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Chapter 28 - Confesiones II

HESTIA

Mi corazón se encogía con cada frase que pronunciaba, sin haber escuchado aun todo lo que tenía para decir ya podía entender porque necesitaba esa pulsera y porque el ataque de Fobos había sido devastador para su mente y sus emociones, Percy estaba quebrado por dentro, pero siempre hacía su mejor esfuerzo para poder proyectar lo mejor de él. Me sentí impotente y renegué de las veces que sentí que Percy me había dejado abandonada, fui egoísta.

—No recuerdo un día en que ese maldito no le gritará a mamá o que no le faltará el respeto delante de sus amigos con los que se reunía a jugar y a tomar —se secaba las lágrimas con furia, avergonzado de lo que me contaba. —Al comienzo no se metía conmigo porque pasaba la mayor parte de mi tiempo en mi cuarto encerrado, pero cuando empezó a pedirle dinero a mamá para sus apuestas y su vicio ella tuvo que tomar más turnos en el trabajo para cumplir con sus pedidos, entonces empezó a descargárselo conmigo —para esto su mirada estaba extraviada y parecía que me lo contaba en piloto automático. —En cierta oportunidad me arrojo por las escaleras, solo porque demoraba demasiado en subir con las botellas de cerveza ¿puedes creerlo? un niño de 8 años subiendo con bolsas llenas de botellas de cerveza, me espero en la puerta y como si fuera basura me pateo hacia abajo —nunca podría explicar lo dolorosa que fue su sonrisa deformada por las lágrimas que bajaban por su mejilla. —Nunca pude decirle la verdad a mamá, porque ella ya tenía demasiadas cosas encima, esa basura la humilló en todas las formas posible, pero ella siempre reservaba una sonrisa para mí y para decirme que todo estaría bien —por un momento volvió esa sonrisa tierna en el recuerdo de Sally. Sabía que la fórmula para poder sanar su corazón estaba dentro de Percy mismo, en los buenos recuerdos, en la memoria de la gente que le amaba.

—Sally sufrió lo que sufrió para poder mantenerte a salvo —susurré, porque tenía miedo de que se cortará el momento tan íntimo que estábamos teniendo.

—No dudo que era por eso, pero ni siquiera puedo recordar la cantidad de veces que tuve que vestir a mi madre porque Gabe la golpeaba cuando se emborrachaba, la dejaba inconsciente y semidesnuda —me estremecí al pensar que verme siendo atacada por los dioses pudo haber desatado toda la furia que concentro contra Ares, Zeus y Poseidón. —Ahora ya no, porque el agua sano mi cuerpo cuando llegue al campamento, pero tenía múltiples marcas de quemaduras en mi espalda, de los cigarrillos que Gabe y sus amigos apagaban en mi cuando me obligaban a limpiar el piso lleno de cerveza y de sus vómitos —mi corazón se caía a pedazos, de pensar en el dolor de Percy sentía deseaba parar esto, pero sabía que necesitaba un desahogo necesitaba vaciarse de toda la maldad y crueldad que el mundo había arrojado contra él. —Tengo más huesos rotos que años —apretó mi mano con fuerza. —Era tanta la vergüenza que sentía que faltaba a la escuela para que Grover y el señor Brunner no me preguntaran por mis hematomas.

—Se suponía que Grover debía protegerte —por un momento pensé que tal vez Grover o Quirón no habían hecho nada por Percy. No era justo, esto no podía haberles pasado a todos los hijos de los dioses y simplemente haber cerrado sus ojos.

