[Solo estoy liberando a tu verdadero yo ahora que el cerrojo está a la vista] - dijo Kuro Konan mientras se lamía los labios.
Kurama observó en silencio cómo el rostro de la mujer de cabello azul se ponía tan rojo como su cabello, solo para fruncir el ceño al sentir el aliento cálido de la mujer. Él podía sentir cómo el deseo acumulado por años de estar sellado, se disparaba de golpe.
"Ugh..." - Konan soltó un quejido de irritación porque podía sentir cómo su intimidad se mojaba, a la par de que perdía la razón. El deseo era cada vez más fuerte, y ella no podía aguantarlo más, porque era como si ella hubiera sido inyectada por decenas de afrodisíacos.
Kuro Konan, simplemente sonrió mientras chasqueaba los dedos, haciendo desaparecer la ropa de los dos, solo para fruncir el ceño porque el joven de cabello rojo no parecía estar mostrando reacción alguna ante su desnudes, lo cual era un claro insulto porque ella se consideraba como la mujer más hermosa de Amegakure no Sato - "Tch"
Kurama levantó una ceja, solo para sentir cómo algo dentro de él empezaba a despertar - "¿Qué fue lo que me hiciste?"
[Solo hice que nuestra conexión mental sirviera también para darte un poco de la influencia de nuestro deseo acumulado] - respondió Konan con una pequeña sonrisa.
La expresión de Kurama cambió porque podía sentir cómo su masculinidad empezaba a despertar y parecía lista para explotar.
Konan sonrió ligeramente mientras se posicionaba directamente sobre el joven y dejaba que la naturaleza siguiera su curso.
Kurama apretó los dientes porque podía sentir cómo su pene llegaba hasta la parte más profunda de la cálida cavidad de la mujer, la misma que parecía estar apretándolo con firmeza, y causando que llegara rápidamente a su primer clímax.
Konan soltó un agudo gemido de placer mientras sentía cómo ella también empezaba a llegar al punto máximo de su placer debido al aumento drástico de lujuria en su interior, más cuando sintió cómo a pesar de haberse corrido dentro de ella, Kurama todavía parecía listo para un segundo asalto.
[Nada mal, aunque espero que esta vez dures más] - dijo la voz de Kuro Konan mientras empezaba a mover sus caderas.
Kurama apretó los dientes porque podía sentir cómo lejos de disminuir, la lujuria que Konan estaba compartiendo solo crecía y crecía.
[Eso, despierta tu deseo] - murmuró Kuro Konan mientras sentía cómo la voluntad de su otro yo empezaba a caer poco a poco - [Nosotras nos conocemos lo suficientemente bien como para asegurar que somos unas mujeres llenas de lujuria, y si es así... entonces... ¿Por qué no simplemente lo aceptamos con los brazos abiertos y dejamos que nuestro deseo nos controle?]
Kurama se mantuvo aguantando lo que más podía, pero la lujuria era demasiada, al punto que luego de unos cuantos minutos más, él liberó su segunda carga dentro de la intimidad de su amante de cabello azul.
Konan nuevamente soltó un agudo gemido de placer, solo para sentir cómo su autocontrol se destruía por completo - "¡Ah ~!"
[Dilo] - murmuró la voz de Kuro Konan con un tono extrañamente hipnótico - [Dilo, sé que deseas hacerlo]
El cuerpo de Konan se congeló unos segundos antes de que una sonrisa pervertida apareciera en su rostro - "Lo soy... ¡Soy una puta ~!"
Con esas últimas palabras, la mirada de Konan cambió por completo mientras movía sus caderas de forma salvaje y animalista. Era como si su autocontrol no solo había desaparecido, sino que había sido también reemplazado por el único deseo de reproducirse.
Kurama apretó los dientes con mayor fuerza mientras sentía cómo la intimidad de la mujer se contraía, anunciando que estaba a punto de llegar a su tercer clímax.
"¡Ah ~!" - Konan no podía aguantar los gemidos que salían de su garganta con cada embestida que le daba el duro miembro de su joven amante. Sus ojos ahora llenos de lujuria observaban con hambre los labios del chico, solo para no poder aguantar más el deseo de besarlo.
Los dos partícipes de este encuentro no eran más que bestias salvajes que solo deseaban liberarse de esta lujuria acumulada por años, al punto que no sabían cuánto tiempo había pasado.
Cuando los dos por fin lograron recuperar la consciencia, notaron el desastre que habían causado en esta extraña habitación vieja proyectada a su alrededor.
Konan estaba con todo su cuerpo cubierto por una fina capa de sudor y líquido masculino, aunque lejos de sentirse asqueada, ella se sentía eufórica, liberada, como si todos sus problemas habían desaparecido, aunque esta sensación no demoró en desaparecer.
Un extraño sentimiento conflictivo la invadió porque era como si luego de por fin llenar ese vacío, notara que todo había sido una ilusión.
