LightReader

Chapter 8 - Capítulo 8

"mi señor Arkon se requiere su presencia en el templo principal" dijo un hippikon arriba de un caballo de color blanco.

Arkon solo asintió y se subió sobre Rexes, este sin prisa caminó por la ciudad de Eunomia Nova.

Ver las personas y sus diferentes edades y alturas traía paz mental a su rey, tenían trabajo, una comida abundante y estaban bien protegidos.

No había labor que hicieran sin tener al menos una patrulla de veinte soldados vigilando la zona.

Pronto llegó al templo y vio a muchos soldados con sus escudos cubriendo su cabeza y muy atentos al frente.

"¿Qué sucede aquí?" dijo con voz enérgica Arkon.

"mí señor Arkon, son las medusas ellas no dejan pasar a los hombres y mujeres sin querer convertirlos en piedra." Comentó un hoplita.

"¿hay alguien convertido en piedra?" preguntó con el ceño fruncido.

"no mí señor, la sacerdotisa Hipatia y la gran hechicera Circe las detuvieron a tiempo." Dijo el soldado.

"déjenme pasar, lo arreglaré yo mismo." Dijo Arkon mientras Rexes movía a los soldados con su cuerpo.

Paso a paso Rexes entro al templo inmaculado de mármol y acero en sus techos.

Los pilares hechos a mano y con grabados griegos, el estandarte de Grecia de su león y de color azul profundo.

Tras adentrarse aún más, llego a escuchar quejidos de mujeres y el siseo de serpiente, y de la nada una flecha golpeo en la frente de Rexes.

Pero esta se rompió por el impacto y el león no le dio importancia, Arkon al ver esto se enojó un poco debido a la imprudencia de estás mujeres.

Llegaron a sala más profunda del templo y vio a dos mujeres humanas discutiendo con magia y flechas.

"no queremos la presencia de los humanos aquí, debería estar prohibido para ellos." Comentó una medusa mientras ponía una flecha en su arco.

"eso no nos corresponde, este templo lo construyo el campeón de Víctor Securis y como agradecimiento las personas vienen a venerar." Respondió la sacerdotisa Hipatia.

"basta." Dijo Arkon con tono elevado pero las mujeres no lo escucharon sin embargo Rexes era otro caso.

Con poderosos rugido aturdió al grupo entero pero las medusas fueron más rápidas en despertar, pero cuando querían convertir en piedra al león vieron a su jinete.

Todas miraron al gigantesco león que tenía una mirada mortal sobre ellas, rápidamente mostró sus afilados y metálicos colmillos y comenzaba a rugir.

"¿Qué sucede aquí? ¿Por qué no permiten entrar a las personas a venerar? ¿Qué excusa tienen para hacerlo?" dijo Arkon mientras se bajaba de su león.

Vestido con la túnica del rey se acercó sin miedo y mirando a los ojos de las medusas que eran bellas, pero extremadamente fatales.

La sacerdotisa Hipatia quiso hablar, pero Rexes solo le rugió como advertencia.

"¿Por qué hacen esto? ¿acaso algún hombre o mujer las discrimino aquí? ¿acaso se asustaron de ustedes? ¿o cometieron algo contra el templo?" pregunto Arkon de forma amable.

Él estaba calmando las energías y la defensa en alto de las medusas haciendo preguntas para ponerse de su lado.

Y como pensó, funcionaban. Las medusas se calmaron y con miedo y vergüenza guardaron sus arcos.

"ellos decían que somos la vergüenza de las sacerdotisas, que no debíamos estar aquí. Que por culpa de nuestra madre éramos así por romper sus votos." Dijo la líder de las medusas.

"entiendo. Entonces le haré un templo solo para ustedes ¿quieren algo en especial alrededor de este?" dijo resolviendo de raíz el problema y siendo servicial con ellas.

"queremos un laberinto de césped y esculturas." Dijo ella.

"se hará, pero primero deberán disculparse, yo me encargaré de esas personas que las insultaron, les doy mi palabra como rey." Dijo mientras se subía a Rexes.

"sin embargo debo castigarlas por responder de forma excesiva a las palabras. Patrullaran en el yermo durante una semana y para cuando lleguen el templo estará terminado." Dijo con autoridad.

Ellas solo asintieron y lo acompañaron para disculparse.

Al llegar afuera Arkon llamó a los que empezaron el conflicto.

