"¿Cómo te sientes?" - preguntó Kurama al ver que habían regresado al mundo fuera del espacio mental combinado.
Konan se quedó en silencio unos segundos antes de recuperar por completo la consciencia al escuchar las palabras de su acompañante - "Estoy bien, gracias"
Kurama asintió, solo para mirar detenidamente a la mujer de cabello azul - "¿Qué tienes pensado hacer ahora?"
Konan frunció el ceño antes de recordar lo que Nagato le había pedido antes de que Obito y esas cosas que llamaba subordinados, la atraparan - "Toma"
Kurama levantó una ceja mientras tomaba el pergamino que la mujer le estaba dando, solo para sorprenderse porque este contenía toda la información del Rinnegan - "¿Esto es en serio?"
Konan explicó el motivo de que ella entregara la información, dejando impactado a Kurama porque no esperaba algo como esto.
"Esto es malo" - murmuró Kurama con el ceño fruncido, solo para notar cómo los clones que estaban custodiando la entrada, parecían estar a punto de entrar - "Espera un momento, voy a esconderme y luego hablamos"
Konan asintió mientras veía cómo el hombre de cabello rojo desaparecía entre las sombras, solo para que un grupo de clones entrara acompañados de Obito, quien estaba mirándola con el ceño fruncido.
"¿Cómo lograste zafarte de tus cadenas?" - preguntó Obito con el ceño fruncido mientras miraba alrededor en búsqueda de alguien, aunque luego de unos minutos de búsqueda, no encontró nada fuera de lugar - "Como sea, no es como si pudieras escapar"
"Tch" - Konan chasqueó la lengua con molestia, solo para fruncir el ceño - "¿Qué haces aquí? ¿A caso vienes a regodearte?"
"Básicamente" - bufó Obito mientras entrecerraba los ojos - "Nagato está a punto de iniciar el ataque"
La expresión de Konan cambió cuando escuchó esto, solo para maldecir al Uchiha, lo cual era como música para sus oídos - "¡Bastardo!"
"Espero que pases bien las siguientes horas de vida" - dijo Obito antes de soltar una risa malvada y salir de la habitación junto a sus clones.
"¿Seguimos cuidando la entrada, Obito-sama?" - preguntó uno de los clones de Shiro Zetsu con una expresión seria en su rostro - "¿O la eliminamos?"
"Todavía no" - respondió Obito con frialdad, solo para fruncir el ceño - "Olvídenlo, no es necesario que la sigan cuidando, no importa si ella escapa o no, nuestro plan ya está en marcha"
"Entendido" - al terminar de decir esto, todos los clones desaparecieron entre las calles de Amegakure no Sato.
Un profundo silencio invadió la habitación de Konan mientras apretaba los dientes con furias hasta que Kurama apareció nuevamente.
"¿Qué tal si seguimos nuestra conversación?" - preguntó Kurama con el rostro serio - "Empezando el motivo de esta ayuda tan inesperada"
Konan simplemente explicó todo lo que estaba sucediendo con lujo de detalles, así como aprovechó para informarle todo lo que sabía de Obito y Zetsu,
Mientras más escuchaba, más extraño sonaba todo para Kurama porque había muchos vacíos en las palabras de la mujer, no porque ella estuviera mintiendo, sino por la extraña participación de los dos 'subordinados' del usuario del Rinnegan.
"Entiendo" - dijo Kurama luego de pensar por unos cuantos segundos en silencio - "Supongo que es hora de que cumpla también mi parte del trato, prometo protegerte"
"¿Hay alguna forma de que puedas salvar a Nagato, al menos para que viva lo suficiente para ver sus errores?" - preguntó Konan mientras se mordía el labio porque incluso luego de todo el daño que él había causado, Konan no podía permitir que su último amigo tuviera un final tan horrible como el de ser una pieza de un juego que él pensó que era un jugador.
"Una última pregunta" - dijo Kurama con el rostro serio - "¿Sabes cómo Obito Uchiha consiguió el Rinnegan?"
Konan se quedó en silencio unos segundos antes de responder que no estaba segura, pero si tenía que dar una hipótesis, entonces fue después de que ellos atacaran Otogakure no Sato y mataran a Orochimaru.
"Células de Hashirama" - pensó Kurama con el ceño fruncido, pero había algo que no encajaba, porque si era así de fácil conseguir el Rinnegan, entonces existiría más que tres ojos. Tal parecía que necesitaría investigar las ruinas de Otogakure no Sato, así como el monolito del clan Uchiha para ver si podía descubrir la verdad oculta en esta extraña situación.
Un profundo silencio rodeó al dúo, quienes se estaban mirando con seriedad, aunque esto solo causó que Konan empezar a respirar con dificultad, porque los efectos de todo el deseo acumulado todavía estaba presente y ahora estaba empezando a afectar su cuerpo físico.
Lentamente, la mujer empezó a quitarse la ropa, mostrando su seductor cuerpo, con las curvas voluptuosas que estaban en los lugares correctos.
Kurama sintió cómo su garganta se secaba porque tenía que admitir que a pesar de todo, Konan era hermosa, así que rápidamente la tomó de la cintura porque su lujuria había sido activada nuevamente.
