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Chapter 30 - Capitulo 29-T2E5:El Inicio Perfecto

🌊 "Jugando con el mar" 

Nicole y Alex estaban en la orilla del mar, con las olas suaves mojando sus pies y el cielo tiñéndose de tonos naranjas y violetas.

El viento movía el cabello de Nicole, y ella miraba el horizonte con una mezcla de calma y curiosidad.

—Estoy aburrida… —dijo de repente, con un gesto travieso, como si quisiera provocar algo.

Alex la miró con confianza, arqueando una ceja.

—¿Querés jugar?

Nicole lo miró intrigada.

—¿Qué tipo de juego?

Alex no respondió.

Se inclinó, juntó agua en sus manos y se la lanzó suavemente a las piernas.

Nicole dio un pequeño grito y luego estalló en risas.

—¡Alex! —exclamó, salpicando con los pies.

Sin pensarlo, agarró un puñado de arena húmeda y se lo tiró a las piernas.

—¡Eso es por mojarme!

Alex se rió, levantando las manos como si se rindiera.

—Ah, ¿así vamos a jugar?

Y comenzó la batalla.

Ambos se tiraban arena, pero nunca en la cara, solo en los brazos y piernas, como si fueran niños otra vez.

Las risas se mezclaban con el sonido del mar, y cada movimiento los acercaba más.

Nicole, con el cabello despeinado por el viento, lo miró entre risas.

—Sos insoportable.

Alex sonrió, con la arena pegada en sus manos.

—Pero te hago reír.

Nicole se detuvo un segundo, aún sonriendo, y lo miró con ternura.

—Sí… y eso me gusta.

🌌 El juego se intensifica

Alex se agachó y formó una pequeña montaña de arena frente a ella.

—Mirá, voy a construir un castillo.

Nicole lo miró divertida.

—¿Un castillo? Con esa arena mojada no va a durar ni cinco segundos.

—No importa, lo hago para vos —dijo él, concentrado.

Nicole se rió y lo ayudó, poniendo conchas alrededor como decoración improvisada.

El castillo quedó torcido, pero ambos lo miraron como si fuera una obra de arte.

—Es horrible… —dijo Nicole, riendo.

—Pero es nuestro —respondió Alex, con orgullo.

Ella lo miró con ternura, y sin pensarlo, le tiró otro poco de arena en el hombro.

—Y ahora está arruinado.

Alex fingió indignación.

—¡Traición!

Se lanzó hacia ella, y ambos terminaron revolcándose suavemente en la arena, riendo sin parar.

Nicole trataba de escapar, pero Alex la atrapó por la muñeca y la levantó.

Ambos quedaron de pie, con la ropa llena de arena y el mar acariciando sus pies.

🌠 El respiro

Cansados, se dejaron caer sobre la manta que habían puesto antes.

Nicole respiraba agitada, con las mejillas rojas de tanto reír.

Alex la miraba, aún sonrojado, pero feliz.

—Nunca pensé que jugar así me iba a hacer tan feliz —dijo ella, mirando el cielo.

—Yo tampoco… pero con vos todo se siente distinto —respondió él.

Nicole lo miró, con una sonrisa suave.

—Gracias por hacerme reír.

Alex se inclinó un poco más cerca.

—Gracias por dejarme estar acá.

El silencio se llenó con el sonido del mar.

Las estrellas empezaban a aparecer, y la noche se preparaba para el conteo.

Nicole pensó: "Si el año nuevo empieza así… entonces no puede ser malo."

📸"Fotos en la orilla"

Después de tanto jugar con la arena, Nicole se levantó riendo y sacudiéndose las manos.

—Estoy llena de arena… voy a limpiarme en el mar.

Caminó hacia la orilla, dejando que las olas suaves le mojaran las piernas y el pareo.

El agua tibia se llevó la arena, y Nicole se agachó un poco para mojarse los brazos.

El viento le movía el cabello, y el atardecer pintaba su silueta con tonos dorados.

Alex la miraba desde la manta, sonriendo.

Nicole se giró hacia él, levantando la voz por encima del sonido del mar:

—¡Alex! ¿Me tirás unas fotos? Quiero tenerlas de recuerdo.

