Mientras la situación en Akatsuki era cada vez más tensa, Kurama estaba de regreso en Uzu para terminar el trabajo que había dejado para viajar a Konoha, solo para escuchar cómo alguien tocaba la puerta - "Adelante"
Lentamente, la puerta se abrió, mostrando a Tsunami, quien estaba mirando al joven pelirrojo trabajar - "¿Kurama? Pensé que estabas entrenando a Inari-chan"
"Ese es mi clon" - respondió Kurama mientras mantenía su mirada en los documentos que todavía tenía que revisar, solo para soltar un suspiro pesado - "¿Necesitas algo, Tsunami-san?"
Luego de unos minutos de silencio, Kurama levantó la mirada, solo para notar cómo sus ojos se posaban en los pechos de la madre de su estudiante, quien rápidamente retrocedió con el rostro rojo.
"¡Ahem! He venido a hablar con Kushina-san para que te convenciera a que no entrenes tan duramente a Inari-chan" - respondió Tsunami mientras contaba sus preocupaciones.
Kurama asintió en silencio mientras escuchaba todo lo que la madre estaba soltando.
"Eso" - dijo Tsunami, finalizando con sus palabras.
"Entiendo cómo te sientes, pero esta es decisión del mismo Inari" - dijo Kurama mientras terminaba con los documentos y se cruzaba de brazos - "Pensé que lo había explicado"
"Sí, pero..." - dijo Tsunami con molestia, solo para notar cómo el joven bajaba ligeramente su mirada hacia sus pechos, haciendo que la mujer de Nami no Kuni, se cubriera con sus manos - "Pervertido..."
"Lo siento, es solo que te pareces tanto a Mikoto-chan, que inconscientemente siento que mis ojos se posan en tu cuerpo" - respondió Kurama, avergonzado porque sabía que esto era irrespetuoso de su parte.
Tsunami frunció el ceño cuando porque no le gustaba que la compararan con otra mujer, especialmente con Mikoto Uchiha, porque las dos eran muy parecidas.
"Me disculpo por ello" - dijo Kurama mientras pensaba detenidamente, solo para llegar a una conclusión - "Dejando eso de lado... ¿Te gustaría venir conmigo a cenar?"
"¿Cenar?" - repitió Tsunami con sorpresa - "¿Me estás invitando a una cita?"
"Puedes considerarlo una cita" - asintió Kurama con los brazos cruzados - "¿Qué dices?"
Tsunami se quedó en silencio unos segundos antes de asentir - "Supongo que puedo acompañarte"
"Perfecto" - sonrió Kurama mientras se levantaba de su escritorio, solo para tomar a la madre de su estudiante de la mano - "¿Vamos?"
"V-Vamos" - respondió Tsunami mientras desviaba la mirada con el rostro rojo de la vergüenza.
Los dos rápidamente desaparecieron de la oficina del Uzukage, solo para aparecer fuera de uno de los restaurantes del clan Akimichi, solo para salir luego de una hora.
Tsunami tenía una expresión complicada en su rostro porque si bien había disfrutado de su cita con Kurama, al mismo tiempo estaba confundida porque sentía que sus emociones se estaban saliendo de control.
"¿Cómo te sientes?" - preguntó Kurama mientras notaba el silencio de su acompañante.
"¿Eh? Oh... Estoy bien" - respondió Tsunami con una sonrisa un tanto forzada - "Lo siento, solo estoy hundida en sus pensamientos"
Kurama se quedó en silencio, observándola como si quisiera entrar en su mente.
Tsunami se sonrojó mientras empezaba a sentir cómo su corazón latía con fuerza - ". . ."
"¿Por qué no hablamos con sinceridad, Tsunami-san?" - preguntó Kurama mientras miraba a la hermosa madre.
"¿Sinceros?" - repitió Tsunami con sorpresa, solo para fruncir el ceño.
"Siento que tus problemas son mi culpa, así que me gustaría escuchar lo que está oculto en tu mente y corazón" - dijo Kurama mientras le daba una sonrisa tranquilizadora - "Y puedes preguntarme cualquier cosa si aceptas"
"¿Cualquier cosa?" - repitió Tsunami mientras pensaba detenidamente.
"Por supuesto, no tengo nada que ocultar" - respondió Kurama mientras se encogía de hombros con una expresión serena en su rostro.
Tsunami se quedó en silencio unos segundos antes de sentir que esta era una buena oportunidad - "¿Qué piensas de mí?"
"Una mujer fuerte, amable, cariñosa, que se preocupa de su familia con todo su corazón, cualidades que cualquier hombre desearía para su esposa" - respondió Kurama con ojos cálidos.
Tsunami se sonrojó mientras sentía cómo su corazón latía con fuerza - "¿Y en cuanto a mi físico?"
"Por mucho que diga que te pareces a Mikoto-chan, las dos son diferentes en muchos sentidos" - dijo Kurama mientras miraba detenidamente el cuerpo de la madre de su estudiante - "Tus ojos son más claros, tu piel un poco más bronceada, y bueno, el detalle más claro es... bueno... ella tiene los pechos un poco más grandes"
Tsunami se sonrojó porque no esperaba esta respuesta, aunque con esto ella comprobaba que el chico estaba siendo honesto - "Y-Ya veo..."
"Sí, es una de las pocas cosas que Jiraiya me enseñó durante nuestro viaje de entrenamiento" - dijo Kurama con un tono seco, solo para negar con la cabeza.