—Lo hizo, muchas veces recibió las palizas en mi lugar y eso me avergonzaba aún más, pero nunca me permití llorar delante de él —tragaba saliva con amargura, mientras tiraba su cabeza hacia atrás porque seguramente le avergonzaba llorar tanto. —Recuerdo que odiaba los fines de semana... mamá trabajaba casi todo el día porque eran los días que más le necesitaban... Gabe veía el juego con sus amigos y si su equipo perdía simplemente me usaba como su saco de boxeo. Nunca dejaba marcas en mi rostro porque decía que sería difícil mentirle a mamá sobre que me caí jugando —para ese momento la cabeza de Percy estaba hundida entre sus hombros como si se escondiera de la vergüenza. —Y ni hablar de las veces que me usó como apuesta en sus juegos de póker con sus amigos y la forma en como dejó que ellos... de mi —no logré escuchar muy bien la palabra que uso, pero no fue necesario, mi respiración se detuvo, no dijo nada más, pero empecé a llorar sin poder controlarme y mi respiración se volvió violenta, sentía que me faltaba el aire y sentía náuseas y quería explotar. Me sentí inútil, sentí que todo este tiempo siendo la diosa del hogar había fallado, le había fallado, le habíamos fallado a Percy y al resto de semidioses, esto no debía pasar, a nadie, nadie y menos Percy merecía todo esto. Apreté su mano con fuerza mientras encontraba la cordura necesaria para escucharle, el solamente resoplaba y escondía su cara de mí. —Creo que es por eso que me cuesta encontrar un equilibrio entre lo que siento y lo que hago...Fobos me quebró totalmente, no tengo palabras para explicarte cuan roto estoy por dentro —ya no salían más lágrimas de Percy, sentí que en cualquier momento se iba a desmayar del cansancio emocional. Su vendaje estaba empapado de sangre, y su mano temblaba de miedo. —No sabes cómo me alegré cuando mamá decidió usar la cabeza de medusa para convertirlo en piedra —podía entender la seguridad que ese sentimiento de alegría por el destino de Gabe le hacía sentir, que ya no podría dañarle más a él y a Sally.

—Te juro que le haremos pagar a Fobos y todos por lo que te hicieron, te juro que lo haremos —Percy me sonrió ligeramente con lo más parecido a la esperanza que había visto en él desde que lo rescató Caos.

—Fue una bendición que conociera a Paul, me siento culpable de haber puesto las cosas difíciles cuando sus intenciones era las mejores... Él amaba a mi mamá, nunca más vi llorar a mi madre sola en la cocina —sonreía con tristeza, esos recuerdos alegres eran lo único que podrían sanar su corazón y su mente. —Estoy seguro que Fobos tuvo que ver o por lo menos estuvo relacionado con la muerte de mamá y Paul, por que pude ver el detalle de como sucedió y de la crueldad con la que lo hicieron para llegar a mí —su tono ya no era de dolor traumático, sino era un tono mortalmente poderoso.

Me conto con detalle las imágenes del asesinato de Sally y Paul y de cómo mencionaron su nombre todo el tiempo, porque querían llegar a él y destruirlo. La forma brutal en que habían arremetido en su casa y como habían asesinado a los que más amaba hizo que mi objetivo personal fuera averiguar quién exactamente habían sido para que tuvieran lo que merecían, eso y hablar con Hades para poder asegurarme que estuvieran en un lugar de paz.

—Daremos con ellos Percy y obtendrán lo que merecen —Percy asintió mientras se acomodaba sobre el tronco en el que estábamos sentados.

—Sabes... cuando conocí a Annabeth yo no era nadie especial, no sabíamos quién era mi padre, pero aún asi ella tenía un ojo sobre mi... se sintió especial... se sintió que por primera vez alguien que no fuera mi madre y Grover me quería. Pero la traición y la forma en como ella me desprecio y me cambio por Mark me hizo odiar los buenos sentimientos de lealtad y fidelidad que tenía dentro mío —su mirada se tornó perdida, sabía que la traición de Annabeth había tocado zonas específicas de su personalidad que estaban sensibles y que al menor estimulo negativo explotaban. La sangre volvió a filtrarse de su vendaje y le costaba respirar. —Ser perseguido como un animal por 2 años me hizo entender que no habrá justicia sino la busco por mí mismo —tenía mucha razón, la vida había golpeado a Percy hasta casi dejarlo muerto, pero había sobrevivido, y vencería a todo lo que se le pusiera en frente.

