientras que otros pueden ser más débiles o tener dificultades para aprenderla. Los magos a menudo comienzan su aprendizaje desde jóvenes, y se entrenan en academias de magia o bajo la tutela de magos experimentados.

Magia elemental: Una de las formas más comunes de magia en el mundo es la magia elemental, que permite a los magos controlar los elementos de la naturaleza. Los magos pueden conjurar hechizos para crear fuego, viento, agua, tierra, etc., y usar estos poderes de formas ofensivas, defensivas o para manipular su entorno.

Magia avanzada y especial: En el mundo, existen magias más poderosas y avanzadas, como la magia de la destrucción o la magia de la curación. Algunas magias son más raras o difíciles de dominar, y a menudo se consideran técnicas secretas que solo los magos más experimentados pueden ejecutar.

Invocación de espíritus: Algunos magos tienen la capacidad de invocar seres espirituales o criaturas mágicas. Este tipo de magia es menos común y más compleja, ya que no solo requiere mana, sino también una gran habilidad para conectar con seres sobrenaturales.

Rituales y encantamientos: Aparte de los hechizos rápidos y sencillos, la magia también puede requerir rituales complejos o encantamientos especiales. Estos son más poderosos y pueden tener efectos duraderos o cambiar el curso de eventos significativos, como el uso de magia de invocación o la magia para controlar el tiempo y el espacio

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——Hasta ahora solo explica lo básico, pero... parece que tiene una solución para las personas con poca o ninguna cantidad de mana.

Murmuró Caín, inmerso en las páginas del libro, sus ojos brillando con curiosidad mientras pasaba una página tras otra.

—Voy a estar en el Árbol Madre.

Anunció mientras cerraba el libro momentáneamente, poniéndose de pie y dirigiéndose hacia la puerta con pasos apresurados.

—Está bien, pero cuando regreses, asegúrate de lavarte las manos antes de comer.

Respondió su madre, quien observaba a su hijo salir con una sonrisa cálida antes de retomar sus labores en la cocina.

Caín caminó hasta un árbol enorme que se alzaba a pocos metros de su casa. Su sombra ofrecía un refugio fresco y tranquilo, el lugar perfecto para leer sin interrupciones. Una vez ahí, se acomodó entre las raíces y volvió a abrir el libro, listo para descubrir los secretos que prometía revelar.

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Después de explicar lo básico, seguramente estés interesado en saber qué hacer si no posees suficiente mana. Este libro está diseñado para abordar ese problema y enseñarte cómo puedes practicar magia incluso con una cantidad limitada de mana...

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¿Es posible realizar magia sin poseer mana o con una cantidad insuficiente?

Sí, existen métodos alternativos que permiten a una persona sin mana, o con muy poco, realizar magia adecuadamente. Estos métodos son fruto de la experiencia de numerosos magos y de observaciones realizadas a lo largo de los años en los cuales me encargue de recopilar y que ahora toda esa recopilación está en Este libro.

Uno de los métodos más destacados es el siguiente:

Votos Vinculantes

Este método consiste en que una persona con un alto nivel de mana puede establecer un vínculo con otra persona que carezca de mana o tenga cantidades insuficientes. A través de este vínculo, el usuario con mayor mana (el vinculador) puede compartir parte de su energía con la otra persona (el vinculado), permitiéndole realizar magia.

Beneficios:

1. El vinculado obtiene una cantidad de mana proporcional a lo que el vinculador decida compartir, lo que le permite ejecutar magia de forma adecuada.

2. Este método permite que personas sin habilidades mágicas innatas puedan desempeñarse como magos.

Desventajas:

1. El vinculador tiene la capacidad de cortar el vínculo en cualquier momento, recuperando la totalidad del mana compartido.

2. La distancia entre ambas personas no afecta la capacidad del vinculador para romper el vínculo, dejando al vinculado sin acceso al mana prestado.

3. Si el vinculado depende demasiado de este vínculo, puede quedar completamente incapacitado al perder el mana.

opinión personal: no recomiendo esto como puedes ver hay más desventajas que beneficiós, pero si decides hacer esto queda todo bajo tu responsabilidad.

