El vasto salón de mando estaba sumido en un silencio pesado, interrumpido solo por el murmullo distante de maquinaria colosal funcionando.
En el centro, elevado sobre un pedestal de obsidiana y metal oscuro, el trono de Thanos se alzaba como un monolito.
El Titán Loco permanecía sentado, inmóvil, como una estatua viviente mirando hacia el vacío estelar frente a él.
Un subordinado de piel grisácea y ojos hundidos se acercó con evidente nerviosismo, cargando un dispositivo de proyección. Se arrodilló antes de hablar.
-Mi señor… los informes de la invasión han llegado.
Thanos no respondió. Solo giró un poco la cabeza, indicando que continuara.
El dispositivo se activó. Una imagen holográfica brillante surgió en el aire: Terrax, antiguo heraldo del Devorador de mundos, cubierto de sangre y energía cósmica luchando desesperadamente… y siendo superado con facilidad.
El ser que lo enfrentaba era una figura envuelta en luz abrasadora multicolor, como si hubiera nacido en el corazón de una estrella.
La energía que emanaba hacía vibrar la imagen holográfica.
Thanos entrecerró los ojos. Sus pensamientos un misterio que solo la muerte podría comprender
-Terrax… *murmuró, casi decepcionado.
El holograma mostró cómo Terrax era aplastado con un solo golpe, sometido sin posibilidad de resistencia.
El subordinado tragó saliva.
-Nuestro… nuestro informante logró registrar fragmentos de la batalla. La entidad apareció poco después de la ofensiva Chitauri… la cual, como ya… ya sabe… falló por completo.
Thanos entrecerró los ojos, ampliando la imagen. El aura del ser fluctuaba de tal forma que la imagen solo llegaba a captar una silueta humanoide entre toda esa luz
-Interesante… *murmuró.
El sirviente continuó, buscando las palabras.
-Mi señor, usted le ofreció a Terrax cien mundos… cien civilizaciones avanzadas, si aseguraba la Tierra para usted. Pero… ni siquiera llegó a enfrentar al Hechicero Supremo. Fracasó… antes de eso. Y ahora… esa entidad…
Thanos no se movió. Solo escuchó.
-Las fuerzas Chitauri están… prácticamente extintas *agregó el subordinado con voz temblorosa* Tal vez… tal vez podría hacer algo por ellos, mi señor. Tal vez-
El silencio cayó de golpe.
Entonces Thanos habló, sin girar el rostro:
-¿Acabas de exigirme... algo?
El sirviente cayó de rodillas de inmediato.
-¡N-no, mi señor! Fue un desliz… una insolencia imperdonable… yo jamás—
La punta de una espada atravesó su pecho antes de que terminara la frase. El cuerpo cayó pesadamente.
Detrás de él, limpiando la hoja con calma, estaba Gamora.
Thanos sonrió suavemente, sin crueldad ni sorpresa. Solo orgullo.
-Bienvenida, hija mía. Mi favorita.
Gamora guardó su arma y se arrodilló.
-Padre.
-Tengo una misión para ti *dijo Thanos levantándose de su trono con una lentitud deliberada, como si el universo entero tuviera que adaptarse a su movimiento* En un planeta distante hay un objeto… uno que deseo. Una reliquia. Tráemela.
Su hija inclinó la cabeza.
-Lo haré.
Se puso de pie y salió sin añadir nada más, sus pasos firmes resonando en el pasillo vacío.
Thanos quedó solo una vez más.
Volvió a observar la proyección holográfica del ser que brillaba como un sol viviente. Apoyó el pulgar en su barbilla, pensativo, calculador.
El resplandor cegador de la criatura se reflejó en sus ojos como una promesa… o un desafío.
-La Tierra… *susurró* Parece que será mas interesante de lo que pensé
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POV MATT MURDOCK
El sonido de la cocina me despertó
Y el cuarto todavía estaba cargado con ese perfume que Elektra deja impregnado en el aire cuando decide destrozarme y repararme en la misma noche.
Sudor, piel tibia, el roce de telas, el eco apagado de risas que se mezclan con jadeos.
Clásico.
Extendí la mano por la cama. Vacía. Tampoco una sorpresa.