—Estoy seguro que harás del Olimpo un lugar justo —sabía que antes de que eso llegara Percy les haría sentir su furia y después de lo que había escuchado no podía decirle que no, solo rogar porque no lo consumiera.

—Con respecto a Piper no puedo explicar cómo o porque actuó asi con ella... a veces quiero acercarme tanto, pero el resto del tiempo siento que no puedo tenerla cerca... Siento que puede hacerme daño, y no tengo idea de porque se coló en medio de todas las imágenes que aparecieron luego de que Fobos me hirió, pero cuando estoy con ella siento que detona todo en mi mente —note que era una de sus grandes luchas el no comprender el por qué o que actuaba con ella de esa manera.

—Necesitas hablar con ella —por un momento su mirada fue de pánico. Como sí sintiera que el mundo se estaba acabando ante sus ojos.

—No hay forma de que pueda hablar con ella sobre esto —me dijo agitando la cabeza con violencia, estaba tan agotado que solo quería que descansara, que por unas horas pudiera dormir en paz y encontrar la tranquilidad que tanto deseaba para él.

—No te pido que le cuentes esto, no podría pedírtelo jamás, pero lo que si necesita saber es cuan mal estas y que no puedes controlar las consecuencias de tu herida, para que así ella entienda el porqué de las cosas. Eso evitará que ella se sienta herida... Porque tú no quieres herirla ¿cierto? —negó con la cabeza, pero aún tenía esa postura acongojada, como estuviera arrinconado, solo y herido.

—Nunca —me reitero después de unos minutos.

—Creo que ella necesita saber que las cosas están siendo difíciles para ti, solo eso —negaba con la cabeza, sabía que lo que le pedía era difícil, pero también debía pensar en Piper, esa niña estaba muy preocupada por él, lo sabía y el silencio de Percy asi como sus evasivas las estaban alejando cada vez más.

—Me da vergüenza, me da vergüenza que me vea débil —confesó mientras levantaba un poco la cabeza.

—No eres débil... No has llegado hasta aquí por ser débil, has peleado contra todo y contra todos y sigues aquí... Sigues aquí Percy, de pie y eso no cambiará —empezó a llorar como un niño sin control, su cuerpo temblaba y no pude aguantar más y lo apreté en mis brazos, sentía tanta rabia por como Fobos había roto a mi hijo y que no hubiera nada que pudiera hacer por él. Respiraba con dificultad mientras lloraba descontroladamente.

—Siento que cada vez que algo bueno puede pasarme mil desgracias quieren arruinarlo... —sabía que dentro de sus "algo bueno" estaba haber encontrado a Piper, ser elegido por Caos, rescatar a Tyson, volver a ver a Zoe, Thalia, Silena y Beck, todos ellos harían que el corazón de Percy se calentará nuevamente y que todo ese dolor que ahora no podía vencer sanaría con el amor incondicional de sus amigos. Nos quedamos abrazados no sé por cuanto tiempo, yo frotaba su espalda tratando de transmitir todos mis sentimientos por él.

—No hace falta que lo hagas ahora mismo... Pero debes hacerlo para que ella pueda ayudarte —susurré, pero no sé si llego a escucharme, porque se había quedado dormido en mis brazos. Pesaba, estaba completamente relajado, chasquee los dedos para que apareciera una cama cerca de la llama, donde nadie pudiera interrumpir su descanso. Rogaba porque le permitiera dormir durante mucho tiempo.

Necesitaba recuperar a mi hijo como sea. No dejaría que se perdiera en la oscuridad. Es tiempo de darle un poco de luz en su vida.

PIPER

Habían pasado más de 2 horas desde que Hestia y Percy se habían ido hacia el bosque, sabía que iba a recibir una gran reprimenda por todo el tiempo que Percy se había ausentado y no se había reunido con ella. Sentí un poco de pena por ambos, Hestia buscaba amar a Percy como un hijo y darle su atención y cariño tanto como pudiera ser posible en los momentos que Percy estaba en la tierra y por otro lado Percy se había vuelto retraído, reservado y distante.