A continuación, se describe otro método para realizar magia sin depender directamente de tu propia cantidad de mana:

Objetos mágicos

Este método es bastante sencillo: si no posees mana suficiente o careces de él, puedes utilizar objetos mágicos que lo contengan. Estos objetos almacenan mana y te permiten realizar hechizos y conjuros. La efectividad de este método depende tanto del objeto como de la cantidad de mana almacenada en él

Beneficios:

1. Versatilidad: Los objetos mágicos pueden ser diseñados para diversas funciones, desde almacenar mana hasta servir como armas o herramientas defensivas.

2. Ejemplo práctico: Existen espadas mágicas con diferentes cantidades de mana almacenadas. Algunas tienen capacidades superiores, permitiendo realizar hechizos avanzados o incrementar la potencia de ataques.

Desventajas

1. Dependencia del objeto: Si pierdes el objeto mágico, quedarás completamente incapacitado para realizar magia.

2. Limitaciones de uso: La cantidad de mana del objeto es finita, lo que significa que puede agotarse si se utiliza en exceso.

3. Costos: Los objetos mágicos suelen ser costosos y difíciles de conseguir, especialmente aquellos que contienen grandes cantidades de mana o tienen características únicas.

Opinión personal: No hay mucho que decir aquí.

El siguiente metodo es:

Emociones Fuertes

Este método es considerado una leyenda entre los estudiosos de la magia, una técnica que solo un puñado de individuos en toda la historia ha logrado activar. Se dice que permite a una persona acceder a un mana descomunal, incluso si carece de reservas suficientes o nunca antes ha utilizado magia. Sin embargo, las condiciones para alcanzar este estado son tan extremas y peligrosas que muchos dudan de su existencia o lo consideran un fenómeno natural, no algo que pueda replicarse intencionalmente.

Se cree que el mana, al estar conectado con el alma y las emociones, puede responder de manera explosiva en situaciones de intensa carga emocional, como un profundo dolor, un deseo ferviente de proteger, o una ira incontrolable. Pero este despertar no está al alcance de cualquiera: las emociones deben ser puras, absolutas y desgarradoras, un estado mental que muy pocos humanos pueden soportar sin quebrarse por completo.

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Beneficios

1. Despertar único: Este método puede otorgar a un usuario una cantidad de mana inimaginable, comparable al de los grandes prodigios o incluso a criaturas mágicas de leyenda.

2. Poder inigualable: En este estado, los hechizos alcanzan un nivel de devastación y perfección que va más allá de cualquier aprendizaje formal. Se dice que aquellos que logran usar este método rivalizan con los magos más poderosos del mundo, aunque sea por un breve instante.

3. Legado eterno: Los pocos que han accedido a este poder han sido recordados en la historia como figuras míticas, sus hazañas grabadas en libros y canciones por generaciones.

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Desventajas

1. Condiciones extremas: Solo situaciones límite, como la muerte inminente o el sacrificio por un ser querido, pueden desencadenar este fenómeno. Incluso bajo tales circunstancias, la mayoría de las personas jamás logra alcanzarlo.

2. Riesgo mortal: El cuerpo humano no está diseñado para canalizar mana de esta magnitud. Quienes acceden a este poder suelen sufrir daños irreparables: pérdida total del mana, enfermedades crónicas o incluso la muerte inmediata.

3. Impacto psicológico: La experiencia de desatar mana a través de emociones extremas puede destrozar la mente del usuario, dejándolo emocionalmente inestable o con traumas severos.

4. No replicable: Este método no es una habilidad que pueda aprenderse o entrenarse. Es un evento único y, para la mayoría, irrepetible.

7. nestabilidad mental: El uso de emociones como detonante puede dañar la psique del usuario, provocando cambios de personalidad, traumas profundos o incluso pérdida de control sobre su magia.

6. Daño físico: La liberación abrupta de mana puede sobrecargar el cuerpo, causando agotamiento severo, desmayos, quemaduras internas o incluso la muerte si se abusa de este recurso.

8.incapacidad para aprender: No enseña al usuario a canalizar mana de manera adecuada, ya que depende exclusivamente de factores externos y emocionales.

Opinión personal

El Método no es algo que pueda buscarse o reproducirse. Es un evento extraordinario que ocurre solo en los momentos más desesperados, cuando las emociones humanas trascienden los límites de lo físico y espiritual. Sin embargo, el costo es tan alto que no puedo recomendarlo ni siquiera como último recurso. Si te encuentras en una situación donde esto llegue a pasar, prepárate para afrontar consecuencias que cambiarán tu vida para siempre.