Ella jamás se quedaba quieta demasiado tiempo.
El silencio del departamento era casi total… excepto por el tintineo de metal contra metal, el leve crepitar de una sartén y el vapor húmedo de una taza recién servida.
Puedo discernir las tostadas, café, y el tambaleo ligero que ella hacía cuando estaba de buen humor.
Dios, no sabia que harías un milagro tan temprano en mi departamento
Me senté despacio, sintiendo la tensión en mis músculos. Parece que anoche fui más entusiasta de lo que recordaba...o solo son el resultado de la paliza que me dieron los ninjas de La Mano
Me puse los pantalones guiándome por puro tacto, aunque no lo necesite, soy ciego, no torpe.
Los pasos ligeros de Elektra se acercaron. La bata rozó el borde de la cama antes de que su calor se inclinara sobre mí.
-Buen día diablo de Hell's Kitchen *murmuró, con esa sonrisa que escucho más que veo.
Me puso una taza caliente entre las manos. Huele a café fuerte, amargo, exactamente cómo me gusta.
También un plato con dos tostadas.
-Gracias. No pensé que fueras del tipo que hace desayuno.
-Oh, no lo soy *respondió ella tomando su propio café* Pero anoche tú hiciste… un esfuerzo considerable. Considera esto mi aplauso matutino.
Sonreí apenas. Ella seguía siendo igual de punzante que siempre.
-¿Dormiste bien? *comenté.
-Cuando duermo contigo siempre duermo bien *dijo sin rodeos, sabiendo exactamente cómo hacer que mi corazón diera un latido más fuerte del normal* Pero no te acostumbres.
Negué levemente con la cabeza
-Jamás lo haría *mentira descarada, pero qué más da.
Se sentó a mi lado. Escuché el suave cruce de sus piernas, la bata ajustándose sobre su cuerpo. Toda una coreografía que conozco de memoria.
-Ayer los niños se comportaron bien *dijo.
Niños.
Peter se moriría si la escuchara decirle así.
-Spiderman tiene talento *murmuré.
-Tiene nervios frágiles, eso tiene. Pero también corazón. Eso lo compensa, al menos para su jueguito de héroe, aun que eso de no cerrar la boca me irrita, tenia ganas de cocerle la boca para no escucharlo mas
Asentí. Puede que para mi gusto habla demasiado a veces, pero el chico inspira algo que casi nadie logra en esta ciudad.
-Jewel fue sólida, ya sabe que papel desempeñar en una pelea *continué* Y el nuevo… Legión.
Un silencio evaluativo de Elektra. La escuché deslizar el dedo por la taza, pensamiento profundo, interés genuino.
-Una anomalía. Peligroso. Impredecible.
-Y poderoso *agregó después.
-Te agrada *dije.
-Me intriga. No es lo mismo, el chico sabe donde poner limites a su juego de héroes, ¿viste lo que hizo con Kouki?
Traducción: sí, le agrada.
Tomé un sorbo del café. Necesitaba ese amargor para terminar de despertar.
Decidí ir directo al punto.
-¿Y ahora qué vas a hacer? *pregunté* Tu "venganza" está… completa.
Su respiración se detuvo un instante. No más que un parpadeo en el aire, pero para mis sentidos, fue una pausa significativa
-No lo sé *admitió* Pensé que lo sabría. Pero… fue todo tan rápido. Tengo que pensar. Ver qué quiero hacer. La ciudad aún necesita manos hábiles. Y… puede que me quede un tiempo. Puede que me veas seguido.
La forma en que lo dijo hizo que mi pecho se aflojara un poco.
Era raro sentirse esperanzado con Elektra.
Pero ahí estaba.
-Eso me alegra *contesté. Y era cierto. Más de lo que debería.
No seria la primera ni la segunda vez que me ilusiona de esa forma
Ella dejó su taza y se recostó sobre mi pecho.
La escuché acomodarse, hundirse, relajar los hombros. Sentir su respiración tan cerca era… demasiado. Esta mujer siempre logra que me sienta en guerra y en paz al mismo tiempo.