"insultar al hijo por los pecados del padre. Ustedes harán trabajos forzados por dos semanas sin parar y sus viviendas serán los cuarteles.

Su trabajo será limpiar de arriba abajo todos los edificios militares incluyendo los hipódromos, los grandes campos de tiro con arco e incluso las vasijas de las fortalezas.

Los colosos los vigilarán siempre para que cumplan su sentencia, si mienten les aumentare una semana más de trabajo forzado.

Y se hará por qué yo lo ordene, capitán hoplita lleve a estos hombres y mujeres a trabajar." Dijo Arkon mirando al capitán hoplita que impedía el pasar al templo.

"se hará mi señor Arkon." Dijo el hombre mientras obligaba a moverse a las personas.

"tu soldado lleva a estas mujeres a patrullar a las afueras con la guardia de turno correspondiente." Dijo finalmente Arkon antes de irse.

"se hará mí señor." Dijo el hippikon mientras pedía a las medusas que lo acompañen.

Durante su paseo diario dentro de la ciudad, un kataskopos a caballo vino hacia él, todo su cuerpo sudaba debido al calor de erebo.

"mi señor Arkon, un destacamento militar gigante se acerca a nuestras fronteras." Comentó el soldado mientras que una mujer le ofrecía agua.

"¿se sabe de quienes?" dijo Arkon.

"los enanos señor, pero no se saben si son de Belegar de karak ocho picos." Comentó el explorador.

"reúne a las tropas e iremos hacia allí, para el mediodía nos encontraremos con ellos." Dijo Arkon mientras que Rexes rugía al cielo.

En menos de diez minutos un gran ejército de soldados y bestias seguía el paso del joven rey.

A lo lejos vislumbraron a un coloso de plata con espada y escudo yendo hacia la frontera y sintiendo la presencia de su rey, se dio la vuelta y lo saludo mientras lo acompañaba.

Durante el trayecto vieron manadas de mantícoras comiendo cadáveres de orcos salvajes que de a poco comenzaban de irse de aquí debido a su constante caza.

Tanto de las mantícoras, como de las quimeras e hidras.

Pasaron varias horas y a lo lejos vieron un gran destello largo y ancho, Arkon supuso que debe ser el ejército enano que informo el explorador de las fronteras.

Sacando su rollo ordenó al coloso que se quedara en posición defensiva pero debido a su altura llegaría a tiempo para ayudar.

El ejército de Arkon avanzó y vieron a los enanos, estos llevaban un estandarte azul y un dibujo dorado.

Eran enanos de Belegar, pero con cuidado avanzo y observando bien notó mucha artillería y unidades de proyectiles.

Vio a un enano de barbas blancas con anillos atándola, una armadura de acero, oro y joyas rojas.

Un martillo de guerra y un escudo.

Era Belegar martillo de hierro, rey de Karak ocho picos, líder del clan Angrund e hijo del rey Lunn, el último enano que gobernó karak ocho picos.

Los dos ejércitos gigantescos y numerosos se miraron sin miedo, pero nadie hacía ruido.

Los dos reyes de cada ejército se acercaron caminando mientras que sus mejores guerreros se acercaban.

Del lado de Belegar martillo de hierro, había cuatro espectros enanos llamados Halkenhaf barba de piedra, rey Lunn martillo de hierro, Dramar puño de martillo y Throni ceja de hierro.

Junto con un regimiento de rompedores de hierro, barbas largas y de Dracohierros.

Del lado de Arkon, un regimiento de mirmidones, gastrafitas e hetairoi.

"¿tus eres Arkon rey de Grecia?" pregunto Belegar con voz grave y ceño fruncido.

"así es, rey Belegar, señor de Karak ocho picos." Respondió el joven rey igualando el tono del enano.

"ya sabrás de porque vine aquí, solo vine a confirmar la alianza de nuestras naciones y territorios." Dijo Belegar.

"tus enanos tendrán paso militar por mis tierras, los colosos los guiarán a las ciudades por si se pierden. También tus comerciantes tienen libre albedrío si quieren comerciar." Dijo Arkon.

"es lo mismo con los tuyos, si necesitas a los míos solo avisa, pero tendrán un precio tanto mí nación como al regimiento que pediste sus servicios." Dijo Belegar.

