Desorientado y sin saber qué mierda acababa de pasar, Anyael se despierta y lo primero que ve son a Rhys y Elara mirándolo fijamente. Entonces preguntó:
—*respiración pesada y desesperada*— ¿Dónde está Retainer?
Inmediatamente, al pronunciar esas palabras, Kael le lanzó otra de aquellas miradas.
—¿Retainer? ¿De qué estás hablando? —le preguntó Rhys, confundido.
Al ver a Kael de esa forma y la aparente confusión de Elara y Rhys, Anyael prefirió guardar silencio.
—no, no es nada. Parece que tuve una pesadilla, jejeje... —dijo despreocupado y con humor.
—bueno, al menos estás bien, ¿no? —le dijo Rhys, preocupado.
—sí, estoy de maravilla —respondió Anyael, restándole importancia a lo que acababa de pasar.
Sin más incidentes como ese, entraron en el portal. Allí le explicaron la bestia que Anyael iba a cazar. Si bien las bestias no tienen especies según sus características, a los Trascendent Guardians les gusta clasificarlos. Este era un acechador nocturno y su Beast Will era muy molesta; no se tenía mucha idea de lo que hacía, pero en resumen, le ayudaba en su camuflaje. Su rango era Depredador.
Si bien el 8° Departamento no esperaba que Anyael lo matara, era simplemente una formalidad, y además todavía no habían determinado su rango.
Unas horas después, se vio a los chicos mirando a una criatura "hecha de sombras" —o al menos eso parecía— alimentarse de otra. Entonces Rhys dijo:
—bueno, Anyael, esa será la que tendrás que matar.
—¿Esa cosa? —respondió Anyael, muerto de miedo.
—aunque lo veas así, no es muy fuerte.
—está bien, lo haré entonces —dijo el joven determinado, saltando de su escondite listo para matar a la criatura.
De repente, se escuchó un grito: "¡No, Anyael, espera!". Era Kael, que le hacía señas de volver.
Hubo un error gravísimo: no hablarle a Anyael de la manada de la criatura oculta. Al ser inexperto, él no sabía que tendría que llevar a esa criatura a un lugar aparte.
Gracias a todo el alboroto, los hermanos de esa bestia, parecida a un perro con seis ojos púrpuras y tejida de sombras, salieron de la oscuridad y atacaron a Anyael. Se escuchó una voz femenina que decía "¡Maremoto!".
Anyael vio la Espada Marea en las manos de Kael y recordó que, por la emoción, la había olvidado en el escondite. Entonces, vio a los chicos luchando, vio cómo los ojos de Rhys se volvieron dorados y una marca apareció en Marea y otra en un enemigo.
Vio cómo los ataques de Marea a ese enemigo nunca fallaban y cómo el enemigo era más lento. Vio rosas y espinas saliendo del suelo e hiriendo a varias bestias. Vio los puños de Rhys y Elara envueltos en un fuego dorado similar al de un sol de oro. Y al ver todo eso, se llenó de envidia. Pensó para sí: "¿Por qué no puedo ser como ellos? ¿Por qué no puedo ser genial? ¿Por qué soy tan débil?". Y un Ego lo invadió...
De repente, un destello rojo se hizo presente y una corona roja con toques blancos se vio en el aire. Sí, la Plaga del Monarca Ascendido había despertado por fin. Después de no poder hacerlo en sus entrenamientos, lo logró de repente. Y a una velocidad impresionante, despedazó a la bestia más cercana.
Una le lanzó un ataque —unas bolas de sombra extrañas— que él recibió y se ADAPTÓ. ¡Eso era su Atadura y por fin lo entendió todo! El daño que le causó ese ataque se regeneró y, adaptándose a la velocidad de la bestia, la superó, la encaró y la mató, adaptándose a su durabilidad.
—yo por fin entiendo por qué antes sentía que mi potencial era INFINITO —dijo Anyael, con el Ego sobrefluyendo de todo su cuerpo.
Eso mismo le hizo a otra bestia, y después otra y otra... Y en su cabeza solo se repetía: "Presa masacrada, presa masacrada, ahora soy un verdadero CA-ZA-DOR".
Con una furia incomparable y una adaptación casi instantánea, se deshizo de decenas de bestias en minutos. Cada vez que veía una bestia, su corona giraba y su cuerpo se ADAPTABA una y otra vez. Se adaptó hasta que no quedó ninguna otra bestia. Entonces dijo:
—ni en el punto más alto del cielo ni en el punto más bajo del abismo existe algo capaz de matarme —derrochando Ego con cada palabra.
Entonces, cayó desmayado.
—argh, este muchacho es una cosa —dijo Kael con molestia.
—se le subió la Vanagloria a la cabeza —dijo Elara con humor.
—¡JsjajsjajzjJsjHzhsjsjjSh me meo, meoo! —dijo Rhys, casi orinándose de la risa.
—chiste de mierda —dijo Kael. Tal parece que no le hizo nada de gracia el chiste.
Entonces Kael agarró el cuerpo desmayado de Anyael y lo miró con pena. Vio a los chicos y les dijo:
—andando...
Antes de todos irse, se sintió una presión DESGARRADORA en el aire. Era un EGO tan potente y AGRESIVO que aterró incluso a Kael. Entonces, voltearon y vieron a la madre de la colonia de bestias que acababan de exterminar.
—Elara, ¿qué rango es esa cosa? —dijo Rhys con preocupación.
—no tengo ni idea, pero a juzgar por ese EGO brutal, debe ser al menos Ghoul, o Arcángel...
—estamos jodidos —dijo Kael, en pánico total.
Entonces se apresuraron a hacer el Re-flujo de Ego/Karma y, antes de poder entrar por el portal, una pata arácnida gigantesca los separó. Rhys tomó la decisión más difícil de su vida en ese preciso instante, en ese único momento.
Agarró la mano de la persona más cercana a él —Elara— y la jaló hacia el portal, que se cerró en el proceso.
Kael quedó en shock al ver esto, y la ira que la inundó fue tan grande que su Atadura Cry Baby entró en su punto más alto. Desenfundó a Marea y le dijo a Retainer:
—¿Lista?
Entonces, con seguridad, dijo Retainer:
—nací lista.
Mientras, detrás, Anyael se levantaba, diciéndole:
—aunque me cueste la vida lo haré una vez más: ¡PLAGA DEL MONARCA ASCENDIDO!