El siguiente metodo es:

Sincronización Anímica

Este método es una técnica legendaria y extremadamente difícil, que permite al usuario infundir su pequeña cantidad de mana directamente en un arma, en este caso, una katana, sincronizando su flujo de energía vital (y mana) con el arma misma. Aunque es una técnica que requiere años de práctica y un dominio perfecto de la concentración, en manos de alguien con gran dedicación, puede convertir incluso un arma ordinaria en una herramienta mágica de inmenso poder.

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¿Cómo Funciona?

1. Canalización Inicial:

El usuario comienza aprendiendo a canalizar pequeñas cantidades de mana en la hoja de la katana. Aunque su reserva es mínima, el secreto está en usarla eficientemente, haciendo que cada gota de mana fluya a través del arma sin desperdicio.

2. Sincronización con el Alma del Usuario:

Con el tiempo, la katana se convierte en una extensión del usuario. Esto no solo le permite manejarla con precisión sobrenatural, sino también amplificar las características del arma al resonar con las emociones, pensamientos e intenciones del portador.

3. Activación de Técnicas Especiales:

Una vez dominada la sincronización, el usuario puede imbuir temporalmente su katana con habilidades mágicas específicas. Por ejemplo, envolverla en llamas, hielo, o incluso un filo invisible de energía mágica que corta más allá de lo físico. Estas habilidades no requieren grandes cantidades de mana porque están diseñadas para usar el flujo constante entre el usuario y el arma.

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Beneficios

1. Eficiencia de Mana:

La técnica aprovecha al máximo la pequeña cantidad de mana del usuario, convirtiéndola en un flujo constante y estable.

2. Arma Personalizada:

La katana se convierte en una herramienta única, adaptada exclusivamente a su portador. Con el tiempo, puede desarrollar habilidades únicas basadas en la conexión del usuario con el arma.

3. Versatilidad en Combate:

Las técnicas mágicas que surgen de esta sincronización pueden ser ofensivas, defensivas o incluso utilitarias, dependiendo de cómo el usuario utilice su conexión con el arma.

4. Desarrollo Personal:

Este método no solo mejora el poder del usuario, sino también su vínculo emocional y mental con su arma, fortaleciendo su resolución y aumentando su enfoque en combate.

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Desventajas

1. Proceso Largo y Difícil:

Dominar la Sincronización Anímica requiere años de entrenamiento y práctica constante, así como un vínculo emocional profundo con el arma.

2. Dependencia del Arma:

Si el usuario pierde su katana o esta se daña, la conexión se rompe, y no podrá usar las habilidades mágicas hasta forjar un nuevo vínculo con otra arma.

3. Fatiga Mental:

La sincronización constante puede ser agotadora mentalmente, especialmente en las primeras etapas de aprendizaje, lo que hace que el usuario sea vulnerable a distracciones o errores.

4. Limitaciones del Arma:

La katana en sí misma debe ser de alta calidad, o incluso tener propiedades mágicas latentes para soportar la presión del mana infundido sin romperse.

El siguiente metodo es:

Resonancia Mágica

Este método es un enfoque innovador para aquellos con cantidades de mana tan bajas que no pueden usar magia de manera convencional. En lugar de depender exclusivamente de su propia reserva, el usuario aprende a "resonar" con la magia del entorno o incluso con las fuentes mágicas de otras personas u objetos cercanos. Este proceso requiere una comprensión profunda de la magia y una disciplina extraordinaria, pero en manos de alguien con paciencia y determinación, puede igualar o superar a los magos tradicionales.

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¿Cómo Funciona?

1. Conexión con el Entorno:

El usuario utiliza su pequeña cantidad de mana como un "ancla" para sincronizarse con las partículas de mana en el aire, en la tierra, o en elementos naturales como el agua y el fuego. Esto requiere concentración y práctica, pero una vez dominado, permite canalizar magia desde el entorno en lugar de depender únicamente de la propia reserva.

2. Sintonización con Objetos Mágicos:

A través de la resonancia, el usuario puede amplificar el poder de objetos mágicos que contienen mana, usándolos como una extensión de su propio poder. Esto podría incluir bastones, joyas o armas encantadas.

3. Aprovechamiento de Fuentes Externas:

En situaciones específicas, el usuario puede resonar con la magia de aliados o criaturas mágicas cercanas, extrayendo pequeñas cantidades de mana prestado sin agotar significativamente al donante. Sin embargo, esto debe hacerse con permiso para evitar conflictos mágicos.