Kurama frunció el ceño aunque tal parecía que Konan había conseguido la "claridad después del final" - "¿Te encuentras bien?"
"¡No estoy bien!" - exclamó Konan con lágrimas en los ojos - "¡No quiero volver a ser la zorra que era durante la época más oscura de mi vida! ¡Debería de haber mantenido esta estúpida técnica activa, así no reconocería mi mayor error!"
Kurama estuvo a punto de decir algo más, cuando notó cómo los ojos de Konan volvían a cambiar.
[¿Vas a seguir con eso?] - preguntó Kuro Konan con el ceño fruncido - [En serio, eres como una niña pequeña... ¿A caso no es normal que todos tengamos manchas en nuestro cuerpo? ¿Qué tiene que las tuyas sean por haber sido una zorra?]
Kurama simplemente guardó silencio mientras notaba cómo la mujer de cabello azul se quedaba en silencio, hablando posiblemente entre las dos mitades de su psiquis, es por eso que lentamente decidió retirarse de su interior, aunque la mirada de Konan le dijo que era mejor que no hiciera eso porque todavía no terminaban.
El joven de cabello rojo estaba esperando en silencio, aunque luego de unos segundos, el cuerpo de Konan empezó a moverse mientras parecía continuar discutiendo - "Me tienes que estar jodiendo.
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"¡¿Qué carajos estás haciendo?!" - exclamó Konan con furia - "¡¿A caso no te basta con mostrar mi lado más oscuro a ese chico?!"
[¡Por supuesto que no!] - exclamó Kuro Konan con furia mientras hacía que su cuerpo continuara 'disfrutaba' del placer - [¡¿Qué parte de tener que aceptar cada parte de nosotras no entiendes?! ¡No puedes simplemente dejar ese momento de lado solo porque te causa vergüenza!]
Konan se quedó en silencio, no porque no tuviera respuesta, sino porque no quería admitir o mejor dicho, no podía ocultar el verdadero motivo de su mala actitud.
[Escucha, las dos podemos estar aquí todo el tiempo que queramos, así que simplemente absorbe la sensación] - dijo Kuro Konan con frialdad mientras sus ojos rojos brillaban con maldad - [Tal vez con eso puedas aceptar tu lado degenerado, porque seamos honestas, lo disfrutaste, y es por eso que te duele, porque sientes que es como si volvieras al pasado]
"¡No quiero volver al pasado!" - exclamó Konan con furia mientras aguantaba las ganas de gemir porque el placer estaba regresando con cada movimiento fuera de su control.
[Ese es el problema, mi otro yo, el pasado siempre te perseguirá porque nunca lo enfrentaste] - dijo Kuro Konan con una expresión seria en su rostro - [Fue Nagato quien nos ayudó a desviar el tema por años, pero ahora que ese sello se ha roto, no nos queda más remedio que enfrentarlo directamente a nuestra manera]
"¿A nuestra manera?" - repitió Konan mientras miraba a su otro yo, solo para soltar un agudo gemido de placer - "¡Ah ~!"
[Simple, luchemos fuego con fuego] - dijo Kuro Konan con un brillo lleno de locura en sus ojos - [Si no podemos aceptar el pasado, entonces reescribámoslo con el presente, deja que los recuerdos del pasado desaparezcan en un mar de placer]
Nuevamente, la voluntad de Konan empezó a desaparecer poco a poco porque las palabras de su otro yo parecía ser la respuesta.
"Cierto... si no puedo olvidar el pasado, puedo reemplazar esas memorias con nuevas..." - pensó Konan mientras sentía cómo si los fragmentos rotos de su corazón regresaran a su antiguo lugar y estos eran parchados con parches adhesivos. La extraña idea de su lado oscuro podría ser estúpido para muchos, pero para Konan, esta era un salvavidas listo para ayudarla a salir de este abismo que ella había caído al recuperar los recuerdos del pasado.
[Exacto, no necesitas ser una perra, cuando puedes ser SU perra] - la voz hipnotizante de Kuro Konan resonó en los oídos de la Konan original, creando una sensación extraña que lentamente causó una resonancia entre las dos mitades.
La Konan original podía sentir cómo su resistencia a su lado oscuro desaparecía mientras dejaba que esta extraña sugestión continuara, aunque esto no era más que cambiar una correa por otra más suelta, una que le permitía respirar.
Kuro Konan sabía que esto no era bueno, después de todo, era depender de otra persona, pero al mismo tiempo que esta era la única forma de salvar a su otro yo, una mujer que había vivido toda su vida como la 'sirviente' de alguien más.
Lentamente, los minutos pasaron y la fusión de los dos lados se completó, creando una nueva Konan, aunque que había dejado su odio por el pasado de lado, una que había encontrado un nuevo 'motivo' para avanzar, a pesar de que muy en lo profundo de su subconsciente, sabía que esto estaba mal.