Retiró lo que dije, este sueño resulta ser más detallado de lo que pensé que sería.
Debo alabarme a mi mismo por tener un subconsciente tan bueno, es casi increíble.
Especialmente la parte en la que la mujer más hermosa que había tenido la oportunidad de ver o imagínar ahora es mi esposa, un sueño maravilloso.
Hablando de ella, Sylvie estaba ayudándome a organizar los papeles que llenaban mi cama en distintas pilas, resulta que ella era miembro de la aristócracia, así que puede ayudarme a organizarlo todo, énfasis en era, por algún motivo que no profundice, resultó expulsada de su familia y terminó como sirvienta en el castillo.
La vida da vueltas, mira que ser expulsada de una casa noble sin nada más que la ropa que tenía puesta, degradada a ser una sirvienta sin mayores aspiraciones y que eso te lleve a terminar como la esposa del rey, definitivamente quiero ver la cara de quién la expulsó cuando se entere, parecía una historia sacada de un cuento de hadas.
Hablamos de alguna que otra cosa para conocernos y evitar los silencios incómodos, así descubrí que le gustaba mucho leer, pasatiempo que compartimos. Y ella sabía mucho sobre este sueño, así que aproveche para escuchar algunas cosas de ella.
Por ejemplo, que soy rey del Reino de Obliterante, que se extiende en una ciudad capital, cinco pueblos y dos ciudades más. Era interesante, sin embargo, todos los papeles estaban apilados y había trabajo que hacer.
Me concentre en la tarea, por mucho que quisiera no trabajar, sabía que retractarme ahora no sería la mejor de las decisiones, sueño o no, un hombre vale por su palabra, además, seguro que aquí todos reaccionan como si fueran personas reales, lo han hecho desde el principio.
Decidí centrarme en las quejas de los ciudadanos primero.
Y mientras más leía, más podía darme cuenta de que, en este sueño, el Reino de Obliterante era simplemente un reino destinado a la destrucción.
La principal angustia de los ciudadanos era el alimento, debido a la guerra actual, no había suficiente para alimentar a todos, los más alejados del castillo resultaron ser los más afectados, la segunda mayor preocupación era el dinero, ahora mismo, la moneda solo servía para comprar las necesidades básicas, ropa, comida, vivienda y, de vez en cuando, bebida, los comerciantes que llegaban aqui lucraban contrabandeando alcohol y siendo portavoces de la supuesta justicia, diciéndoles a todos los habitantes las libertades que podía ofrecer el dinero en el mundo exterior y sobre reinados menos opresivos, ellos no podían irse aunque quisieran debido a lo difícil que era conseguir una buena suma de dinero aquí, por no hablar del peligro que representaba irse, por eso solo una docena de personas podía permitirse irse cada año, y solo unas pocas lo consiguieron.
Esto se debía a que fuera de territorio del reino habitaban peligros contra los que la gente normal no podía luchar.
Los problemas solo siguieron acumulándose, como la educación, que fue relegada al hogar, la libertad de expresión, de la que ningún hombre fuera de la realeza gozaba, también había una inquietante cantidad de quejas sobre los guardias de la ciudad y su corrupción, algunas de ellas me hicieron hervir de ira o querer vomitar.
Si de verdad quiero cambiar algo, primero se debe cambiar toda la estructura que sirve de base, y después armarlo todo desde cero.
Los ciudadanos se esmeraron al saber que las quejas llegarían muy arriba, se desquitaron, muchos de ellos pusieron sus nombres al final como una forma de desafío silencioso.
Este reino estaba realmente podrido, siendo totalmente sincero, me sorprende lo bien que puedo soñar algo como esto, es casi como si fuera real...
"No puedo creer que mi gobierno fuera tan descuidado, ¿que piensas sobre esto?"
Tomada por sorpresa, Sylvie cambió su mirada de los papeles en sus manos a su rey, que seguía leyendo. Pensó en su respuesta, todo lo que veía la hacía sentir enferma, no podía creer la mayoría de estás cosas.
"Si soy sincera, no sé cómo sentirme sobre todo esto, es... mucho para procesar".
Su respuesta es válida, yo mismo no entiendo mucho como sentirme, además de emocionado. Siempre me gustó resolver problemas, solo que está vez también había miedo, no entiendo de dónde viene, pero esta ahí.
Observé a Sylvie, quien a pesar de sus palabras tenía una expresión en su rostro que dejaba ver el claro disgusto de la mujer por gran parte de lo descrito, que alguien que alguna vez fue parte de la aristocracia reaccioné de esta forma era una ligera sorpresa.
