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Chapter 7 - Un héroe en lino barato

Por la mañana, Arthur se dirigió al gremio con pasos ligeros, casi animados.

El aire aún conservaba el frío de la noche, pero había algo distinto en su ánimo. Un brillo leve en los ojos, una sonrisa torcida que no se dejaba intimidar por el polvo del camino.

Como siempre, lo recibió la recepcionista con su habitual ceño fruncido.

—Hola, señorita recepcionista —dijo Arthur, forzando una sonrisa alegre.

La mujer levantó la vista, extrañada.

—Hola, aventurero… ¿Schopenlaura? —pronunció con torpeza—. ¿Por qué viene tan sonriente esta mañana? Por lo general tiene la mirada de quien ha visto cosas que prefiere no recordar… o de quien desayuna desesperanza.

Arthur se rascó la nuca, incómodo pero decidido.

—Gracias por su cálido saludo. Hoy la diosa de la fortuna me sonrió, así que pensé devolverle el gesto al mundo. Vine exclusivamente al gremio a comprar equipo de caza.

La recepcionista lo miró de arriba abajo, como si buscara signos de fiebre o delirio.

—¿Tiene el dinero para pagar una daga decente y una armadura que no se rompa con una brisa?

—¡Por supuesto! —exclamó Arthur, inflando el pecho con orgullo.

Sacó de su bolsillo harapiento una moneda sucia de plata y veinte cobres gastados, mostrándolos con la solemnidad de quien revela un artefacto sagrado.

La recepcionista arqueó una ceja.

—Con eso, apenas alcanza para una armadura de lino con suerte y una daga usada con más óxido que filo.

Arthur parpadeó.

—¿En serio? Yo que pensaba salir de aquí con una armadura reluciente, capa al viento y espada legendaria... —murmuró, desinflándose como un globo roto.

La mujer esbozó una sonrisa seca.

—En Lost, hasta los sueños tienen impuestos. Si quiere algo mejor, le toca arriesgar el pellejo por más recompensas.

Con resignación, Arthur compró la armadura de lino y la daga de segunda mano. La tela le picaba, la daga tenía una pequeña grieta cerca de la empuñadura, pero al menos… no iba en calzones.

Antes de marcharse, se acercó al tablón de misiones. Entre las hojas rotas y los encargos comunes, una misión nueva llamó su atención:

Se busca ayudante para cacería de "ratas piel de acero"Recompensa: proporcional al desempeñoRango sugerido: Bronce medioUbicación: cerca de la fuente sur

Arthur sonrió, arrancó el cartel con decisión y salió del gremio.

—Hora de dejar de jugar con conejos… —susurró mientras avanzaba con paso decidido—. Y enfrentar ratas con armadura.

Su día apenas comenzaba.Y en un mundo como Lost, incluso una simple rata podía convertirse en una leyenda.

Fin del capítulo.

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