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Beneficios

1. Accesibilidad:

Este método permite a cualquier persona, incluso aquellas con cantidades mínimas de mana, acceder al uso de magia avanzada a través de la conexión con su entorno.

2. Eficiencia:

Al aprovechar el mana ambiental, el usuario no agota su pequeña reserva personal, lo que le permite usar magia de manera más constante en comparación con los métodos tradicionales.

3. Adaptabilidad:

La Resonancia Mágica puede usarse en cualquier lugar donde haya mana ambiental, lo que significa que el usuario nunca se queda sin recursos mientras esté en un entorno mágico.

4. Único y Especializado:

Pocos magos aprenden esta técnica porque requiere mucho tiempo de práctica y un enfoque completamente diferente al uso de magia convencional, lo que hace que los usuarios de este método sean raros y valiosos.

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Desventajas

1. Dependencia del Entorno:

En áreas con poca o ninguna magia ambiental, este método se vuelve prácticamente inútil, dejando al usuario vulnerable.

2. Complejidad:

Requiere un entendimiento profundo de cómo funciona el mana y un nivel de concentración y disciplina que muchos no tienen.

3. Limitaciones Iniciales:

Los principiantes en este método no podrán acceder a hechizos de gran escala, ya que su capacidad para resonar con el entorno será limitada al principio.

4. Tiempo de Ejecución:

Sintonizarse con el entorno o un objeto mágico toma tiempo, lo que puede ser un problema en situaciones de combate rápidas.

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—¡CAÍN, VEN A COMER!

La voz de su madre resonó desde fuera de la casa, sacándolo bruscamente de sus pensamientos. Caín, inmerso en el libro que leía bajo el árbol, se sobresaltó al escuchar su nombre. Había estado tan absorto en la lectura que había perdido completamente la noción del tiempo y de su entorno.

—¡Voy, madre!

respondió mientras cerraba apresuradamente el libro y se ponía de pie.

Corrió hacia la casa, sintiendo un leve rubor en las mejillas al darse cuenta de cuánto se había distraído. Al entrar, se detuvo frente a su madre, quien servía la comida con calma.

—Lamento la demora

dijo con una pequeña reverencia, su tono genuinamente apenado.

Su madre lo miró con una sonrisa indulgente mientras terminaba de colocar los platos en la mesa.

—No te preocupes, cariño. Solo ve a lavarte las manos antes de sentarte a comer.

—Sí, madre

respondió Caín con rapidez, y se dirigió al lavamanos sin pensarlo dos veces.

Tras lavarse bien las manos, regresó a la mesa y se acomodó en su lugar. Sus ojos se iluminaron al ver el plato frente a él: la comida se veía deliciosa, como siempre.

—(Madre nunca falla con esto...)

pensó con una sonrisa mientras inhalaba el aroma del platillo.

La mujer se sentó frente a él y le dedicó una mirada cálida.

—Disfruta la comida, cariño

dijo antes de empezar a comer con tranquilidad.

Caín asintió, tomando los utensilios para comenzar a comer. La comida sabía tan bien como lucía, y durante unos instantes, el ambiente en la casa quedó envuelto en una paz silenciosa, rota únicamente por los sonidos de las cucharas y los platos.

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.

—Voy a estar nuevamente afuera, mamá.

Caín anunció mientras cruzaba la puerta de la casa. Su madre, ocupada lavando los platos, simplemente asintió con una sonrisa distraída, acostumbrada a que su hijo buscara refugio bajo el árbol cercano.

Una vez afuera, Caín caminó hacia su lugar habitual. El clima había cambiado; el sol radiante que iluminaba el día ahora estaba oculto tras un cielo nublado. El aire era fresco, y el frío que comenzaba a asentarse le resultaba agradable.

Al llegar al árbol, se sentó bajo su sombra, acomodándose en el mismo lugar de antes. Con el libro en sus manos, estaba listo para sumergirse de nuevo en sus páginas, ansioso por continuar lo que había dejado a medias. Sin embargo, justo cuando se disponía a abrirlo, un movimiento repentino lo sobresaltó.

—¡Eh!

exclamó, desconcertado El libro había sido arrebatado de sus manos en un instante. Caín alzó la vista, sorprendido, buscando al responsable de esa inesperada interrupción.

Caín se sorprendió aún más al reconocer al responsable de la acción.