Su cuerpo era muy expresivo, especialmente su rostro, dejando ver lo que sentía. Era una lastima no estar disfrutando del día junto a ella en otro lugar, pero confío en que el sueño se extenderá lo suficiente.
Lo siguiente fue el problema general del reino, en primer lugar estaba la guerra que se estaba librando justo ahora, con la información a mano, puedo ver el problema.
¿Por qué declararle la guerra a mi reino, de entre todos los demás?
Eso se debía a que el territorio que abarcaba Obliterante era inmenso, en el, los campos de cultivos eran prominentes y el mayor atractivo, solo superado por su poder militar.
Pero, ¿quieren tanto sus campos como para lanzar un batallón de combate completo solo por ellos? No lo hacían. ¿Se supone que van detrás de la industria armada de mi reino? Tampoco era eso, los reportes dicen que la tecnología militar rival está a la par de la suya.
-Ellos no querían los cultivos, era obvio porque nunca demandaron nada. Mientras tanto, atacarnos les estaba costando caro incluso ahora, como para querer apoderarse de la industria de armamento en las ciudades, que eran fortalezas en sí mismas, no, era la montaña que cubría la espalda del reino al esté lo que querían.
Según la información, la Montaña Aberrante estaba infestada de monstruos y aberraciones espantosas, pero en ella habían minerales, objetos y riquezas inimaginables, por no hablar del los rumores de un poder sin límites, dando lugar a muchas expediciones, pero todas cesaron debido al peligro que representaban los monstruos, con expediciones enteras muriendo, ningún reino de la región quería intentarlo más.
Un país, sin embargo, tenía todos los recursos necesarios para invadir la montaña y saquearla.
Observando el mapa, pude ver más ampliamente el panorama, los reinos cercanos al mío estaban bastante lejos, y el único otro que tenía a la Montaña Aberrante cubriendo su espalda era Ciris, que resultaba ser el reino más cercano al mío, lo que significa que eran lo siguientes.
Pensando en esto, ¿dónde exactamente se lleva a cabo esta lucha?
Deslicé mi dedo en el mapa, no pasó mucho para que viera la cordillera sur, una amplia extensión rocosa en forma de media luna, con bosques asomando en ella.
Busqué la información entre las diversas pilas, llegando a ella, había muy poca información con respecto a otras cosas, parece que no se ha podido recopilar todo en poco tiempo.
Aún resultó suficiente para darme una idea general.
Y, principalmente, sus peligros, dado que no había un reino protegiendo esa area el lugar era un nido de monstruos, eso no era tan malo en realidad, porque al otro lado de la cordillera habitaban colmenas enteras de ellos.
Curioso.
-¿Mm?
Que sorpresa, el lugar donde el ejército atacante estaba siendo retenido era bastante peculiar, las rocas de la cordillera eran duras de por si, pero el lugar donde luchaban tenía rocas muy duras, porque no eran rocas, habían minerales allí que se utilizaban con frecuencia en la metalurgia, y de entre estos minerales, había una cantera natural de uno de estos minerales que es extremadamente raro y muy duro, tanto que se necesitaba a un caballero de 8 estrellas solo para crear un corte en el, y toda la cantera estaba hecha de ese material.
La lucha se llevó a cabo en ese lugar, dónde mis soldados podían desatarse sin miedo a un entorno cambiante, incluyendo el uso de armas, con dos escenarios de combate principales. Estaba la zona de la cantera, y luego había un pasadizo por el que el país invasor debía pasar o arriesgarse a rodear la cordillera, lo que fue puesto en su contra.
Estaban resistiendo y ganando contra el enemigo al usar el terreno a su favor en lugar de luchar de frente, la reina fue astuta, muy astuta.
Esperaré el informe, quiero ir a ese lugar si el tiempo me alcanza.
Lamentablemente no era el momento, no había más para analizar, asi que apártate los pensamientos bélicos para después.
Por ahora, era mejor centrarse en algo que podía resolver, eso me lleva al segundo mayor problema del reino y el primero de no ser por la guerra.
Las Casas Nobles, estás casas tenían sus propios intereses y operaban en distintas áreas, con un 40% de la industria militar del reino repartida entre ellas, esto no sería un problema de no ser porque usaban ese poder para limitar las acciones del rey.
Lo hicieron con el anterior rey, mi padre, aunque en una medida más leve teniendo en cuenta lo cruel y despiadado que era según los registros, lo hicieron conmigo aparentemente, limitando la potencia militar que podía desplegar porque "no estaba listo" en sus propias palabras. No sintieron mi presencia como una amenaza directa hacia ellos mientras jugarán bien sus cartas, eran astutos, pero avaros, lo hicieron con mi madre sin ninguna consideración por su estatus, solo porque yo no estaba, bueno, no yo, esto se pone confuso.