Los dos rápidamente se hundieron en un nuevo abismo de placer, aunque no sin antes que el pelirrojo creara una barrera para impedir que alguien fuera escuchara lo que estaban haciendo.
Luego de una hora, los dos estaban volviendo a vestirse.
Konan estaba con el rostro rojo mientras que Kurama estaba sacando dos pergaminos - "¿Qué es esto?"
"El primero sirve para protegerte en caso de que Obito o Zetsu te ataquen" - dijo Kurama con el rostro serio - "En el momento que este sienta que tu vida está en peligro, usará mi chakra para activar un sello Hiraishin para teletransportarte a un lugar seguro"
Konan asintió cuando escuchó esto porque era perfecto para su situación actual, la cual la tenía en una cuerda floja en la que podría caer en cualquier momento.
"El segundo sello, es para comunicarte con el resto del clan" - dijo Kurama con seriedad - "Solo podrá activarse cuando el primero haya sido activado, servirá para que puedas hablar con los miembros del clan Uzumaki, y así podremos rescatarte y llevarte a un lugar seguro"
"Entendido" - asintió Konan con una pequeña sonrisa brotan en su rostro, aunque rápidamente regresó a la normalidad - "Puedo sentir cómo esas cosas ya no están protegiendo esta casa, así que voy a ir a hablar con Nagato para ver si puedo ganar un poco de tiempo"
Kurama asintió cuando escuchó esto, solo para darle un pequeño beso a la mujer y desaparecer en un destello rojo, porque ahora que tenía la información del Rinnegan, lo único que a él le faltaba hacer era volver a mantener un equilibrio entre su lado bueno y malo.
Viendo que el joven de cabello rojo había desaparecido, Konan soltó un pesado suspiro porque por fin sintió cómo la piedra que estaba sobre su pecho desaparecía por completo, solo para moverse en dirección donde estaba Nagato.
Los clones la observaron en silencio, sin hacer ningún movimiento porque Obito ya les había informado que dejaran que la mujer hiciera lo que quisiera, menos escapar de Amegakure no Sato, obviamente.
Konan observó esto con un brillo misterioso en sus ojos porque sabía que tanto Obito, como Zetsu, estaban menospreciándola, sin saber que ella ahora tenía un aliado que podría poner en jaque su plan.
La hermosa mujer de cabello azul rápidamente llegó a la habitación oscura de Nagato, solo para notar cómo su mejor amigo abría los ojos, observándola con el ceño fruncido.
"¿Por qué no escapaste?" - preguntó Nagato con una mirada seria en su rostro, solo para sentir cómo su sello sobre su amiga había desaparecido, lo que significaba que ella se había encontrado con alguien lo suficientemente hábil como para poder protegerla - "¿Qué fue lo que pasó?"
Konan miró alrededor, frunciendo el ceño porque no sabía si alguien los estaba espiando.
"Tranquila, no hay nadie en la cercanía, ahora que estamos a punto de iniciar el ataque, ellos están un poco más relajados de lo normal" - respondió Nagato mientras miraba detenidamente a su única amiga - "Cuéntame qué fue lo que pasó"
Nagato realmente estaba confundido porque no entendía cómo todo había sucedido tan rápido, menos cuando Konan parecía que había estado todo el tiempo en Amegakure no Sato.
Konan rápidamente explicó lo que había sucedido, lo que causó que Nagato sintiera una enorme furia crecer en su interior, aunque rápidamente se calmó cuando escuchó cómo Kurama Uzumaki, el Jinchuriki del Kyuubi, había aparecido en Amegakure, lo que causó que él soltara un suspiro de alivio.
"Ya veo" - murmuró Nagato mientras cerraba los ojos, pensando detenidamente en las implicaciones de que ahora el Kyuubi supiera sobre las habilidades del Rinnegan - "¿Algo más que tenga que saber?"
"Kurama Uzumaki decidió que nos ayudaría" - dijo Konan con el rostro serio mientras recordaba el firme cuerpo del hombre que había liberado la lujuria dentro de ella, lo que causó que un pequeño sonrojo brotara de sus mejillas.
Nagato decidió ignorar las expresiones de su única amiga porque no eran importantes, concentrándose únicamente en sus palabras - "Esto facilita mucho las cosas"
"Tal parece que es posible que podamos ser salvados" - dijo Konan mientras cerraba los ojos.
"No, no hay salvación para nosotros, o mejor dicho, para mí" - murmuró Nagato mientras abría los ojos, teniendo un momento de recolección - "He cometido demasiados pecados durante mi búsqueda por traer la paz al mundo"
"Nagato, tus intenciones fueron buenas, solo te desviaste de nuestro objetivo inicial" - dijo Konan mientras negaba con la cabeza.
"No, yo sabía muy bien lo que estaba haciendo" - respondió Nagato con firmeza - "Es por eso que acepto mi destino, no necesito ser salvado, porque no lo merezco"
Konan no dijo nada más, ella solo cerró los ojos mientras soltaba un suspiro pesado porque era obvio que ahora que había llegado a los últimos momentos de su vida, Nagato había recuperado parte de su consciencia.