"los míos son igual, incluso si quieres a los colosos de plata solo tienen que pagar un precio o con recursos equivalente." Dijo Arkon.

"entonces la alianza se confirmada con un apretón de manos joven rey, y sobre los pasajes del inframundo." Dijo afirmando más que interrogativo.

"enviare a mis ciudadanos a construirlos en todos los lugares que quieras, pero solo dentro de tu territorio. Las dimensiones deben ser grandes así entra tu artillería y si quieres ir alguna ciudad aliada solo diles a las sombras del Erebo para que te guíen." Dijo Arkon acercándose a Belegar y este hizo lo mismo.

Con un apretón fuerte de manos la alianza que pactada.

"¿Qué harás joven Arkon?" dijo el rey Belegar.

"quiero comenzar más alianzas con las fuerzas del orden, pero todo a su tiempo, iré al sur a conquistar tierras orcas y ver la amenaza skaven. Si necesitas ayuda no dudes en pedírmela rey Belegar." Dijo Arkon mientras se subía a Rexes.

"nos veremos en el campo de alguna batalla joven rey." Dijo Belegar.

"o tal vez en algún banquete Belegar." Dijo Arkon mientras se iba y su ejército con él.

Para cuando estaba anocheciendo habían llegado a la ciudad, estatuas portadoras de antorchas iluminaban las calles y los lugares.

Había jóvenes que disfrutaban juntarse a estas horas porque sus padres preferían descansar temprano por sus abuelos y ellos no les gustaba el ruido.

Las mujeres veían a los hombres hacer boxeo griego entre ellos, pero más por diversión que aprender.

Estos también vigilaban a sus hermanos y hermanas menores mientras jugaban con balones de cuero y madera hueca.

Otros jugaban con espadas y lanzas de madera haciendo pasar por soldados, otros jugaban con el agua o hacían cosas de niños y personas de su edad.

Arkon los miraba tranquilo, desde las sombras para no interrumpir sus juegos y conversaciones.

Poco después siguió caminando en las sombras, aunque montado encima de Rexes no ayudaba mucho, haciendo que se vea una gran figura negra.

Preferiría pasear de noche que mirar la ciudad desde su patio pequeño de sus aposentos, aunque podía mirar todo desde arriba preferiría estar aquí abajo.

Aunque algunas veces era un poco raro debido a que escuchaba a las parejas tener relaciones.

En los hipódromos había ruido debido a que los que no estaban de turno tuvieran el día libre y hacer lo que quisieran.

Siguió caminando por la ciudad hasta que llegó a un coloso de plata, sus dedos de metal y sus sandalias del mismo material estaban hechas finamente.

Cómo si fueran una persona pintada de gris, debajo de su casco estaba dibujada el rostro inspirado en alguien, pero nunca se podría verlo debido tanto por la altura por cómo estaba oculto.

De un momento a otro había llegado al templo principal, había unos pares de guardia en pareja de a dos caminando o charlando entre sí.

Cuando lo vieron lo saludaron firmes y poco después siguieron su camino, se bajó de Rexes y se sentó en las escaleras de mármol del templo.

Rexes se acostó al lado de él, pero sin cerrar sus ojos dorados y brillantes, Arkon acaricio la melena del león sin mirarlo como si ya fuera algo terapéutico para él.

Poco después se levantó y entró al templo, los estandartes de movían con el poco viento que había, había hermosas porta antorchas de metal tanto artístico como grabado.

La luz de estos reflejaba los murales pintados sobre las épicas de Víctor Securis, sus proezas y las más grandes conquistas para los antiguos dioses.

Cómo estos cayeron derrotados por los dioses del caos y pasaron su divinidad a su mejor campeón.

Él con todas sus fuerzas repelió el caos de sus tierras, pero solo una ciudad se salvó que es Eunomia Nova, los reyes de esta ciudad por temor a provocar su destrucción se mantuvieron ocultos por años.

Temían cada día venidero, incluso el invierno y el calor les atemorizaba haciendo que Arkon sintiera asco por ellos por ser tan cobardes.

En los últimos murales había una profecía, un campeón de Víctor se levantaría y llevaría un nuevo mañana a esta ciudad.

El imperio siempre era de día debido a que siempre el sol tocaba sus ciudades porque estaba en los dos continentes tanto en el nuevo como en el viejo.

Y ahí estaba él, en el último mural peleando contra el caos y sus campeones, pero tenían otro significado para él.