A veces era incomodo siquiera intentar penetrar en todas las barreras que durante estos años se había dedicado a levantar. Yo había tratado muchas veces de hablar sobre lo que estaba mal, pero simplemente había fallado una y otra vez. Me sentía frustrada porque todo lo que habíamos avanzado antes de irnos con Caos se había ido desgastando cada vez más, no es que nos odiáramos, pero creo que nuestra relación de confianza se resumía en saber que cada movimiento de espada no le cortaría la cabeza al otro, en sincronizar nuestros ataques uno tras otros, saber que ataque complementaba a otro, "leer nuestras mentes" sobre lo que necesitábamos en el campo de batalla en los innumerables ejercicios con los autómatas de Beck. A veces, solo a veces nuestras miradas se cruzaban, pero era la suya a que me esquivaba y huía. Pero siempre pude ver que en su mirada me llamaba, decía mi nombre, pero simplemente no podía decirlo audiblemente, y eso llegó a hacerme explotar. Sé que no debí, sé que no debía porque lo que Caos me había dicho era que debía confiar.

Estaba parada frente a la entrada de la casa donde vivíamos. Todo había sido muy bien preparado por Tyson, cada detalle había sido tan bien cuidado por él y por Leo que se sentía como nuestro hogar en el palacio de Caos. Algunos de los campistas pasaban mirando y comentando, aún nos miraban con recelo a los que no habíamos revelado nuestra identidad, era completamente normal, pero de momento no queríamos distracciones del entrenamiento y preparación para lo que estaba por venir, mucho más teniendo en cuenta las incursiones aleatorias para infundir terror que se habían dado durante el tiempo que no estuvimos aquí. Creo que eso fue una de las razones por las que se optó por reunir los dos campamentos para evitar que se peleara en dos frentes.

No lo supe hasta ese momento, pero extrañaba esto. El barullo, los campistas corriendo de un lado a otro, y ese sentido de pertenecer a un lugar como este. Pero también sabía que Piper McLean nunca más podría ser una campista de nuevo, ahora tenía responsabilidades mucho más grandes y sabía que mi destino estaba ligado al de Percy y la de nuestro equipo.

Me quede mirando la figura de Hestia que venía caminando con la mirada perdida desde el bosque por el que había ido a caminar con Percy, pero él no venía con ella. Eso me preocupo por un minuto, pero en cuanto me vio me sonrió con esa sonrisa que estaba reservada para Percy y para mí. Pero sabía que algo estaba mal, también sabía que era posible que no pudiera decirme todo lo que yo quería escuchar y saber. Y eso me frustraba aún más. Decidí acercarme para poder darle encuentro, su caminar era lento y aún mantenía la sonrisa en su rostro. Cuando la pude ver de cerca, nunca había visto ese rostro en Hestia. Estaba con los ojos hinchados y enrojecidos, sabía que iban a haber momento de lágrimas, pero simplemente no pensé que la conversación sería tan intensa como para que la propia diosa terminara asi. Eso me preocupo más aún.

—Piper ¿está todo el equipo dentro? —cuando escuché su voz pude sentir la angustia de su corazón, había un toque de urgencia en ella que no me dejaba en paz.

—Aún no, Thalia y Zoe no han vuelto —suspiró con un poco de cansancio, supongo que aún no se ha repuesto del todo de lo que paso con los dioses y el maltrato que sufrió. Pero también se preocupaba por Tyson como si fuera su propio hijo y las cosas con Zoe eran evidentes que no estaban bien. Y siendo tan preceptiva como era, seguro los dejo hablando cuando apareció a buscar a Percy.

—Necesitamos hablar, quisiera conocer tu habitación ¿puedo? —por un momento su mirada se animó cuando miro la casa donde estaríamos viviendo. No se parecía en nada a las cabañas del campamento. Caos siempre dijo que debíamos vivir lo más confortable posible ya que nuestro trabajo requería que pudiésemos disfrutar del momento de tranquilidad.