—¿...Lorien?

preguntó, con los ojos bien abiertos mientras miraba al chico de armadura, que soltaba una risa divertida al notar su reacción.

—Perdón por eso, Caín, pero necesitaba llamar tu atención.

Lorien hablaba con una mezcla de seriedad y broma, mientras sostenía el libro que acababa de arrebatarle. Su postura relajada contrastaba con la imponente armadura que llevaba, símbolo de su estatus.

—¿Llamar mi atención?

replicó Caín, aún algo desconcertado. Su sorpresa comenzó a desvanecerse, dando paso a una expresión de confusión.

—Sí, exactamente. O acaso ya se te olvidó que cuando te pones a leer, te desconectas del mundo. Ignoras a todos a tu alrededor, ¿o no?

Lorien acompañó sus palabras con una sonrisa traviesa, claramente disfrutando de la situación.

Caín bajó la mirada, ligeramente avergonzado.

—Bueno… no lo hago a propósito…

Diría Caín mientras se levantaba aún avergonzado lorien rió aún más fuerte, dándole un par de palmadas en el hombro.

—Lo sé, lo sé.

Diría Lorien mirando aun divertido a Caín el cual tenía un pequeño rubor de vergüenza.

—por cierto que haces por acá?

Diría Caín mirando con confusión a la llegada del chico el cual al escuchar eso solo se tocaría la nuca y en su cara se podía notar los nervios.

—bueno quería volver a hablar con mi mejor amigo.

Diría Lorien mientras en su cara había un pequeño sonrojo al parecer los roles se habían invertido y ahora el avergonzado era Lorien, pero las palabras de Lorien sorprenderian un poco a Caín

Caín lo miró sorprendido, parpadeando un par de veces. No esperaba escuchar algo así.

—¿… mejor amigo?

repitió, intentando procesar lo que acababa de oír.

La sinceridad en las palabras de Lorien le resultó desconcertante, pero al mismo tiempo, le llenó de una calidez inesperada.

Lorien simplemente asintió, evitando su mirada por un momento, antes de dejar escapar una pequeña risa nerviosa.

—Sí, claro. ¿O creías que había olvidado todas esas charlas y el tiempo que pasamos juntos?

Lorien seguía mirando a Caín con una sonrisa sincera, sus ojos reflejando lo mucho que disfrutaba estar ahí hablando con el.

—No te lo tomes a mal, pero... pensé que te habías olvidado de mí

dijo Caín con una expresión neutral, mientras observaba cuidadosamente la reacción de su amigo.

Lorien abrió los ojos con sorpresa, llevándose dramáticamente una mano al pecho como si hubiera recibido una puñalada invisible.

—¡¿Olvidarme de ti?! Caín, por favor, ¿crees que tengo memoria de pez o qué?

dijo Lorien, llevándose una mano al pecho con fingida indignación.

Caín soltó una pequeña risa al ver su actuación, pero pronto adoptó una expresión mezcla de sarcasmo y burla mientras lo miraba de arriba a abajo.

—Bueno… considerando que tu familia parece una secta de nobles obsesionados con reuniones eternas y que te fuiste como si te hubiera tragado un portal mágico… pues, no apostaba por verte regresar.

Lorien abrió los ojos como platos y alzó las manos, como si acabaran de acusarlo de un crimen.

—¿Una secta? ¡Por favor! Si mis padres hicieran algo emocionante como rituales con túnicas y velas, al menos tendría historias que contar. Pero no, lo más interesante que hacen es discutir si el pan de ayer estaba más fresco que el de hoy.

Caín no pudo contener la risa y, tras un momento, ambos estallaron en carcajadas. Cualquier distancia que el tiempo hubiera puesto entre ellos desapareció en un instante

—Ufff, pero dime, ¿cómo te fue siendo parte del ejército del rey? Suena emocionante.

Caín intentó contener la risa mientras miraba a Lorien, quien se limpiaba una lágrima tras tanto reír. Al escuchar la pregunta, Lorien lo observó con una expresión que indicaba que ya esperaba ese comentario.

—Bueno… digamos que me ha ido bien. Como ves, ahora soy reconocido, he ganado popularidad gracias a mi poder y habilidades.

Lorien adoptó una pose orgullosa, lo que solo provocó más gracia en Caín.

—Oye, ¿por qué no caminamos un rato y me sigues contando más?