Pasaron unos minutos tranquilos. Casi peligrosamente tranquilos teniendo en cuenta su naturaleza
Respiré hondo.
-Odio interrumpir este momento… pero a diferencia de ti, tengo un trabajo de verdad al que debo atender
Ella ni siquiera esperó dos segundos. Me pegó un golpecito seco en la cabeza.
-Arruinaste el momento.
La escuché levantarse.
Su bata deslizándose hasta tocar el suelo. Pasos hacia el baño. El agua comenzó a correr, tibia y constante.
Me puse mi traje y tome mi maletín. Di unos pasos hacia el baño para despedirme cuando—
La puerta se abrió. Ella estaba ahí. Empapada. Goteando. Y sonriendo como la encarnación del problema.
Me tomó del cuello de la camisa y me empujó hacia adentro.
Podría haberla evitado, podía verla pegada a la puerta esperando a que pase...
Pero no quería hacerlo
-Por arruinar el momento… vas a compensarme antes de ir a jugar al abogado.
La puerta se cerró de golpe detrás de nosotros mientras me arrojaba bajo el agua y rompía mi camisa con sus manos
Y yo, sinceramente… no me quejé.
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POV NICK FURY
Las voces al otro lado de la mesa holográfica suben y bajan como olas irritadas.
No necesitan levantar el tono para intentar intimidarme: llevo suficiente tiempo en esto como para saber que el verdadero golpe siempre viene disfrazado de formalidad.
-…la pérdida del artefacto es completamente inaceptable. No estábamos hablando de una baratija, director. Era una pieza única, de enorme valor estratégico.
-Además *interrumpe otra voz* según el informe de… Jewel, ¿correcto? Tampoco se recuperó el robot ni el dispositivo que controlaba a los civiles. Eso significa que tres activos críticos desaparecieron bajo su administración.
Me mantengo derecho, manos apoyadas en la mesa, expresión neutra, la misma máscara que llevo perfeccionando desde antes de que estos burócratas supieran lo que era SHIELD. Por fuera: profesional, inmutable. Por dentro…
Un maldito rompecabezas.
El artefacto perdido.
El centinela que se esfuma como si nunca hubiera estado ahí.
El aparato de control mental evaporado del mapa.
Y el denominador común dando vueltas en mi cabeza como un moscardón: Legion.
La voz sigue hablando, acusando, sugiriendo incompetencia. No digo nada. A veces, el silencio es la mejor forma de recordarles que uno no responde a presiones
Legion sabía que lo estábamos analizando. Sabía de los agentes encubiertos, por sus palabras con Natasha cuando derroto a Terrax incluso podría saber su pasado, las viudas negras, la habitación roja
No es fácil ocultar movimientos a SHIELD. No es posible sin contactos, recursos o… algo más.
-Director, necesitamos aclaraciones sobre su criterio operativo. El enfrentamiento con Kun-Lun se podría haber evitado si usted hubiera actuado con más cautela.
Sí, claro. Como si fuera tan sencillo coordinar un grupo de jóvenes impulsivos, un arma viviente recién salida del envoltorio, y una ciudad mística que aparece cuando se le antoja. Pero no lo digo. Porque ellos no quieren explicaciones: quieren un chivo expiatorio.
Y no voy a serlo.
El muchacho complicó todo. Intervino en la recuperación del objeto, creó un conflicto diplomático, puso a SHIELD y a Kun-Lun en rumbo de colisión. Y lo peor no fue eso. Lo peor es que, a pesar de todo, su participación salvó vidas.
-Director Fury, ¿está escuchando?
-Siempre escucho *digo finalmente, con un tono que corta la sala* El informe completo estará en sus escritorios a las 1800. Mis agentes continúan la búsqueda. Tendremos resultados. SHIELD siempre da resultados.
La reunión termina.
Las figuras holográficas se desvanecen hasta dejarme solo en la penumbra.
Respiro hondo.
Legion no es como Stark,
El hijo de Howard es un dolor de cabeza constante pero manejable —mujeres bonitas, alcohol regulado y Natasha Romanoff tienen un 70% de efectividad en eso
Pero Legion…
Posee Tecnología que lo hace invisible a todo radar o sensor.