—Claro que sí, vamos adentro —cuando entramos se quedó mirando con detenimiento y creo que le gustó lo que Tyson había preparado, estaba segura que durante la estancia de Tyson se habían hecho cercanos. Tome la tableta para revisar los permisos de accesos, sé que Percy apreciaría que Hestia no tuviera que esperar que alguien la hiciera entrar cada vez que viniera.

—Estoy actualizando los permisos para que puedas flashear aquí cada vez que quieras... ya que tenemos un sello sobre eso —ella asintió y me dio una ligera sonrisa, una de las cosas que Tyson había logrado es que se sintiera como un hogar, no era un palacio, teníamos sofás, centro de entretenimiento, una cocina con comedor y un salón privado donde podíamos reunirnos para cualquier eventualidad. Pero lo más impresionante era que la parte del techo era de cristal por lo que la luz bañaba todo el ambiente durante el día y la luz de la luna en la noche. En la segunda planta estaba cada habitación con el símbolo de su padre o madre y del primordial que le había dado su bendición.

La lleve por cada uno de los rincones de la casa, todo olía a nuevo asi que era satisfactorio explorar zonas de la casa en las que ninguno de los chicos había entrado aún. Cuando hubimos visto la planta baja fuimos hacia mi habitación para que pudiésemos conversar tranquilas. Pudo ver el detalle en las puertas de los símbolos de cada uno y como el símbolo se iluminaba cuando la habitación tenía personas dentro, en el caso de la habitación de Silena con Beck y la de Tyson. Abrí la puerta de mi habitación. Y afortunadamente teníamos un sofá para que pudiésemos conversar en paz. Tanto ella como yo, creo, teníamos muchas cosas que decir.

—Aquí estaremos tranquilas —le invite a que pudiera decirme lo que necesitaba decirme. Tomo mi mano y la froto con delicadeza.

—Primero que nada, quiero disculparme —su voz se quebró un poco, rápidamente aparte mi mano de la suya, casi podía saber porque se estaba disculpando, pero simplemente no podía permitirlo.

—Mi señora, por favor no, no hagas eso, me siento avergonzada —Hestia negó con la cabeza y volvió a tomar mi mano esta vez con un poco más de fuerza.

—Sé que ha sido una carga muy pesada pedirte que cuidaras de Percy y las muchas molestias que esto te puede haber ocasionado —suspiré con fuerza, no había sido una carga ni mucho menos, pero si había sido difícil poder cumplir mi palabra de cuidar de él. Simplemente no pude llegar a Percy, no después de su experiencia con Fobos.

—No, no digas eso —le rogué, sentía vergüenza que alguien como Hestia siquiera pensara que debía disculparse conmigo. —Sí que ha sido todo un desafío, pero nunca sentí que fuera una obligación o lo hice en contra de mis deseos —Hestia tenía los ojos medios llorosos y eso me conmovió, supes que la conversación que había tenido con Percy no había sido solo dura para Percy, sino también para Hestia.

—Me alegra escuchar eso, sé que Percy no ha hecho las cosas fáciles —no podía decirle a Hestia todo lo pesado que se sentía mi corazón por la distancia que había entre Percy y yo ahora.

—Estoy preocupado por él... pero simplemente no pude encontrar la manera de llegar a él —se quedó pensando unos minutos luego de mis palabras, como si estuviera escogiendo muy bien lo que quería decirme.

—Hoy he hablado con él y le he pedido que tenga un tiempo para poder hablar contigo, hay muchas cosas que suceden en su cabeza —no quería que Percy se viera obligado a hablarme solo porque Hestia lo quería. Quería que deseara estar a mi lado y hablar, extrañaba esos momentos.

—No creo que eso suceda, Percy simplemente ha dejado de ser Percy —era una realidad que muy a mi pesar y el de Hestia era verdad.