Caín lo miró con una sonrisa. Lorien dejó su pose, le devolvió la sonrisa y asintió.

—Espera… ¿y tu mamá? No la he saludado.

Lorien preguntó con cierta duda, mirando a Caín. Este desvió la mirada hacia su casa por un instante antes de volver a enfocarse en su amigo.

—No te preocupes, después la saludas. Sabe que si no estoy aquí, seguramente estaré en la biblioteca. Vamos.

Caín se puso de pie y comenzó a caminar en dirección al pueblo. Lorien lo observó por un momento antes de soltar una sonrisa nerviosa y seguirlo.

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.

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Caín y Lorien corrían a toda velocidad por el bosque, esquivando ramas y saltando sobre raíces traicioneras mientras un monstruo gigantesco los perseguía con un rugido ensordecedor. Todo había comenzado como una simple demostración de habilidades, pero terminó en una persecución a muerte cuando Lorien, en su infinita sabiduría, decidió lanzar un hechizo de fuego en medio del bosque.

—¡¡¡¿POR QUÉ SE TE OCURRIÓ QUE ERA BUENA IDEA HACER UN HECHIZO DE FUEGO EN UN BOSQUE COMO ESTE?!!! —gritó Caín, jadeando mientras intentaba no tropezar.

Lorien, con su espada en una mano y su dignidad en la otra (a punto de perder ambas), miró de reojo a Caín con una expresión nerviosa.

—¡¡¡LO SIENTO, NO SABÍA QUE ESTE BOSQUE TENÍA ESTE TIPO DE BESTIAS!!!

—¡¡¡¿CÓMO QUE NO SABÍAS, IMBÉCIL?!!! SI CUANDO ÉRAMOS NIÑOS SIEMPRE VENÍAMOS AQUÍ A DOCUMENTAR TODAS LAS BESTIAS QUE PODÍAMOS ENCONTRAR. ¡¡¡HASTA LES PUSIMOS NOMBRES!!!

Lorien tragó saliva y desvió la mirada.

—Bueno… sí… pero, en mi defensa, pensé que ya se habían extinguido…

El rugido del monstruo los interrumpió, haciéndolos correr aún más rápido.

—¡¡¡¿CÓMO QUE PENSASTE QUE SE HABÍAN EXTINGUIDO?!!!

gritó Caín, esquivando una rama baja con la agilidad de quien realmente no quería morir

—¡¡¡SI SABES QUE ESAS BESTIAS VIVEN MÁS TIEMPO QUE NOSOTROS!!!

—¡NO LO SÉ, NO SOY UN ERUDITO EN MONSTRUOS!

respondió Lorien, aferrando su espada como si eso le fuera a servir de algo mientras saltaba sobre una raíz expuesta

— ¡ADEMÁS, ¿QUIÉN SE SUPONE QUE ANDA LLEVANDO LA CUENTA DE CUÁNTOS QUEDAN?!

Caín le lanzó una mirada de puro odio antes de volver la vista al frente.

—¡PUES TAL VEZ, NO LO SÉ, EL HECHO DE QUE SON GIGANTES, ACORAZADOS Y MÁS DIFÍCILES DE MATAR QUE UNA CUCARACHA DEBERÍA HABER SIDO UNA PISTA!

Lorien tragó saliva y torció la boca.

—... En mi defensa, creí que no era un hechizo tan poderoso...

Caín casi tropieza al escuchar eso. Se giró hacia Lorien con una expresión entre incredulidad y furia.

—¿¡QUE NO ERA TAN PODEROSO?! ¡¿ME ESTÁS DICIENDO QUE CASI QUEMASTE UN BOSQUE ENTERO POR UN ERROR DE CÁLCULO?!

Lorien soltó una risa nerviosa mientras seguía corriendo.

—¡Bueno, técnicamente solo fue una parte del bosque...!

—¡OH, CLARO, SOLO UNA PARTE! ¡COMO SI ESO FUERA A HACER QUE ESTA BESTIA NOS PERDONE Y NOS INVITE A TOMAR EL TÉ!

El rugido ensordecedor del monstruo hizo que los chicos se agacharan instintivamente, sintiendo el viento de sus enormes garras pasarles rozando la cabeza.

—¡EN MI DEFENSA, NO PENSÉ QUE SALDRÍA TODO TAN MAL!

Caín le lanzó una mirada asesina mientras esquivaba un tronco caído.