Cualquier dispositivo que intenta captar su imagen falla. Satélites, drones, cámaras hiperespectrales… nada.
Ni Stark ha logrado algo así. Y si lo hizo, a guardado el secreto muy bien
Apoyo las manos en la mesa. Los dedos se abren, buscando firmeza en la superficie metálica. Exhalo por la nariz, largo, como si me estuviera desinflando.
Inclino la cabeza hacia abajo.
Solo un segundo.
Solo uno.
El chico es un misterio
Una fuerza disfrazada de adolescente
Salvó vidas. Reconstruyó una ciudad.
Peleó contra una entidad como Terrax sin morir en el intento.
Y, sin embargo…
Mi instinto no deja de gritarme que hay algo más.
Algo que no estoy viendo.
Algo que él me esta diciendo pero que no logro captar
Me enderezo, y mis hombros crujen suavemente —una señal clara de mi cansancio que no dejo que nadie más vea.
Mi mano roza mis sienes, frotándolas apenas. El comienzo de un dolor de cabeza se asoma. Otro para la colección.
Tal vez —solo tal vez— estoy enfocándolo mal.
No puedo acercarme a él como director de SHIELD. Ese chico no responde a ese tipo de lenguaje.
Lo sabe, lo percibe y lo evita.
Quizá debería intentar algo distinto, más directo, más humano.
Nick Fury, el hombre.
No la sombra. No el mito. No el director.
Levanto la vista hacia la pantalla apagada. Mi reflejo apenas se distingue: un solo ojo cansado, pero no vencido.
Quizá… si me acerco como persona, y no como institución…
El muchacho finalmente responda.
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POV JESSICA JONES
El agua todavía está tibia cuando exhalo y dejo que mi cabeza se hunda un poco más en la tina. Huele a jabón barato y a velas que compré en oferta, pero esta noche… todo eso se siente como lujo.
Ya no soy Jewel. Ya no tengo glitter en el cabello ni el ridículo brillo en los labios
Soy solo Jessica.
Con ojeras, golpes en las piernas y la satisfacción de no haber muerto hoy.
Salió bien. Todo salió realmente bien.
Daredevil no me trató como a una niña.
Elektra, dejando de lado las miradas que asesinan, trabajo bien con nosotros
Danny fue un sol.
Legion… el muchacho lo hizo increíble para ser su primera misión grande en equipo. Si no contamos la invasión chitauri, claro. Pero esa fue una locura colectiva, no una misión armada.
Aunque sí que da miedo cuando quiere. Pero también se ve que intenta, que pone el corazón en lo que hace
Espero que la cita de Spidy haya salido bien
Después de todo, él fue el primero —el primero— en tratarme como una heroína de verdad. Me apoyó desde el principio, incluso cuando todos los demás pensaban que era solo una chica jugando a disfrazarse. Y lo siguió haciendo. Siempre estuvo ahí cuando lo necesité.
Se merece que le vaya bien…
Y Nick Fury…El mismísimo Nick Fury me felicitó. No un "bien hecho, agente". No
Un "buen trabajo, Jewel".
Es ridículo lo que puede hacer un par de palabras cuando vienen de la persona adecuada.
Por primera vez… todos me trataron como una igual.
Cierro los ojos, dejo caer la cabeza hacia atrás y exhalo. Podría quedarme así toda la noche.
Y justo cuando pienso eso, escucho la puerta del baño abrirse.
-¡Jess! ¡Jess, adiviná qué! *La voz de mi hermana rebota por las paredes antes de que yo pueda cubrirme con más espuma.
-Hola, Trish… *digo sin abrir los ojos, porque sé que si los abro voy a ver entusiasmo nuclear.
-¡Me aceptaron! ¡ME ACEPTARON! *salta casi literalmente al baño con una sonrisa que ilumina la habitación más que la lámpara del techo* En WNYX Radio, ¿puedes creerlo? Como productora invitada. Dicen que si les gusta mi estilo me van a dejar seguir toda la semana.
Abro un ojo. Es linda cuando se emociona así. Insoportable, pero linda.
-Eso es genial… *empiezo a decir, pero entonces su sonrisa se apaga un poco.
Sus ojos bajan.Me recorren.