—Debes seguir confiando en él, nunca, muy a pesar de todo lo que le ha pasado y por lo que sigue pasando dejará de luchar por todos ustedes —yo sabía que Percy era un luchador, no se rendía jamás, pero sentía que se estaba abandonando a la oscuridad que le rodeaba ahora mismo.

—Hestia, siento que le pierdo, nunca me había sentido tan frustrada —Hestia puso su mano alrededor de mi espalda, me sentía tan inútil y culpable. Las cosas no habían sido para nada iguales desde que se había ido a su entrenamiento con Chronos, algo se había quebrado entre nosotros.

—Lo sé, Piper, pero hoy más que nunca necesita de ti, necesita a todo el equipo, pero a ti, a ti te necesita por sobre todos, nunca te lo diría porque teme verse débil ante ti, pero te necesita demasiado —una lágrima se escapó por mi mejilla, pensar que alguien como Percy, que se había enfrentado a la muerte innumerables veces me necesitara sí que me hacía sentir especial.

—No lo sé, Hestia, no sabes que doloroso ha sido verle alejarme cada vez más —pude sentir que el corazón de Hestia y el mío estaban en la misma página en ese momento. Mi corazón se sentía pesado.

—Él está pasando por mucho, mucho, mucho y no puede con todo, quiere cuidarlos a todos, quiere que Silena y Beck por fin tengan una vida feliz, que Zoe pueda encontrar la normalidad, Thalia a Nico y que Tyson vuelva a ser el mismo ciclope de siempre —había sido una alegría para Percy buscarlos y saber que nuevamente estaban con vida y que podrían encontrar la vida que tanto querían, que tuvieran una nueva oportunidad. —Y para ti... él quisiera que no tengas que pasar por nada de lo que él tuvo que soportar para llegar hasta hoy —sus palabras tenían un peso distinto cuando las dijo, se sentían llenas de una emoción fuerte que me toco el corazón.

—Hestia, he recibido el mismo entrenamiento que él, he recibo tu bendición, la de Thalassa y Caos, estoy al nivel de un primordial, puedo desvanecer a cualquier dios que se ponga en frente... lo que quiero decir es que no quiero ser una carga más para él, solo quiero ayudarle —aún asi, yo quería demostrar que era necesaria, que era digna de estar a su lado de poseer los poderes de Caos y Thalassa. Yo por primera vez no quería ser a la que cuidaran sino cuidar de él, como aquella vez en el lago.

—Piper... —sé que podía entenderme, ella era una diosa pacífica y muchas veces, sobre todo recientemente había aprovechado de ello para verla como débil. Pero ahora tenía a Percy y a mí para decir que no lo era, que tenía quien peleara por ella.

—Toda mi vida he sido "una hija de Afrodita", pero ahora soy tu campeón, co comandante del ejército de Caos y quisiera que Percy viera eso —ya no quería ser nunca más etiqueta como —débil —ahora quería ser quien salvara a los otros. Sabía que tenía lo que se necesitaba para ello.

—Él lo sabe, pero más que nadie conoce también que el mundo es un lugar oscuro y cruel, simplemente no quiere que tengas que ver los horrores que él ha visto —esa era una de las cosas que amaba de él, era protector, pero eso estaba bien para la Piper tímida del lago. Ahora era alguien que tenía todo lo que se necesitaba para cuidarme y para cuidar de él también.

—Me siento tan frustrada, no sé qué pensar ahora mismo —me miró por un momento, en más de una vez noté que estaba escogiendo mucho sus palabras conmigo.

—Él no quiere ser una preocupación para nadie, menos para ti Piper —me sentí avergonzada, su nobleza superaba todo lo que alguna vez había conocido. Todo este tiempo quiso lidiar con las cosas solo, porque siempre había sido asi, llegue a la conclusión de que no sabía cómo compartirlo.

—¿Dónde está ahora mismo? —tenía un deseo mortal de golpearlo por todos estos años, por apartarme, por no confiar en mi para hablar de lo que le pesaba en el corazón.