Alex se levantó enseguida, sacó su celular y se acercó.

—Claro, ponte ahí, donde la ola te toque los pies.

Nicole posó con naturalidad: primero mirando al horizonte, luego levantando los brazos como si abrazara el cielo, y después riendo mientras el agua la salpicaba.

Alex capturaba cada gesto, cada sonrisa.

—Salieron lindas —dijo él, mostrando la pantalla.

Nicole se acercó, curiosa.

—¡Me encantan!

Alex la miró con un brillo en los ojos.

—¿Y si después hacemos una juntos?

Nicole se sonrojó un poco, pero sonrió.

—Sí… quiero una contigo.

Alex guardó el celular en el bolsillo.

—Entonces será la foto más importante de todas.

Nicole lo miró con ternura, y pensó:

"No necesito perlas ni castillos de arena… lo que quiero es guardar este momento con él."

📸 "La foto más importante"

Nicole salió del mar, con el cabello húmedo y el bikini verde brillando bajo la luz del atardecer.

Se acercó a Alex, que aún tenía el celular en la mano.

—Ya me sacaste fotos sola… ahora quiero una contigo —dijo ella, con una sonrisa tímida.

Alex se sonrojó, pero asintió enseguida.

—Claro. Va a ser la más importante.

Se acomodaron juntos en la manta, con el mar de fondo.

Nicole se inclinó hacia él, apoyando la cabeza en su hombro.

Alex levantó el celular y tomó la primera foto: ambos sonriendo, con el cielo pintado de naranja detrás.

—Salió linda —dijo él, mostrando la pantalla.

Nicole lo miró con ternura.

—Quiero otra. Pero más cerca.

Alex tragó saliva, nervioso, y volvió a levantar el celular.

Nicole se acercó aún más, hasta que sus mejillas se rozaron.

En ese instante, mientras la cámara capturaba la imagen, Nicole le dio un piquito rápido en los labios.

Alex se quedó congelado, con el corazón latiendo fuerte.

La foto salió borrosa, pero ambos se rieron al verla.

—No importa cómo salió… —dijo Nicole, abrazándolo.

—Es perfecta —respondió Alex, guardando el celular en el bolsillo.

Se quedaron abrazados, con el mar acariciando la orilla y las estrellas empezando a aparecer, sabiendo que esa foto sería el recuerdo más especial de la noche.

🌿 "Detalles que hacen reír y sentir"

El patio-comedor estaba iluminado por luces pequeñas que colgaban entre los árboles.

Michelle y Camilo seguían conversando después de cenar, cuando él se levantó de golpe, con esa energía que siempre lo hacía parecer impredecible.

—Esperame aquí —dijo, con una sonrisa traviesa.

—¿Qué vas a hacer? —preguntó Michelle, curiosa.

—Un detalle. Pero no te rías… bueno, sí, reíte, porque si no me deprimo.

Michelle lo miró con intriga mientras él se alejaba hacia una esquina del patio.

Camilo habló con el mesero, pidió algo rápido, y volvió con las manos detrás de la espalda.

🎁 Primer detalle: el corazón improvisado

Camilo sacó lo que tenía escondido: una servilleta doblada de forma torpe, con un dibujo hecho a mano en marcador.

Era un corazón chueco, con líneas mal hechas y un "M + C" en el centro.

—Tarán —dijo, levantándolo como si fuera una obra de arte.

—¿Qué es eso? —preguntó Michelle, riendo.

—Es un corazón edición limitada. Solo existe uno en el mundo. Y es para vos.

Michelle se tapó la boca, riendo más fuerte.

—¡Está horrible!

—¡Exacto! —respondió Camilo, orgulloso—. Así nunca lo vas a olvidar.

Ella lo miró con ternura, aún riendo.

—Sos un desastre.

—Pero un desastre que te quiere hacer reír —dijo él, dejando la servilleta sobre la mesa como si fuera un regalo caro.

🍹 Segundo detalle: el jugo con estilo

Camilo pidió dos jugos naturales.

