LightReader

Chapter 1 - Capítulo 1: Un Nuevo Hilo

Lo último que recordaba era el sabor amargo del arrepentimiento, metálico y punzante en su lengua, mientras el mundo se desvanecía en la oscuridad. Un acto desesperado y final después de una vida que él había considerado demasiado rota para ser reparada. Así que, despertarse fue, por decirlo suavemente, un shock.

Sus ojos se abrieron de golpe a una mancha blanca, el olor a antiséptico picándole la nariz. Estaba en una cama, una cama de hospital por la sensación de las sábanas limpias y el zumbido silencioso de la maquinaria invisible. Pero no era su cama de hospital. No tenía ningún recuerdo de haber estado aquí antes. Y entonces se movió, o lo intentó. Un dolor punzante le desgarró el lado derecho, haciéndole jadear.

"Con calma, tigre", lo tranquilizó la voz de una mujer. Volvió la cabeza, su visión aclarándose lo suficiente como para ver un rostro amable enmarcado por un cabello castaño cálido. Ella sonreía, aunque sus ojos contenían un atisbo de preocupación. "Te diste una buena caída."

¿Caída? No recordaba una caída. Recordaba... otra cosa. Algo mucho más definitivo.

"¿Dónde estoy?", jadeó, su voz extrañamente aguda, desconocida.

"Queens General", respondió la mujer, su sonrisa se amplió ligeramente. "Tienes mucha suerte, Peter. Solo unas costillas rotas y una fea contusión. Y una picadura de araña, que es lo que te trajo aquí, de hecho. Se ve muy mal, pero ya está sanando notablemente bien."

¿Peter?

El nombre resonó en su mente, extraño pero innegablemente ligado a él. Se miró la mano, la que no sostenía sus adoloridas costillas. Era la mano de un niño, más pequeña, menos callosa que la suya, pero que ya mostraba la fuerza sutil de la juventud. Se la llevó a la cara, sus dedos rozando una piel suave e impecable. Esta no era su cara. No la que había visto en el espejo durante dieciocho años.

El pánico, frío y agudo, comenzó a florecer en su pecho. Se incorporó, ignorando la protesta de sus costillas. "¿Quién es usted? ¿Quién soy yo?"

La sonrisa de la mujer vaciló, reemplazada por una mirada de preocupación. "Peter, cariño, soy yo, la tía May. ¿Estás seguro de que estás bien? Has estado entrando y saliendo de la conciencia desde el accidente."

Tía May. El nombre resonó con una calidez extraña y desconocida. Imágenes, fragmentadas y fugaces, comenzaron a destellar en su mente: un hombre amable con una risa sonora, un apartamento acogedor, un pasillo escolar... nada de eso era su vida, sin embargo, todo era intensamente real.

Era Peter Parker. Un chico de quince años en Queens, Nueva York. Y, de alguna manera, ya no estaba muerto.

La picadura de araña. Todavía estaba allí, una tenue marca rojiza en el dorso de su mano, casi completamente desvanecida. Ahora recordaba la sensación, el pinchazo agudo, la sacudida repentina de algo extraño entrando en su torrente sanguíneo. Pero eso era imposible. Él no había sido picado por una araña. Él había…

No. Esto era real. Este cuerpo era real. Y la vida que había dejado atrás, la que tan desesperadamente había querido escapar, había desaparecido. Reemplazada por esta nueva y desconcertante existencia.

Una oleada de energía desconocida lo recorrió, una extraña sensación de hormigueo bajo su piel. Instintivamente flexionó los dedos y una fuerza sorprendente los llenó. No era solo la fuerza de un adolescente en recuperación; era algo más. Algo… diferente.

Era Peter Parker. Y una araña radiactiva, unos meses antes de que Tony Stark se anunciara como Iron Man, le acababa de dar una segunda oportunidad. Una segunda oportunidad aterradora, emocionante y absolutamente desconcertante.

More Chapters