—¡LORIEN, HAS DICHO ESA FRASE MÁS VECES QUE EL NÚMERO DE VECES QUE CASI MORIMOS POR TU PROPIA INCOMPETENCIA!

—¡Oye, tampoco exageres...!

—¡¿QUÉ PARTE DE ‘CORRER POR NUESTRAS VIDAS’ TE PARECE UNA EXAGERACIÓN?!

El monstruo rugió con tal fuerza que hasta los árboles temblaron. De sus fauces brotó un espeso humo que pronto tomó la forma de una brillante bola de fuego azul. Caín y Lorien, con los ojos bien abiertos y la vida pasando ante ellos en un rápido resumen de malas decisiones, solo pudieron decir:

—Oh… mierda.

La bestia disparó la bola de fuego con una velocidad aterradora. Caín apenas tuvo tiempo de procesarlo antes de sentir cómo su cuerpo era jalado bruscamente hacia un lado. Lorien, con la rapidez de alguien acostumbrado a huir de problemas autogenerados, lo agarró del brazo y lo lanzó fuera de la trayectoria.

El proyectil impactó el suelo, levantando una explosión de llamas y tierra. Caín, aún en el suelo, miró el cráter humeante donde había estado parado hace apenas un segundo y luego a Lorien.

—… Gracias.

Lorien sonrió, orgulloso.

—Para eso estoy, amigo mío.

Caín suspiró, quitándose el polvo de la ropa.

—Sí, claro. Ahora dime… ¿CÓMO MIERDA PLANEAS QUE SALGAMOS DE ESTA?!

Lorien rió nerviosamente mientras la bestia se giraba hacia ellos, preparando lo que parecía ser otra bola de fuego aún más grande.

—Ahí viene de nuevo…

Caín se preparaba para correr, pero se detuvo al ver cómo Lorien se interponía frente a él.

—Oye, ¿sacrificarte crees que ayudará en algo?

Caín frunció el ceño mientras miraba la espalda de su amigo. Lorien, sin apartar la vista de la bestia, soltó un suspiro.

—Eres un insensible… —murmuró con una leve sonrisa—. Como sea, acabaré con esto no quiero que la señorita cynthia me regañe por traerte todo quemado.

Lorien mantuvo firme su postura, su espada brillando tenuemente mientras comenzaba a recitar los cánticos con voz firme y solemne.

—Oh, espejo del destino, reflejo de la ira y juicio de los cielos…

Que el fuego que consume sea devuelto a su dueño…

Que la llama que arrasa se vuelva contra su creador…

Que el rugido del caos escuche su propio eco…

Que la vida se vea reflejada en la muerte...

Inversio Ignis!

Las palabras resonaron en el aire, vibrando con una energía densa y poderosa. Un círculo mágico dorado se expandió frente a Lorien, sus líneas girando como engranajes místicos. Justo en ese momento, la bestia lanzó su bola de fuego azul con un rugido ensordecedor.

El impacto contra el círculo fue inmediato. La esfera de fuego tembló, distorsionándose como si chocara contra un muro invisible, hasta que, con un destello cegador, giró sobre sí misma y salió disparada de vuelta hacia la criatura.

La bestia apenas tuvo tiempo de entender lo que pasaba antes de recibir su propio ataque de lleno en el rostro. Un estallido resonó en todo el bosque, sacudiendo los árboles y levantando una ola de calor.

Caín parpadeó, aún sorprendido.

—Ok… eso fue increíble.

Lorien sonrió con satisfacción, girándose hacia él.

—Lo sé. Ahora…vámonos de aquí no queremos llamar la atención más de lo que deberíamos.

Ambos llegaron corriendo hasta las afueras del pueblo. Justo antes de entrar, se detuvieron a recuperar el aliento.

—Eso estuvo... uf... intenso —dijo Lorien, inclinado con las manos en las rodillas mientras el sudor le resbalaba por la frente.

Caín, todavía con una sonrisa relajada en el rostro, lo miró de reojo mientras se estiraba los brazos.

—Extrañaba esto.

Lorien se limpió la frente con el antebrazo, resoplando.

—Tienes razón... aunque mis piernas opinan lo contrario. ¿Entramos ya?

—Primero las damas —respondió Caín con una sonrisa burlona.

Lorien levantó una ceja y soltó una carcajada forzada.

—Mira cómo me río, idiota. HAHAHA —dijo con sarcasmo antes de empezar a caminar.