Moretones en las piernas.Cortes en el antebrazo.Un par de marcas violáceas en las costillas que la espuma no llega a tapar
-Jess… ¿Qué te pasó?
Ahí está el momento.Siempre llega.
Trish se arrodilla junto a la tina, como si fuera a quebrarme en dos si me toca muy bruscamente. Y aunque no pienso decirlo…el gesto me derrite un poco por dentro.
-Fue la misión *respondo, encogiéndome de hombros, como si no fuera nada del otro mundo* Ya sabes cómo es. Mucho caos, golpes enormes, un tipo que te petrifica con la mirada…lo normal.
Ella se muerde el labio inferior. Me mira con esa mezcla de orgullo y miedo que siempre tiene cuando se trata de "Jewel".
-Quiero que estés bien *dice despacio.
-Estoy bien *respondo.
-Pero si te pasa algo…
-No me va a pasar nada *le aseguro, porque aunque sea mentira, es la mentira que las hermanas se dicen para cuidarse
Ella suspira mientras juega con sus manos, algo que hace cuando quiere decir algo pero no encuentra la forma
-Yo… también quiero ayudarte. Puedo ser util. Incluso… *y entonces se levanta de un salto, como recordando algo.
Sale del baño corriendo y vuelve en menos de diez segundos con…
Oh, no. No puede ser.
Un traje.
Un prototipo.
Amarillo. Azul. Cosido a mano. Se lo pone encima de la ropa y posa
-¿Qué… qué te parece? ¿No está buenísimo? Pensé que… quizás… podríamos trabajar juntas. ¡Podría ser tu compañera! ¡Hellcat!
Me froto la cara con las dos manos.
-Trish…
Su expresión se congela.
-Tu no tienes poderes *le digo con suavidad, más suave de lo que pensé que podía* Y lo que hago es peligroso. Si algo te llegara a pasar, yo...no se que haría Trish
Un segundo.
Y ella baja los ojos, decepcionada. Su sonrisa se apaga, pero no del todo.
Porque es fuerte. Más de lo que cree.
-Tienes razón *dice, aunque le cuesta* Sí… sí, tienes razón. Perdón, me emocioné un poco. *Respira profundo y vuelve a sonreír, esta vez más real* Tu descansa mientras hago la cena. Hasta las superheroínas tienen que comer bien.
Antes de salir, vuelve a acercarse. Me apoya la mano en el hombro.
-Jess… sea lo que sea, tu siempre puedes contar conmigo. Como yo hago contigo.
Sonrío.Una sonrisa que solo ella puede sacar de mí.
-Lo sé, Trish, gracias
Ella asiente, feliz con esa respuesta.
Cuando sale del baño, el vapor vuelve a llenar el espacio.Y yo…Yo me hundo en el agua otra vez, sintiendo cómo el pecho se me aprieta y se me afloja al mismo tiempo.
Mi hermana. Mi trabajo. Mi vida doble.
Ser heroína es complicado.
Pero tener a alguien esperándome en casa… lo hace un poco menos.
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J. JONAH JAMESON
La cena de los viernes siempre es sagrada en casa. Incluso para alguien como yo.
Mi esposa sirve la carne mientras mi hijo menor debate consigo mismo si puede comer tres porciones sin desmayarse. Le digo que no puede. Él dice que sí. Y así mantenemos viva la tradición.
-Papá, viste lo del cohete nuevo de la NASA? *pregunta, con la boca ya llena* Dicen que van a mejorar la comunicación con la estación espacial.
Mi pecho se infla.Imposible no hacerlo.
-Claro que lo vi *respondo, picando un pedazo de carne* Y tu hermano seguro está allá arriba burlándose de nosotros porque todavía estamos atados a la Tierra como unos idiotas.
Mi esposa me da un golpecito suave con la rodilla bajo la mesa.
-Jonah, por favor *dice en ese tono que suena a risa disimulada*Nada de malas palabras en la mesa, y no lo asustes. Todavía lo podemos mandar nosotros al espacio si quiere.
Mi hijo se sienta más derecho.
-¡Yo iría! *dice, como si de verdad dependiera de él.