—Descansando, estaba exhausto. Necesita mucho descanso, por lo que lo deje en mi santuario descansando. Lo traeré cuando haya descansado lo suficiente —nunca había estado en el santuario de Hestia, supuse que era un lugar privado asi que no pregunte mucho sobre eso. Todo lo que ayudara a Percy a recuperarse y estar en paz era bueno y no quería entrometerme en ello.

—¿Viste su rosto? —ella asintió con tristeza, seguro le rompía el corazón ver como el brillo de sus ojos no era el mismo y su aspecto se había vuelto tan diferente al rostro alegre de los primeros días en el lago.

—Rompió mi corazón verlo ahí. Sé que no han sido años fáciles para él —asentí porque amábamos al mismo hombre, de diferente manera y esto nos tocaba el corazón.

—También rompe el mío no poder hacer nada por él —Hestia ya sabía, aunque nunca habíamos hablado expresamente de ello.

—Claro que puedes hacer algo por él. Estar a su lado, tal vez en silencio, tal vez sin hacer nada, pero a su lado, inamovible, incondicional. Créeme que su corazón se hace fuerte cuando sabe que estás a su lado, a pesar de que no pueda decir nada —me dolían sus palabras, que clase de ayuda sería siendo un ente silencioso que no dice o hace nada. Sentía que no le servía a Percy más que para la batalla.

—Hestia, me duele el corazón —por primera vez sentí que podía hablar del dolor de corazón más con Hestia que con cualquier otra persona.

—Lo sé querida, lo sé. A veces amar se trata de saber llevar el dolor del otro —ella sabía tantas cosas de Percy que seguramente se querían en ella por siempre, llevaría el dolor de Percy que le correspondía junto a él.

—Ya ni siquiera me mira a los ojos —siempre esquivándome, ya no podía alegrarme de mirarlo a los ojos.

—Tal vez no lo haga, pero estás en su corazón todo el tiempo —la esperanza que Hestia me daba por momentos me hacía sentir tan vacía y por otro momento me llenaba completamente.

—Quisiera que fuera verdad —estaba tan desanimada, que no quería llenarme de una esperanza que luego se topara con un Percy que me alejara más y más.

—Solo te pido que te mantengas a su lado, solo eso —busco mi mirada con una ligera sonrisa, sé que amaba a Percy y no podía negarle nada. Asentí ligeramente. —Necesito hablar con el equipo —rápidamente me levanté y salí a ver el pasillo. Todas las habitaciones excepto la de Percy tenían los símbolos iluminados.

—Ya estamos todos, los reuniré —ella asintió mientras que se levantaba. para dirigirse a la habitación de Percy. Yo aún no había entrado, asi que también tenía curiosidad, pero primero debía reunir al equipo. Tyson tendría que darnos los nuevos equipos de comunicación.

—Miraré la habitación de Percy —la habitación de Percy se encontraba al frente de la mía al final del pasillo.

—Claro, adelante —yo aún no había entrado, asi que también tenía curiosidad, pero primero debía reunir al equipo. Tyson tendría que darnos los nuevos equipos de comunicación asi no tendría que tocar la puerta de cada habitación como si fuera el personal de servicio a la habitación.

SILENA

Agradecí que nuevamente pudiera compartir habitación con Beck, el resto tenía que comportarse. Directamente habíamos subido a la habitación porque necesitábamos descansar un poco, en la puerta estaba el símbolo de mi madre, el padre de Beck y los primordiales que nos habían bendecido, era una cuestión de respeto, en el caso de Zoe me percate que tenía un símbolo personalizado y el de Hydros. En la habitación de Thalia estaba el símbolo de Urano y de Zeus y la de Tyson tenía un martillo el de Aether solamente.