Cuando llegaron, sacó de su mochila una pajilla en forma de espiral que había traído "por si acaso".

—Mirá —dijo, entregándole el vaso—. Es un jugo normal… pero con estilo.

Michelle lo miró, divertida.

—¿Vos cargás eso en tu mochila?

—Obvio. Nunca sabés cuándo vas a necesitar impresionar a alguien.

Michelle bebió un sorbo y se rió al ver cómo la pajilla hacía burbujas.

—Sos ridículo.

—Ridículamente encantador —respondió él, guiñando un ojo.

🎶 Tercer detalle: la canción improvisada

Camilo golpeó suavemente la mesa con los dedos, como si marcara un ritmo.

—Y ahora… mi último detalle.

Se aclaró la garganta y empezó a cantar bajito, inventando una letra graciosa:

—"Michelle se ríe de mí,

pero igual me quiere aquí.

Con jugo y corazón feo,

yo le hago mi deseo."

Michelle estalló en risas, tapándose la cara.

—¡Camilo, sos un payaso!

—Un payaso exclusivo —respondió él, inclinándose hacia ella—. Solo actúo para vos.

🌌 El cierre

Después de tanta risa, Michelle se quedó mirando la servilleta con el corazón torcido.

Camilo la notó seria por un momento.

—¿Qué pasa?

—Nada… solo que… aunque sea feo, me gustó el detalle.

—¿En serio? —preguntó él, sorprendido.

—Sí. Porque lo hiciste vos.

Camilo se sonrojó, rascándose la nuca.

—Bueno… entonces misión cumplida.

Michelle lo miró con una sonrisa suave.

—Gracias, Camilo.

Él se inclinó un poco hacia ella.

—De nada. Pero ojo… todavía tengo más trucos guardados.

Michelle se rió, y pensó que, aunque él fuera gracioso y un poco loco, esos detalles eran los que la hacían sentir especial.

🌙 Escena: "Luces sobre el mar"

El restaurante cerca del mar seguía lleno de murmullos y música suave.

Hengely y Carlos habían terminado de cenar, pero ninguno quería que la noche se acabara.

Las velas sobre la mesa seguían encendidas, reflejándose en sus ojos.

Carlos se levantó primero.

—¿Querés que salgamos un rato? Afuera hay una terraza con vista al mar.

Hengely dudó un segundo, pero asintió.

—Sí, vamos.

Caminaron juntos hasta la terraza.

El aire fresco los envolvió, y el sonido de las olas se mezclaba con las risas lejanas de otras parejas.

Las luces colgantes iluminaban el espacio, creando un ambiente cálido y tranquilo.

🌊 El paseo

Carlos se apoyó en la baranda de madera, mirando el horizonte.

—Mirá qué lindo se ve el mar de noche.

Hengely se acercó, apoyando los brazos junto a los de él.

—Sí… parece infinito.

Carlos la miró de reojo.

—Como las veces que pienso en vos.

Hengely se sonrojó, bajando la mirada.

—Sos muy cursi.

—Solo cuando estoy contigo —respondió él, con una sonrisa tímida.

🍦 El detalle inesperado

De repente, Carlos sacó algo de su mochila.

Era un pequeño paquete envuelto en papel sencillo.

—Te traje algo.

Hengely lo miró sorprendida.

—¿Un regalo? ¿Por qué?

—Porque quería que esta cita tuviera algo especial.

Ella abrió el paquete con cuidado.

Adentro había una pulsera hecha con cordón rojo y un pequeño dije en forma de estrella.

No era cara, pero tenía un aire artesanal, único.

—La hice yo —dijo Carlos, nervioso—. No es perfecta… pero pensé que te gustaría.

Hengely se quedó mirándola, con los ojos brillosos.

—¿La hiciste vos?

—Sí. Para que te acuerdes de esta noche.

Ella se la puso en la muñeca enseguida.

—Me encanta. Gracias.

Carlos respiró aliviado, sonriendo.

—Qué bueno… porque si no te gustaba, me iba a tirar al mar.

Hengely se rió, dándole un pequeño empujón en el brazo.

—Tonto.

💫 El momento

Se quedaron en silencio unos segundos, mirando el mar.

