Kurama estaba sentado en silencio observando el cielo nocturno, cuando su expresión cambió a una de absoluta neutralidad - "Es una sorpresa verte frente a mi, Uchiha Obito, aunque hubiera preferido que lo hicieras con tu verdadero rostro y no usando el cadáver de alguien que es importante para mi..."
"Créeme que si aparezco frente a ti con mi verdadero yo en este momento, terminaría muerto antes de siquiera poder decir algo" - respondió Obito mientras usaba el cuerpo de Yugito. Ella tenía una fría sonrisa en su rostro mientras su Rinnegan brillaba con maldad - "Pero bueno, no vine a hablar sobre eso, sino a ofrecerte un trato que estoy seguro de que no querrás pasar por alto"
"Solo habla antes de que haga algo que no deseo..." - dijo Kurama mientras empezaba a liberar su chakra con odio en su mirada.
"Es simple, no te unas a la batalla como antes lo has hecho y como recompensa, yo traeré de regreso a esta mujer, después de todo, ella no tiene otra utilidad aparte de ser tu collar" - respondió Yugito con una sonrisa - "Dime... ¿Qué te parece el plan?"
Kurama frunció el ceño cuando escuchó esto mientras miraba al cuerpo controlado de la Jinchuriki de su hermana.
"Va a haber un ataque a mitad de la noche, si no participas, entonces lo tomaré como si aceptaste mi trato" - dijo Yugito antes de desaparecer del lugar.
Kurama se quedó en silencio unos segundos antes de pensar en todas las posibles soluciones para su situación. Él podía intentar hacer todo lo posible por atrapar a Yugito, pero había un problema llamado Kamui. Kushina había intentado crear un Sello lo suficientemente potente para poder detener esa técnica, pero todavía no encontraba la última pieza para completar la fórmula del sello, dejando a la técnica sin la potencia suficiente para poder bloquear la Técnica de Espacio-Tiempo del Sharingan.
Kurama rápidamente sacudió la cabeza, solo para fruncir el ceño cuando sintió una extraña perturbación en la Casa de Máscaras, o mejor conocida como el Santuario Uzumaki donde ellos guardaban las Shinigami no Kamen, así que se teletransportó sin pensarlo dos veces, solo para notar como un hombre de cabello celeste y apariencia ligeramente familiar estaba frente a él.
El pelirrojo solo miró al intruso por unos segundos con el ceño fruncido, solo para sentir un aroma familiar - "Orochimaru..."
"Yo no soy padre" - respondió el intruso con seriedad mientras miraba al hombre que había aparecido de la nada - "Es un placer el poder estar ante tu presencia, Uzumaki Kurama-sama"
"Padre..." - murmuró Kurama mientras entrecerraba los ojos.
"Soy un humano creado artificialmente gracias al ADN de padre, Kabuto-sama y una mujer desconocida" - respondió Mitsuki con calma - "Mi nombre es Mitsuki, es un placer"
"Ya veo... aunque eso no explica por qué está aquí una de las creaciones de Orochimaru" - dijo Kurama con seriedad - "Más cuando él supuestamente está muerto..."
"Como te habrás dado cuenta con mi presencia, padre sigue vivo, aunque su estado no es el mejor" - respondió Mitsuki mientras negaba con la cabeza - "Tenemos presupuestado que él no podrá vivir por más de un mes aunque tome posesión de un cuerpo diferente..."
"Son las primeras buenas noticias que he recibido en los últimos días" - dijo Kurama con sarcasmo - "Ahora habla, descendiente del traidor, dime que es lo que necesitas de Uzu antes de que te elimine de la existencia"