Terminamos de tomar el reconfortante y placentero baño caliente, no había prisa, habría un entrenamiento en la tarde, pero ligero, desde mañana si seríamos esclavos del entrenamiento para que todos estuvieran equilibrados. Afuera hacía frio, lo cual tenía sentido, ya que casi estamos en navidad. Estaba recostada en el sillón de cuero similar al que había en nuestra habitación en el palacio Caos, Tyson había traído mucha de la tecnología que teníamos allá, así que manteníamos varios de los recursos a nuestra disposición. Aunque no tuvimos tiempo para actualizar nuestros sistemas de comunicaciones por el incidente de Hestia.

—Lena ¿dónde quedaron todas las camisas? —pregunto Beck que salía del baño solo con pantalones y todo el torso descubierto, lo cual era para mí un momento para deleitar mis ojos. Este chico sí que sabía cómo deslumbrarme, no era grotescamente musculoso, sino más bien una musculatura moderada, pero su bronceado era el indicado para llamar mi atención.

—Eh… yo creo que estas mejor así —dije suavemente, y casi pude ver en sus ojos un brillo travieso, de esos que sé que va a decir algo inapropiado. Asintió lentamente y siguió con sus cosas, como no dando mucha importancia a la falta de una camisa sobre su cuerpo. Finalmente empezó a caminar hacia la puerta con determinación.

—¡Hey! ¿Dónde crees que vas? —pregunte levantándome de un solo impulso del sillón. Su mirada se veía determinada y curiosamente seria.

—Voy a dar un paseo para estirar las piernas —me respondió con naturalidad, como si salir sin camisa en medio del frio fuera algo natural. —Y ver si algunas campistas piensan que me veo bien sin camisa —dijo seductoramente, con un acento casi francés, que me hizo hervir de celos ¡cómo podía ser tan descarado para insinuar algo así!

—¡Oh no! ¡No! ¡No! ¡NO! de ninguna manera saldrás para que todas esas mugrosas y lujuriosas te coman con la mirada! —grité en mi enojo dirigiéndome hacia la puerta y cerrándola de un solo impulso. La puerta retumbo fuertemente como si se estuviera produciendo un pequeño terremoto o algo así. Beck por su parte solo sonreía y hacía con sus brazos un gesto de frio. Maldición nuevamente mi pequeño acto de bromear se dio vuelta y terminó ganando él.

—Claro que yo pensaría en no salir… si… cierta hija de Afrodita quisiera abrigarme, ya que no logro conseguir una camisa —puso cara de cachorro abandonado y triste. Sonreía de manera triunfal, como si todo el tiempo supiera que esto iba a pasar.

—¡Eres imposible! —dije en modo de derrota, mientras abrí mis brazos para abrazarlo, el no perdió el tiempo y le levanto en sus brazos haciéndome girar por un rato. Grite con descontrol por la rapidez con que me giraba. Y finalmente me dejo en el suelo.

—Te amo Lena —mientras sus labios se topaban con los míos. Oh dioses realmente estaban fríos sus labios, pero no por mucho, ya que me encargue de que el calor de los míos.

—Lo sé, pero no tanto como yo —dije alegremente dándole un pequeño empujón, cayó en la cama con los brazos extendidos. Y en ese momento alguien toco la puerta. Lo mire con cara de luego seguimos.

—¡Entre! —entró Piper con la mirada algo perdida, asi que decidí no preguntar demasiado, por la ventana la había visto llegar con Hestia, asi que no debía ser algo bueno. Se había vuelto mi proyecto personal poder encontrar una forma de ayudar a Percy con su herida, Caos había dicho que nunca había escuchado de una solución para ello, pero, en todo caso, nunca un primordial hubiera podido ser herido por Fobos. —¡Vaya! ¡Me caes como del cielo! Tengo que hablar contigo —viéndola más de cerca pude ver que había estado llorando, pero claro, nosotras las hijas de Afrodita siempre podemos maquillar la situación.

—Tendrá que esperar. Hestia quiere hablar con nosotros, avisa a los chicos —dicho esto se dio la media vuelta y salió de la habitación, para ese momento Beck ya estaba de pie tomando mi mano y en silencio invitándome a salir de la habitación.

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