Carlos se giró hacia ella, más serio.

—Hengely… me gusta estar contigo.

—A mí también —respondió ella, bajito.

Él tomó aire, como si juntara valor.

—¿Sabés qué quiero? Que este año nuevo empiece con vos.

Hengely lo miró, con el corazón latiendo rápido.

—Eso suena… lindo.

Carlos le tomó la mano, despacio, sin apuro.

Ella no la soltó.

Y ambos se quedaron mirándose, con las luces del restaurante brillando detrás y el mar como testigo.

🎬 Cierre paralelo

Mientras Nicole y Alex jugaban en la playa y Michelle reía con los detalles de Camilo en el patio, Hengely y Carlos compartían un momento íntimo en la terraza del restaurante, con una pulsera artesanal como símbolo de lo que empezaba a crecer entre ellos.

🚻"Un momento incómodo"

La playa estaba tranquila, con la brisa fresca y las luces de la ciudad reflejándose en el mar.

Alex se levantó de la manta, algo apurado.

—Voy al baño, vuelvo en un minuto —dijo, sonrojado.

—Está bien —respondió Nicole, acomodándose en la manta.

Se quedó sola, con el bolso a un lado y el celular en la mano.

Abrió el chat de sus amigas y escribió:

Nicole:

"¿Cómo les va en sus citas? 🥰"

Michelle respondió rápido:

"Camilo me hizo un detalle gracioso, estoy feliz 😂💖"

Hengely también contestó:

"Carlos me regaló una pulsera, estoy nerviosa pero contenta ✨"

Nicole sonrió, tranquila.

Pensó que todo estaba saliendo bien para las tres.

👂 El murmullo incómodo

De repente, escuchó voces de unos chicos que estaban más lejos, cerca de las palmeras.

No hablaban fuerte, pero lo suficiente para que llegara hasta ella.

Entre risas, decían cosas sobre "la chica del bikini verde".

Comentarios vulgares, que la hicieron sentir expuesta.

Nicole bajó la mirada, apretó el celular entre sus manos y sintió un nudo en el estómago.

No quiso quedarse ahí.

Se levantó rápido y caminó hacia los baños, buscando a Alex.

🚪 En la puerta

Alex estaba ocupado adentro, pero Nicole llegó hasta la puerta y tocó suavemente.

—Alex…

Él se sobresaltó.

—¿Nicole? ¿Qué hacés acá?

Ella habló bajito, nerviosa.

—Me sentí incómoda… unos chicos estaban diciendo cosas feas de mí.

No quise quedarme sola.

Alex guardó silencio unos segundos, terminando lo suyo.

Se lavó las manos rápido y salió, con el rostro serio.

—Ey… tranquila. Ya estoy acá.

Nicole lo miró, con los ojos brillosos.

—No me gustó lo que dijeron.

Alex le tomó la mano con firmeza.

—No voy a dejar que nadie te falte el respeto.

Vamos a resolver esto.

💪 Resolviendo

Caminaron juntos hacia donde estaban los chicos.

Alex se paró frente a ellos, con la voz firme pero sin gritar.

—Ella merece respeto.

Si no saben comportarse, mejor se alejan.

Los chicos se miraron entre sí, incómodos.

Uno intentó reírse, pero Alex lo miró fijo, serio.

Al final, bajaron la cabeza y se fueron hacia otro lado.

Nicole respiró hondo, aliviada.

Alex volvió a su lado y le acarició el hombro.

—Ya está. No tenés que preocuparte.

—Gracias… —dijo ella, con un suspiro.

Se abrazaron un momento, dejando que el mar y la noche se llevaran la tensión.

Nicole pensó: "No importa lo que digan otros… mientras él esté conmigo, me siento segura."

Alex, en silencio, se prometió que esa noche sería solo de ellos, sin que nada ni nadie la hiciera sentir menos.