Moriría en el día del fin de los tiempos, aunque este mural levantaba su espada y su armadura blanca brillaba, desde que notó ese detalle no dejo de pensar en él.

Había un gran corte en el costillar izquierdo, como si lo hubieran levantado con una espada que traspaso su armadura, ganó, pero él murió a cambio de dar siempre un mañana para el resto.

Arkon vestido de rey observó fijamente este mural durante mucho tiempo, e inconsciente tocaba la zona de la herida.

"¿Por qué te ocultas? Pones nervioso a Rexes" dijo Arkon de la nada aún sin apartar la vista del mural.

Pero eso no significaba que estaba desatento a su alrededor, Rexes siempre dejaba de respirar debido a que sentía una amenaza alrededor de él.

"mí disculpó mí rey." Dijo una voz fina y hermosa.

Una mujer hermosa salió detrás de un pilar de mármol.

Vestida con una túnica blanca que mostraba su espalda y su abdomen, y ropa interior de color azul profundo cubría sus partes íntimas.

De pelo negro liso, sandalias hechas finamente, brazaletes dorados en sus muñecas de grabado intrincado y un bastón dorado y alargado y en su punta una gema verde resplandecía y brillaba como el sol.

De piel blanca y ojos marrones miraba el perfil del joven rey, Rexes como estaba atento a ella debido a que los miraba en secreto de un momento a otro se volvió manso.

Producto de la poderosa magia de Circe, la hechicera más fuerte de Grecia.

"eras tu Circe, y como siempre encantas a Rexes para que sea manso contigo, supongo que debe ser el primer animal que tienes que hechizar siempre para que permita acercarte a mí.

¿Qué sucede, hay algo en el templo a estas horas que estás aquí y no Hipatia?" preguntó Arkon mirando por completo con vista y cuerpo a esta mujer peligrosa.

"hay una presencia asquerosa aquí, pero Víctor hace que sea mínima y vi una joven madre rezando por un buen parto.

Vi un viento de magia colorido y putrefacto, llegue a escuchar sus susurros haciendo que confíe en él y no en el dios de Grecia, le lance un rayo y la mujer volvió en sí.

Ahora sé cómo actúa estos dioses oscuros como dijo, utilizan la estrategia de Víctor cuando era mortal, dividir y conquistar, primero comenzó con la mente, después en espíritu y cuerpo." Dijo la hechicera mientras se acercaba a mirar el mural en honor a Víctor cuando alejó hace tanto tiempo el caos.

"por lo que se dé Hipatia, es que ya vio algunos casos de unas personas escuchar los susurros del caos con mayor claridad y algo más también." Y con este último ella se acercó a él.

"pasas mucho tiempo mirando estos murales absortos, que si no fuera por Rexes nadie podía sacarte de ese estado ¿Por qué tanta obsesión de una vieja batalla?" preguntó ella con el ceño fruncido.

"no te preocupes por las personas, aquellas que se atrevan en ser adoradores del caos los primeros en saber serán los colosos debido a que están bendecidos por Víctor.

En cuanto a mí, miro estos murales y me preguntó a mí mismo ¿Por qué me eligió como su campeón? ¿por mí estatus de príncipe, por mí inteligencia, mis ideas?

Pero eso no importa, solo debo aceptar este nuevo propósito porque por más que lo niegue o no lo acepte, el don que me dio Víctor seguirá estando ahí." Dijo Arkon mirando el mural y luego a Circe.

"está bien, a pesar de tener quince años y solo un mes de tu gobierno hiciste más por aquellos llevaban esa misma corona que portas." Dijo sonriendo, pero notó que Arkon nunca mostraba expresiones.

Solo calma o inexpresividad, tal vez debido a sus padres que murieron mientras él estaba en coma o algo le hicieron sus padres para que sea así.

Circe sin miedo le preguntó.

"¿Por qué nunca muestras otra expresión? ¿acaso ofenderías a Víctor incluso si sonríes un poco por todo lo que has hecho?" preguntó ella mientras lo miraba los ojos marrones de Arkon.

"¿Por qué debería estar feliz por hacer mí trabajo? Debo cuidarlos como un recién nacido, protegerlos de las enfermedades y el peligro de afuera. Solo con el hecho de que puedan vivir bien es suficiente para mí." Dijo Arkon mientas se iba afuera, viendo el manto de estrellas que cubría a Eunomia Nova.