El como podían hacer eso se respondió bastante rápido, al parecer, cada casa noble tenía al menos un caballero de 8 estrellas y superior en sus filas, con una gran cantidad de otros de 7 estrellas e inferiores, la más prominente era la Casa Tadeus, siguiéndole la Casa Foster, la Casa Costa, la Casa Noir y la Casa Vash, en ese orden.
Los caballeros se median por estrellas y si mi conocimiento ficticio es útil, cada estrella representaba un rango completo, eso era cierto según Sylvie, siendo estos: Aprendiz, Intermedio, Avanzado, Espadachín de Elite, Maestro Espadachín, Espada Errante, Caminante de la Espada, Ascendido de la Espada, Iluminado de la Espada y Espada Divina, nadie sabía que había más allá de eso, mejor dicho, nadie había superado ese nivel.
Sabiendo esto, era fácil entender que subir de rango no era fácil, entonces, una casa noble con más de un Ascendido de la Espada en sus filas no era débil, e incluso a la corona le resultaría dificil ignorar o desafiar a una de ellas, especialmente a la casa Tadeus, al menos, hasta que llegué yo.
Con mi conocimiento, superó con creces cualquier educación que puedan brindar en este lugar, y desde ya puedo ver cómo resolver la mayoría de los problemas menores, lidiar con las Casas Nobles será más complicado debido a mi falta de experiencia política.
Si quisiera jugar si juego claro, pero este lugar es mío, también lo es el reino en este contexto, puedo plantar pruebas falsas, aunque sería innecesario teniendo pruebas reales.
La malversación de fondos era un problema real, por los informes, sabía que esto solo podía ser un sueño, porque un gobernante que se preocupara por su imperio, al leer estos informés, ya habría decapitado a muchos, sentenciado a otros y convertido a los principales en un ejemplo.
Cada Casa Noble tenía sus propias fuentes de ingreso, pero podían y tomaban parte del presupuesto real para "asegurar el bienestar de los habitantes" que era la única razón por la que existían en primer lugar, para gestionar todo lo relacionado con los habitantes en lugar del rey, para que pudiera centrarse en las cosas verdaderamente importantes.
No hace falta decir que su trabajo apenas podía llamarse como tal.
De lo poco que he leído hay suficiente información para hundir a muchos nobles y al prestigio de sus casas, siempre que se presenten pruebas inestimables.
"Sylvie, llama a Romeo por mi, y dile que venga con aquellos de los mejores luchadores que queden en nuestro reino y solo si son de su total confianza, hablaré mucho tiempo con ellos, puedes descansar mientras tanto".
Me estire en mi asiento mientras sonreía emocionado.
Era hora de impartir justicia.
...
Terminé de leer el último de los informes, esto había tomado bastante tiempo, habían cosas tan detalladas plasmadas en ellos que, en algún momento, empecé a preguntarme si de verdad esto era un sueño, sin embargo, descarte tal duda, ¿que sino un sueño podría ser tan fantástico?
En lugar de dudar tanto, me enfócate en disfrutarlo.
Lo que era seguro era que, de hecho, el Reino de Obliterante realmente estaba destinado a la destrucción.
Que irónico.
La guerra, la corrupción, la malversación de los fondos del castillo,la corrupción, el abuso de poder, un pueblo oprimido, un dictador por rey, el peligro que les impedía irse, todo esto junto era suficiente para hacer que uno se preguntara como se puede llegar a este punto, oh, pero había más, mucho más.
Ya era un milagro que los habitantes del reino no se hubieran alzado en armas hasta ahora, especialmente con los mejores soldados ocupados en el conflicto y el rey en un sueño del cual podría no despertar, pero, de nuevo, si algo había demostrado la historia era que los humanos podían soportar cierto grado de opresión antes de ejecutar un golpe de estado o intentar matar al que creaba dicha opresión.
Incluso las hormigas se volvían peligrosas cuando había muchas.
Levantando la vista de los papeles, suspiré, observando a cinco personas de pie frente a mi con la cabeza gacha.
Con Romeo como su centro, ninguna de estas personas parecía normal.
Desde la derecha, un hombre de brillante cabello magenta, ojos feroces que brillaban dorados pareciendo querer decorar el mundo de rojo, su cuerpo era bastante robusto, casi igualando a Romeo, pero superandolo por algunos centímetros de altura, con una tez ligeramente bronceada, llevaba una camiseta gris y pantalones negros holgados con botas de cuero negro. Incluso vistiendo un atuendo tan sencillo, el poder bruto que exudaba su cuerpo no podía pasar desapercibido.