Hasta casi la hora del conteo, cada uno vivía su propia cita: Nicole y Alex habían pasado la tarde jugando en la orilla, sacándose fotos y compartiendo momentos tiernos, hasta que decidieron caminar juntos hacia la zona reservada que Alex había preparado para ver los fuegos; Hengely y Carlos disfrutaban de la terraza del restaurante, entre confesiones y un regalo especial que él le dio; mientras Michelle y Camilo reían en el patio-comedor con los detalles graciosos que él improvisaba para hacerla sentir especial. Tres historias distintas, pero todas avanzaban hacia el mismo instante: la llegada del nuevo año.

🎇 "Los últimos 15 minutos"🌊 Nicole y Alex

La zona solitaria de la playa era perfecta: solo el sonido del mar y las estrellas brillando arriba.

Nicole se acomodó en la manta y miró a Alex con ternura.

—Gracias por lo de hoy… por todo —dijo, con voz suave.

Alex le acarició la mano.

—Yo debería agradecerte a vos. Me hiciste sentir que este día vale más que cualquier otro.

Nicole sonrió, sonrojada.

Alex miró el reloj.

—Faltan 15 minutos. Y escuché que allá atrás están vendiendo mini fuegos para la ocasión. ¿Querés verlos?

Nicole abrió los ojos con ilusión.

—¡Sí! Vamos.

Se levantaron juntos, caminando descalzos por la arena hasta el puesto improvisado.

El aire olía a pólvora y emoción, y la playa empezaba a llenarse de murmullos de expectativa.

🍦 Hengely y Carlos

En el balcón del restaurante, el mar se extendía como un espejo oscuro.

Carlos llegó con dos helados, uno de vainilla y otro de fresa.

—Para que la espera sea más dulce —dijo, entregándole el suyo.

Hengely lo aceptó, sonriendo tímida.

—Gracias.

Se sentaron juntos, mirando el horizonte iluminado por las primeras luces de prueba.

El reloj marcaba los 15 minutos, y ambos decidieron quedarse ahí, tranquilos, disfrutando del aire fresco y de la compañía.

Carlos la miró de reojo.

—No necesito fuegos artificiales… ya me basta con estar acá contigo.

Hengely bajó la mirada, sonrojada, mientras el helado se derretía un poco en su mano.

🌌 Michelle y Camilo

Después de salir del patio-comedor, caminaron por las calles iluminadas con faroles y música lejana.

Camilo, con su humor de siempre, señalaba cada rincón como si fuera "el lugar perfecto".

—¿Acá? —preguntó, señalando una banca rota.

Michelle se rió.

—¡No! Eso no es perfecto.

—¿Y acá? —dijo, mostrando un callejón oscuro.

—¡Camilo! —respondió ella, riendo más fuerte.

Finalmente, encontraron un espacio abierto, con vista clara al cielo y lejos del ruido.

Se sentaron juntos en el césped, mirando hacia arriba.

El reloj marcaba los 15 minutos, y Michelle suspiró.

—Es lindo este lugar.

—Claro, porque lo encontré yo —bromeó Camilo, guiñándole un ojo.

Michelle lo empujó suavemente, pero no dejó de sonreír.

🎬 Montaje paralelo

Las tres escenas se entrelazaban:

Nicole y Alex comprando mini fuegos en la playa.Hengely y Carlos en el balcón, compartiendo helado y miradas.Michelle y Camilo en su zona tranquila, riendo mientras esperaban.

El reloj seguía avanzando, y cada uno, en su propio rincón del mundo, se preparaba para recibir el 2025 con la persona que los hacía sentir elegidos.

🎇 Escena: "El inicio del año"🌊 Nicole y Alex

En la zona solitaria de la playa, Nicole y Alex tenían en sus manos los mini fuegos que habían comprado.

El murmullo de la gente se escuchaba a lo lejos, pero allí todo era calma.

Nicole lo miró, con los ojos brillosos.

—Hoy me hiciste sentir especial… gracias por todo.

Alex le acarició la mano.

—Yo soy el agradecido. Estar contigo me hace sentir que todo vale la pena.

Nicole sonrió, sonrojada.

El reloj marcaba los últimos segundos.

Encendieron los mini fuegos y los lanzaron al cielo.

Las luces pequeñas se mezclaron con los grandes fuegos de la ciudad, iluminando sus rostros.