"¿y cómo te diviertes aquí? ¿contradiciendo a los filósofos, ordenando a tus soldados, dar trabajo?" preguntó ella con el ceño fruncido.

"con nada, Rexes me ayuda a relajarme y poder dormir sin estrés." Comentó Arkon mirando al cielo.

"¿ni mujeres ni nada? ¿Qué eres eunuco?" dijo con burla en la última pregunta.

"no me interesan las mujeres" respondió Arkon.

"entonces te atraen los hombres." Dijo ella afirmando.

"¿Cuándo dije eso?" preguntó el joven.

"entonces no tiene sentido alguno, reconozco a alguien que necesita relajarse." Dijo ella un poco molesta por la salud de su rey.

"toda mi vida trabaje y se volvió mí forma de relajarme, solo tomo un descanso cuando estoy saturado, poco después vuelvo a trabajar." Dijo Arkon suspirando profundamente.

"¿al menos los paseos nocturnos ayudan?" pregunto ella frustrada.

"la verdad es que no, los uso cuando no puedo dormir." Dijo el rey.

Está vez fue Circe quien suspiro profundamente.

"sabes cualquier mujer de todas las ciudades bajo tu reinado irían a tu cama si les dijeras." Dijo ella poniéndose al lado de él.

"y por eso son cualquiera, todo se debe ganar con esfuerzo incluso el amor no es diferente." Dijo Arkon contradiciendo a Circe.

"¿y si descubres que ella no siente amor por ti? No como rey sino como Arkon." Dijo ella mirando el perfil del joven.

"entonces abre fallado yo." Respondió de forma simple.

"en serio que no tienes solución ¿no Arkon?" dijo Circe mirándolo.

"¿Por qué me miras tanto? ¿soy un antiguo amante o un hijo querido tuyo?" dijo el mirándola a los ojos.

"nunca tuve un marido o hijo, pero si hice de casamentera de algunas amigas." Dijo ella mirándolo los ojos simples del joven.

"iré a dormir ¿o quiere seguir hablando en mis aposentos?" preguntó Arkon.

"con gusto iré." Dijo ella mientras el joven la ayudaba a subirse a Rexes.

Cuando llegó les pidió a los guardias algo para comer y beber, mientras tanto Circe exploraba la habitación y lugar de trabajo de su rey.

Muebles de mármol, candelabros que portaban velas, numerosas hojas que ocupaban toda la carilla, dibujos, pequeñas esculturas como decoración también como plantas.

Una hermosa cama gigante de frazadas blancas y una cortina para ocultar a la persona que duerme.

Un patio pequeño con una silla colgante con vistas perfectas a la ciudad, las torres, las plazas civiles y comerciales, los colosos y las guardias nocturnas en el cielo.

Incluso notó nidos de pájaros de color marrón haciendo una casa de barro y dentro estaba su familia.

Ella quería hablar, pero notó que Arkon solo quería compañía para trabajar, su insomnio hacía que su mente volará y el trabajo lo mantenía con los pies en la tierra.

Circe aún curiosa comenzó a observar la habitación hasta que vio una pila de hojas, al agarrar una aleatoria debido a que algunas se cayeron, notó que eran dibujos.

Pájaros dibujados que parecían hechos por magia debido a los realistas que se veían.

Incluso los soldados fueron dibujados, leones, pegasos, pavos reales, hidras, una plaza con un hermoso estanque.

A pesar de ser en blanco y negro, estaban muy bien hechos, poco a poco Circe comenzó a agarrar las hojas de la pila.

Estaba muy tentada de robarse algunas para pedirles a un pintor las haga en un lienzo o vasija e incluso haría que lo hiciera en la pared más grande que tuviera en su casa.

"¿quieres quedártelas?" dijo Arkon detrás de ella, asustándola un poco, incluso caminando era muy silencioso.

"¿puedo?" preguntó esperanzada por quedarse con los dibujos.

"puedes, dibujar reduce mí dolor de cabeza cuando me quedo pensando en algunos casos." Dijo Arkon mientras se sentaba en una silla de mimbre hermosa.

"¿incluso participas en juicios? ¿tendré que utilizar mí autoridad como hechicera para que descanses?" dijo mientras que esferas de energía bailaban en su mano.