A su lado había un hombre joven más bajo por dos cabezas, cabello negro y ojos como un abismo profundo, de tez clara, su vestimenta consistia en una armadura de cuero que iba desde el blanco al gris en diferentes tonos, con un cuello alto que usaba para cubrir su boca, usaba correas para fijar sus pantalones a sus botas, aunque más pequeño y más joven que cualquiera en esa sala, sus ojos mostraban un abismo profundo del que tener cuidado.
Ahora desde la izquierda, una mujer tan alta como Romeo, con un sombrero negro puntiagudo, cabello verde quasi rubio, ojos anaranjados como las llamas y la piel más palida que jamás hubiera visto, tanto que parecía enfermiza, llevaba algo parecido a una amplia gargantilla de cuero negro que dejaba salir un manto que parecía ser parte de la noche misma con puntos blancos como estrellas, usaba una blusa escotada de un profundo azul marino y una falda larga del mismo color que ocultaba sus piernas, se vestía como lo haría una bruja, de belleza notable, una sonrisa cordial decoraba sus labios.
Y el último, un hombre mayor de unos 50 años, de cabello negro canoso bien mantenido y peinado hacia atrás, portaba una armadura blanca pristina con una capa roja a sus espaldas que tenía bordado el emblema real, sujetaba un casco de forma rectangular en su costado derecho, nunca se permitió abrir los ojos para mirarme, pero su presencia desprendia vigor.
"Confiaré en tu criterio, Romeo, no me decepciones".
"Entendido, majestad".
Me incline hacia atrás en mi silla, era momento de empezar. "No recuerdo si alguna vez he visto a alguno de ellos, ¿podrías presentarnos?"
Romeo asintió levantando su mano hacia la izquierda, la mujer avanzo un paso.
"Está es lady Circe Galdur, es la maga real y líder de la torre de investigación mágica, encargada de pociones y armamento mágico, así como del avance mágico y educadora de nuevos magos para el reino. Ella fue integrada hace 4 años, cuando usted ordenó que fuera traída aquí para pulir su talento". Siguiendo sus palabras, la mujer hizo una reverencia, con el líder de los guardias apuntando al hombre más allá. "Este es Roderick von Sephia, varón de la casa Sephia y actual cabeza, sirvió directamente bajo el rey anterior, luchando en múltiples batallas de gran escala como estratega y soldado en primera línea". El hombre mayor se arrodilló en su lugar.
Mm, así que un mago y un caballero experimentado, si sirvió bajo el rey anterior eso significa que su rango es de siete estrellas o superior, mejor de lo esperado.
Con un asentimiento, el líder de la guardia continúo a la derecha. "Este es Neil Ironhide, barón de la casa Ironhide y cabeza de la misma, forjó su propia casa por si mismo a través del duelo, es un combatiente capaz, incluso si ahora mismo solo es un guerrero de 6 estrellas su potencial es enorme". El hombre se arrodilló, sus ojos dejaron su ferocidad de lado por un momento. "Y por último, este es Ónix Abadón, único hijo del patriarca de la casa de barones Abadón, aun es joven, pero ha demostrado una lealtad y talento formidables, llegando a ser un 5 estrellas con 17 años, ganando un título propio en el proceso". El joven se arrodilló en su lugar con una mano en el corazón.
Nos peli negros parecían compartir un vínculo, Romeo no parecía capaz de ocultar su orgullo.
Asentí.
"Muy bien, lo que se va a decir aquí es un secreto, así que nadie hablara de esto con nadie fuera de los aquí presentes, o morirá".
Todos se tensaron de inmediato, Neil parecía querer agarrar algo en su mano al escucharme, cada uno de ellos entendió la magnitud del asunto.
Romeo sintió que lo que estaba a punto de decirse aquí tenía mucho que ver con la información que su rey estaba leyendo.
Observé a cada uno de ellos, asegurándome de recordarlos, servirían a mi libro.
"Iré al punto central del por que los llamé aquí: vamos a ir a una cacería de nobles".
Un escalofrío recorrió el cuerpo de todos los presentes.
Neil sonreía de oreja a oreja, Roderick abrió los ojos para ver, Ónix no supo cómo reaccionar, mientras que Circe se esforzó por contener la risa.
Cada uno con un pensamiento diferente.
Romeo era un ejemplo perfecto, jamás en su vida imagino oír esas palabras de su rey.
Mientras todos pensaban en mis palabras, decidí no alargar esto más de lo necesario.
Hacer caer la corrupción sonaba como algo divertido que hacer para divertirse.
Resultaría aún más gratificante porque era su sueño.