Caín soltó una risa contenida y lo siguió.

Apenas cruzaron al pueblo, un grupo de personas reconoció a Lorien. En cuestión de segundos, estaba rodeado. Algunos querían hablar con él, otros le ofrecían regalos, y unos cuantos le extendían papel y plumas pidiéndole autógrafos como si fuera una celebridad.

—¡Lorien, firme aquí por favor!

—¡Mi hija lo admira, por favor, la puede embarazar.

—¡Este pastel es para usted, lo horneé con mis propias manos!

—¡Eh, esperen, esperen! —Lorien intentaba retroceder, abrumado

Caín intentó alcanzar a Lorien entre la multitud, pero le resultaba imposible. La gente lo rodeaba como si fuera una estrella, extendiéndole objetos, hablándole sin parar, bloqueando cada intento de acercamiento.

—¡¡APÁRTENSE!!

Una voz potente, firme y cargada de autoridad retumbó en el aire, silenciando todo. La multitud se detuvo, y como si aquella voz tuviera el poder de mover masas, comenzaron a dispersarse de inmediato, dejando a Lorien desconcertado en medio de la plaza.

Caín alzó la mirada, escaneando la zona en busca del origen de esa voz. Había algo en ella que le sonaba vagamente familiar.

—¿Lorien...? ¿Quién es ese tipo? —susurró, acercándose al oído de su amigo.

—Es el comandante de mi escuadrón... el señor Aphael —respondió Lorien en voz baja, con una mezcla de sorpresa y tensión.

Sin perder un segundo, Lorien dio un paso al frente, se cuadró con una rigidez marcial y habló con firmeza:

—¡Señor! Lorien, parte del Escuadrón Sangre, a su servicio.

Caín lo observó incrédulo. ¿Ese era su amigo? ¿Qué había pasado con el Lorien sarcástico y despreocupado de hace unos minutos? Antes de poder procesarlo, giró la mirada hacia Aphael. El hombre lo miraba con una expresión dura e imponente... aunque, por un instante, Caín juraría que esa mirada severa se curvaba en una mueca. ¿Había visto una sonrisa? ¿Una sonrisa juguetona? ¿O su mente le estaba jugando una mala pasada?

—Eso ya lo sé, Lorien. Relájate. Sabes que las formalidades conmigo no son necesarias —dijo Aphael, con voz más ligera.

Caín volvió a enfocarse. Ese hombre... tenía algo raro. Algo que no lograba descifrar.

—Entiendo, señor. ¿A qué se debe su llegada? ¿Necesita algo?

—Sí, de hecho. Tus padres están organizando la fiesta de bienvenida —dijo Aphael, con una sonrisa que a Caín no le pareció nada amistosa—. Me pidieron que te trajera personalmente.

Lorien asintió, como si todo tuviera sentido.

—Entiendo, señor. Solo una pregunta —dijo, levantando la vista.

—Continúa —autorizó Aphael sin mirarlo.

—Quisiera presentar a mi amigo Caín. Es un residente del pueblo... quería saber si podría invitarlo a la fiesta conmigo.

Caín sintió que se le helaba la sangre. Bajó la mirada de inmediato. No esperaba que Lorien lo mencionara. De hecho, prefería no ser parte de aquello. Pasar desapercibido le sonaba mucho mejor.

—¿Ah, sí? Claro, claro... —respondió Aphael con tono despreocupado, girándose para marcharse—. Vamos. No querrás hacer esperar a tus padres, ¿verdad?

Lorien lanzó una última mirada a Caín.

—Ya sabes, estás invitado. A las nueve. Llega bien vestido... no tardes. Nos vemos.

Y sin más, comenzó a caminar tras su comandante.

Caín se quedó quieto, completamente descolocado.

—¿Qué... acaba de pasar?

Observó a Lorien alejarse junto a Aphael. Todo había ocurrido tan rápido que ni siquiera había tenido tiempo de responder.

Parpadeó un par de veces, como si eso le ayudara a digerir lo que acababa de suceder. Finalmente, giró lentamente para volver a su casa. Llevaba consigo una invitación inesperada… una que no le habían dado oportunidad de aceptar o rechazar. Algo en todo aquello no le cuadraba. Ni la actitud de Lorien… ni esa extraña sonrisa del comandante.

Y por primera vez en mucho tiempo, Caín sintió que se había metido en algo más grande de lo que podía entender.

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