*****
"Esto es una pérdida de tiempo" - dijo Onoki mientras fruncía el ceño al ver el reporte que tenía frente a tus ojos - "La mejor opción es atacar directamente Amegakure no Sato"
Solo pensar en esa aldea, le traía recuerdos al viejo Tsuchikage, más que nada porque él había sido el que había causado el ingreso de Hanzo de la salamandra a la última gran guerra.
"Sé que esto es arriesgado, pero no podemos dejar que Akatsuki sea el que tenga la ventaja" - dijo Onoki con el rostro serio mientras ignoraba la mirada de su secretario - "Ya hemos sufrido demasiados daños debido a que les hemos entregado la iniciativa en bandeja de plata"
Mientras Onoki estaba discutiendo con sus subordinados directos, debates similares estaban sucediendo en las otras grandes aldeas.
El Raikage Ei estaba todavía furioso con Akatsuki, Kakashi estaba empezando con los preparativos para iniciar un ataque preventivo contra Amegakure no Sato, Gaara estaba escuchando cómo Shukaku estaba deseando venganza contra Akatsuki, algo que honestamente él también deseaba, eso nos dejaba con Kirigakure no Sato.
"Tal vez debería de entregarle el puesto de Mizukage a Chojuro y por fin terminar con mi sufrimiento" - murmuró el Mizukage Ao con una expresión molesta en su rostro, ignorando la mirada aterrada de su subordinado.
"Por mucho que ese mocoso tenga potencial, todavía es demasiado inmaduro para tomar el cargo, Ao" - dijo una mujer anciana con una expresión seria en su rostro - "Si quieres retirarte, vas a tener que entrenarlo por al menos uno o dos años"
Ao chasqueó la lengua antes mirar a la vieja decrépita que había hablado - "Te he dicho miles de veces que tienes que entrar luego de que te dé permiso, vieja bruja, ahora, dime que es lo que quieres antes de que les diga a mis Anbu que te arrojen por la ventana"
"Eres un viejo gruñón, Ao" - bufó Kyoko mientras le giraba los ojos - "Te estoy tratando de ayudar, pero tú pareces que te quieres desquitar"
"Lo siento, es solo que estoy bajo demasiada presión, y el resto de Kages que están en mi rango de edad, ya están fuera del cargo" - dijo Ao con irritación, solo para negar con la cabeza - "Chojuro, tráeme un café"
"Entendido, Ao-sama" - respondió Chojuro mientras desaparecía del lugar.
"Volviendo al tema" - dijo Ao mientras miraba a la anciana con una expresión seria en su rostro - "Supongo que tienes buenas noticias si apareciste"
"Algo parecido" - respondió Kyoko con una expresión serena en su rostro - "El líder de Tetsu no Kuni (Tierra del Acero), Mifune-dono, acaba de enviar un mensaje para iniciar la reunión de los 5 Kage en el territorio neutral bajo su mando"
Ao frunció el ceño porque no le gustaba la idea de que tuviera que viajar hasta Tetsu no Kuni - "¿En serio voy a tener que hablar con ese imbécil?"
Kyoko bufó con desdén mientras recordaba el pasado, y cómo el ahora Mizukage, tenía una estúpida rivalidad con el líder de Tetsu no Kuni.
"Supongo que voy a tener que hacerlo" - murmuró Ao con el ceño fruncido porque no había más remedio para la situación actual- "Tal parece que voy a tener que llevar a ese chico"
"¿Ese chico?" - repitió Kyoko con sorpresa, solo para fruncir el ceño - "¿Estás hablando en serio? Porque no creo que esa sea una buena idea, incluso cuando la reputación de Yagura-sama ha sido limpiada"
"Ese joven necesita experiencia" - respondió Ao con una mirada firme en su rostro - "Como segundo al mando bajo el escuadrón de Chojuro, él necesita conseguir su reputación con sus propias manos"
Cuando terminó de hablar, una silueta apareció delante de los dos ancianos, mostrando un rostro que traía tanto buenos, como malos recuerdos.
"No pensé ver ese rostro luego de tanto tiempo" - dijo Kyoko al ver al joven que parecía tener unos 18 años, una estatura medianamente baja, cabello color rubio arenoso, unos enormes ojos rosados sin pupila, y una marca rosada que parecía ser un número dos sobre su mejilla.
"Es bueno ver que estás bien" - dijo Ao con una expresión seria en rustro - "¿Cómo te sientes luego de recuperar tu libertad?"
"Me siento mejor que nunca" - respondió el joven con una expresión firme en su rostro - "Es por eso que quiero tomar su nombre"
"¿Estás seguro de esto?" - preguntó Kyoko con preocupación, después de todo, recién estaba empezando a calmarse la situación, que alguien con esa apariencia y nombre saliera a la luz, podría causar problemas.
"Es la única forma que tengo de honrar su memoria, y su honor" - respondió el joven con una mirada seria en su rostro - "Es lo mínimo que puedo hacer por mi padre, así como por todas las personas que cayeron por culpa de ese maldito Uchiha"
"Si lo has decidido, entonces no voy a detenerte" - respondió Ao mientras asentía al notar el fuego en la mirada de su nuevo subordinado - "Espero que todo salga como desas, joven Yagura"
"No tienes que esperarlo, yo mismo haré que todo salga como quiero, porque tomaré todo con mis propias manos" - respondió Yagura Jr. con una expresión llena de convicción - "Lo prometo como líder del clan Karatachi"