🛡️ Habilidades Pasivas:
Voluntad Inquebrantable (Nv.1)
Resistencia a Maldiciones (Nv.1)
Reflejos Instintivos (Nv.1)
Resistencia al Veneno y Enfermedades (Nv.1)
Refuerzo Muscular Automático (Nv.1)
Regeneración Lenta (Nv.1)
Anti-Manipulación Mental (Nv.1)
Adaptación Progresiva (Nv.1)
Percepción Agudizada (Nv.1)
Sigilo Natural (Nv.1)
Maestro del Engaño (Nv.1)
Intuición de Combate (Nv.1)
Fortaleza Mental (Nv.1)
Adaptación Ambiental (Nv.1)
Aprendizaje Acelerado (Nv.1)
Memoria Eidética (Nv.1)
⚔️ Habilidades Activas:
Resurrección Diaria (Nv.1)
Absorción de Energía de Ataques (Nv.1)
Transferencia de Dolor (Nv.1)
Lectura de Intenciones Incompleta (Nv.1)
Transferencia de Energía Cinética (Nv.1)
Armadura de Presión Interna (Nv.1)
Respiración de la Calamidad Inminente (Nv.1)
Barrera Elemental (Fuego/Agua/Viento/Tierra) (Nv.1)
Filo Imbuido (Elemento) (Nv.1)
Amplificación Sensorial Mágica (Nv.1)
Detección de Flujo Mágico (Nv.1)
Convergencia Elemental (Nv.1)
Invocar Familiar Elemental (Nv.1)
Tejido de Ilusiones Elementales (Nv.1)
Amplificación Mágica en Cadena (Nv.1)
Ataque de Rango Infinito: "Corte a través del Mundo" (Nv.1)
Absorción de Habilidades (Nv.1)
Corrupción de Maldiciones (Nv.1)
Inicio
Haruya Ryūzaki observaba la pantalla azul flotando ante él, en ese bosque imposible de abarcar.Sus habilidades eran buenas... no, eran excelentes.Pero algo en su interior le gritaba que no era suficiente.
Entonces escuchó los sonidos.
Crack.Gruñido.Pasos múltiples quebrando ramas y hojas.
Goblins.No los típicos duendecillos verdes.Eran horrores de dos metros, delgados como cadáveres, de ojos vacíos, y bocas que sonreían como si tuvieran cien dientes.
Detrás de ellos, cosas aún peores surgían de la niebla:Bestias cuadrúpedas cubiertas de espinas, sombras deformes que no deberían existir en ningún mundo.
Haruya planeó. Rápido.
Plan A: Subir a un árbol.Los goblins saltaron más alto que él. Fracaso.
Plan B: Cubrirse de barro y ocultar su olor.Una criatura olfateó y lo descubrió en segundos. Fracaso.
Plan C: Crear una ilusión elemental.Sus ilusiones eran demasiado débiles aún. Fracaso.
Uno tras otro, sus planes se destruían frente a la cruda realidad.
No había escapatoria.
Las bestias se lanzaron.Golpes, zarpazos, lanzas improvisadas.Sangre. Dolor.Cada segundo una habilidad pasiva nueva se activaba, su cuerpo intentando resistir milagrosamente:
Refuerzo Muscular Automático activado.
Regeneración Lenta activada.
Reflejos Instintivos activados.
Adaptación Progresiva iniciada.
Pero era inútil.
Era una pelea contra la extinción.
Aun así, Haruya sobrevivía, arrastrándose, esquivando, peleando.
Hasta que llegó.
Una figura caminó entre los goblins.Un caballero corrupto, vestido con placas negras desgastadas, que chirriaban al moverse.
En su mano, una espada dentada, como si hubiera sido forjada para desgarrar y no para cortar.
El caballero se movió......y atravesó el abdomen de Haruya de un solo golpe.
El dolor fue inhumano.
Sintió cómo su carne se rompía, sus órganos estallaban, su sangre chorreaba caliente, su columna parecía crujir.
—AAAGHHHH... ¡G-GAAAH! —gritó Haruya, revolcándose en el barro.
El caballero no tuvo piedad.
Con un movimiento brutal, le arrancó una pierna, cortando tendón, hueso y músculo como si fuera papel mojado.
Haruya temblaba, escupía sangre, sus manos rascaban la tierra como un animal atrapado.
Sentía cada maldito segundo.
El frío acero.El desgarramiento de sus nervios.El ardor de su sangre saliendo en borbotones.Las lágrimas brotaron incontrolables, pero no había quien lo salvara.
El caballero lo mutiló.
Lo cortó en pedazos pequeños, dejándolo consciente a propósito, para que sintiera todo.El dolor era tan real, tan absoluto, que Haruya quiso morir, quiso apagar su consciencia para siempre.
"¿Por qué... me pasa esto...?"
"¿Es este mi fin...?"
Oscuridad. Silencio. Muerte.
Diez minutos después...
Un calor amargo recorrió su cuerpo destrozado.El mundo regresó... con náuseas, sudor frío, y un dolor fantasma horrible.
Frente a sus ojos temblorosos apareció el mensaje:
¡[Resurrección Diaria] ha subido a Nivel 2!
Su cuerpo revivió.
Más fuerte.Más resistente.Pero con un peso inmenso sobre su alma.
Haruya vomitó, sin poder evitarlo.Sus manos temblaban incontrolablemente.La memoria del dolor seguía tallada en cada fibra de su ser.
"¡No quiero volver a morir! ¡Nunca más!"
Gritó. Lloró.Golpeó el suelo con rabia, con desesperación.
Su meta ya no era vencer.No era ser un héroe.Era escapar.Escapar a toda costa.
Mientras tanto, en el castillo...
Grandes mesas rebosaban de alimentos lujosos.Platos dorados sostenían carnes jugosas, frutas relucientes, vinos exquisitos que emanaban un aroma embriagador.
Renji Kurosawa, el "héroe de hielo", reía mientras cruzaba copas con Souta Arisawa, el "domador de espadas".
—¡Este mundo es un sueño hecho realidad! —rió Renji, derramando vino por el borde de su copa.
—¿Quién necesita volver a Japón si aquí podemos ser dioses? —respondió Souta, mordiendo una pierna de cordero asado.
A su lado, las magas del reino susurraban halagos y promesas.Otros héroes se entrenaban en patios amplios, disfrutando de espadas mágicas, escudos relucientes y lujos sin fin.
Sus rostros radiaban felicidad.Sus corazones palpitaban con emoción, ignorando totalmente...
...que uno de sus compañeros se estaba pudriendo en un infierno, solo, olvidado.
El contraste no podía ser más cruel.