"inténtalo, si me ayuda a dormir mejor me parece bien." Dijo con sarcasmo mientras tiraba su cabeza atrás y se cruzaba de brazos.

Mientras mantenía sus ojos cerrados, escuchó a Circe acercarse a él y en un instante sintió un peso en su regazo y un par de brazos rodear su cuello.

Él abrió los ojos y vio que Circe estaba a un par de centímetros de un rostro, ella lo miraba sonriendo, pero él seguía inexpresivo.

"yo conozco algo mejor que la hechicería." Dijo coquetamente mirando los ojos del joven rey.

"y yo conozco formas de reducirte ahora mismo." Comentó el muchacho mirándola a los ojos.

"¿esa es una forma de divertirse en la cama?" dijo mientras se acercaba a sus labios.

Pero él desvío el rostro y habló cerca de su oreja adornada con aros dorados pequeños.

"no, prefiero dibujar ¿quieres que te dibuje?" dijo él joven y mientras esperaba la respuesta agarro la cintura de Circe para que no se cayera mientas estaba sentada sobre él.

"aceptare esa petición con gusto." Dijo ella aún se mantenía encima de él.

Y antes de que pudiera hablar, sus lápices y hojas amarillas se acercaron a él volando al igual que su tabla de acero para apoyar las hojas.

Arkon suspirando solo comenzó a bocetar la figura de Circe que pareciera estar caminando y su rostro miraba algo, entonces comenzó a dibujar su perfil, sus prendas, su bastón dorado y su joya verde radiante.

Incluso sus aritos dorados fueron dibujados, su pelo lacio fue bien hecho por el joven.

Mientras tanto Circe puso su cabeza en el cuello de Arkon que sintió molesto, pero aún siguió dibujando para que la mujer lo dejara en paz.

Su momento íntimo estaba por ser interrumpido, pero Circe solo abrió la puerta y puso la comida en la mesa y lejos la comida de Rexes.

"pareciera que soy tu esclavo." Comento Arkon dibujando.

"¿acaso nos ves así?" pregunto ella sonriéndolo y mirándolo fijamente.

Pero él al instante giro su cabeza con el ceño fruncido y un poco molesto, poco después siguió dibujando.

Ella disculpándose solo acaricio el cabello castaño y sus siguieron recorriendo su rostro definido y anguloso.

"no soy un bebé para que me toques así." Agregó.

"tengo setecientos cincuenta años, eres un recién nacido para mí Arkon." Dijo ella usando su pulgar acariciando la mejilla del joven con ternura.

Al escuchar esto Arkon solo la miró con sorpresa, pero después negó con la cabeza y siguió detallando el dibujo de Circe.

Poco después de terminar, le entrego el dibujo a Circe y ella aún acostada encima de Arkon en la silla de mimbre.

Lo agarró con sus manos y vio cada detalle con aún más nitidez, era ella plasmada en la hoja, era tan realista que si lo pintara pareciera que la maldijeron metiéndola en la pintura.

Arkon vio como ella sonreía con encanto y calidez, pero su sonrisa desapareció cuando lo miró y leyendo sus intenciones quiso alejarse.

Pero ella lo atrapó con sus brazos y sus bocas se conectaron, a un beso simple a una pelea de lenguas.

Él le agarró de su cintura y ella se apoyó en su torso para seguir besándolo.

Docenas de segundos después los dos se separaron Arkon aún mantenía su inexpresión, pero su boca un poco abierta mostraba sus dientes blancos.

Circe por su parte sonreía de forma pícara mientras veía a Arkon y dijo.

"eso fue tu recompensa por dibujarme espléndidamente, no sabía que me tenías tan en mente." Dijo ella acercándose al rostro de él.

"¿Por qué no iba a dibujarte bien si eres una de las personas más fuerte de Grecia?" dijo Arkon un poco confundido.

Y al escuchar esto le hizo un poco de daño a su orgullo tanto como hechicera como mujer.

"mala elección de palabras." Dijo ella mientras que de su mano magia fue lanzada hacia la silla de mimbre que ató a Arkon con rapidez.

"como castigo te alimentare." Dijo ella mientras de sentaba arriba suyo y la mesa de mármol de acercaba a ellos.

Arkon solo suspiro y acepto su destino, y Circe iría todos los días a sus aposentos a partir de ese momento debido que era divertido charlar y burlarse de él.

More Chapters