Marla y yo intercambiamos miradas solo para reírnos de la inocencia de nuestro niño
Por un momento, parece que nada fuera más importante que esto.
Entonces vibra mi teléfono.
Automáticamente mi mano va al bolsillo.
Lo miro.
Un mail del periódico.
Mi esposa me mira. Yo respondo con la mirada de "solo un segundito, querida". Ella responde con la mirada de "no te atrevas".
Lastima querida, si me voy a atrever
Abro el email
"Informe preliminar – Civiles encontrados. Seguimiento médico inicial."
Mis ojos saltan por el texto:
"…aún sin explicación del incidente…""…testigos reportan actividad en cueva…""…foto adjunta: Spider-Man abandonando el lugar minutos antes…"
Ahí se detiene mi respiración un segundo.
Spider-Man. Otra vez el maldito Spider-Man.
-¿Pasa algo, papá? *pregunta mi hijo.
-No hijo *cierro el mail con un movimiento rápido y lo guardo* Nada, nada, todo bien. Solo… spam del trabajo.
Mi esposa arquea una ceja. Sabe que no es spam. Sabe que todo lo que huela a Spider-Man me activa como una alarma nuclear.
Seguimos cenando. Hablamos de cosas normales: El proyecto escolar. Un vecino que dejó a su perro escapar otra vez. Lo que cocinará mi esposa el domingo.
Termina la cena, mi hijo se va a su cuarto, y me quedo ayudando a limpiar la mesa.
-Jonah… *susurra ella mientras enjabona un plato.
-Mm.
-¿Otra vez cosas del periódico?
Sus ojos me miran de reojo. No son duros ni acusadores. Son… preocupados.
-No es nada grave *digo* Solo quiero revisar algo antes de dormir.
Ella suspira, pero sonríe igual.Y me da un beso en la mejilla.
-Te amo *dice suavemente* Pero no te quedes hasta tarde.
-Prometo intentarlo.
Emprendo el camino al ático. Cada escalón cruje como si supiera exactamente adónde voy.
Abro la puerta.
El lugar está frío, cargado de papel, tinta y obsesión. Las paredes están llenas de hilos rojos, recortes, fotos…Y ahí, en el centro de todo:
Spider-Man.
Prendo la lámpara.
La impresora escupe la foto adjunta del mail: Spider-Man saliendo de la cueva.
Lo sostengo unos segundos. Ese traje ridículo. Esas poses acrobáticas de show. Esa actitud de héroe de barrio…
Y aun así, siempre aparece donde no debería aparecer.
Pongo la foto en la pared.La conecto con otro hilo rojo.Agarro un marcador y escribo:
¿IMPLICADO?
Doy un paso atrás.
El rompecabezas sigue incompleto, pero una pieza más entra en su lugar.
Algo no cuadra. Algo nunca cuadra con ese enmascarado.
Mientras sigo observando la pared, escucho desde abajo
-¡¡J. JONAH JAMESON!!¡¡NO TE OLVIDES DE TOMARTE LAS PASTILLAS!!
Me sobresalto tanto que casi tiro el marcador.
Respirando fuerte, respondo:
-¡YA VOY, CARIÑO! ¡UN SEGUNDO!
Miro la foto una vez más.
-¿Qué estás tramando ahora, arañita…?
Y entonces bajo a tomar mis pastillas.
Porque incluso los grandes cazadores de la verdad necesitan cuidar el corazón.
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ESO ES TODO POR AHORA MUCHACHOS, CON LOS PROXIMOS CAP VAMOS A VER EL DIA A DIA DEL PROTA, LAS NOTICIAS, ALGUNA QUE OTRA INTERACCION
ESTOY VIENDO PARA CAMBIAR LA PORTADA, DIGANME QUE LES PARECE
TAMBIEN LES AGRADECERIA SI EN ALGUN MOMENTO ALGUNO PUEDE DEJAR UNA PEQUEÑA RESEÑA, YA SABEN, ESAS COSAS QUE AYUDAN PARA QUE LA PAGINA TENGA EN CUENTA LA OBRA
NOS VEMOS EN EL PROXIMO CAP MUCHACHADA, SE ME CUIDAN :)