Alex la miró, con el corazón latiendo fuerte.

Le tomó la cara con ambas manos y susurró:

—Te amo, Nicole.

Ella lo miró, con lágrimas de emoción en los ojos.

—Yo también te amo, Alex.

Y se dieron un beso largo, profundo, mientras el cielo explotaba en colores sobre ellos.

🍦 Hengely y Carlos

En el balcón del restaurante, el mar brillaba con reflejos de los primeros fuegos.

Hengely reía feliz, con un helado en la mano.

—¡Feliz año, Carlos! —dijo, levantando el brazo como si brindara.

Carlos no respondió enseguida.

La miraba fijo, con los ojos llenos de ternura.

De repente, se arrodilló frente a ella.

Sacó una rosa roja de su mochila y la sostuvo con cuidado.

—Hengely… ¿querés ser mi novia?

Ella se quedó paralizada, sorprendida.

El corazón le latía rápido, y por un momento no supo qué decir.

—Yo… yo acepto.

Carlos sonrió, feliz, y se levantó para abrazarla fuerte.

Los fuegos iluminaban el mar detrás de ellos, como si celebraran esa nueva promesa.

🌌 Michelle y Camilo

En la zona tranquila que habían encontrado, Michelle y Camilo miraban el cielo lleno de luces.

Camilo, con su humor de siempre, dijo bajito:

—Mirá, parece que el universo nos está aplaudiendo.

Michelle rió, nerviosa.

—Feliz año, Camilo.

Él se acercó un poco más, y sin pensarlo demasiado, se dieron un piquito rápido.

Pequeño, tímido, pero suficiente para que ambos se quedaran riendo después, con las mejillas encendidas.

🎬 Montaje final

Las tres escenas se entrelazaban:

Nicole y Alex besándose bajo los fuegos.Hengely aceptando ser novia de Carlos con una rosa en la mano.Michelle y Camilo compartiendo su primer piquito tímido.

El cielo estaba lleno de luces, y el 2025 comenzaba con tres historias distintas, pero todas unidas por el mismo sentimiento: el amor que nacía en esa noche inolvidable.

🌙 "El primer sueño del año"

Cada uno pasó un rato más viviendo su año nuevo:

Nicole y Alex se quedaron un poco más en la playa, riendo mientras guardaban los mini fuegos apagados.Hengely y Carlos disfrutaron del balcón, abrazados, mientras el eco del mar acompañaba su nueva promesa.Michelle y Camilo siguieron en su rincón tranquilo, hablando de tonterías y riendo hasta que el sueño empezó a vencerlos.

Cuando las damas comenzaron a sentirse cansadas, los caballeros las acompañaron a sus casas y se despidieron con amabilidad.

Antes de dormir, ellas escribieron en el grupo de WhatsApp lo que había pasado:

Nicole contó sobre el beso profundo con Alex.Hengely compartió que Carlos le había pedido ser su novia.Michelle confesó, entre risas, que Camilo le había dado un piquito.

Mientras tanto, Carlos le contaba a Alex lo que había ocurrido en su balcón, y Camilo, fiel a su estilo gracioso, le relataba a Carlos cómo había sido su momento con Michelle.

🛏️ Nicole en casa

Ya en su cuarto, Nicole se puso su pijama suave de algodón.

Guardó su ropa de la playa en la cesta de la ropa sucia, doblando con cuidado el pareo y dejando las sandalias a un lado.

El peluche "Valentín" estaba en la esquina, mirándola como un guardián silencioso.

Su madre entró un momento, curiosa.

—¿Cómo la pasaste, mi amor?

Nicole sonrió, con las mejillas aún encendidas.

—Fue… hermoso. Me sentí feliz.

La madre le acarició el cabello y salió, dejándola con su propio silencio.

Nicole se recostó en la cama, abrazó a Conejín y cerró los ojos.

En su mente, volvió a ese instante en la playa:

Alex tomándola de la cara, confesando que la amaba, y el beso largo que los unió bajo los fuegos artificiales.

Con ese recuerdo profundo latiendo en su corazón, Nicole se quedó dormida, pensando que el 2025 había comenzado de la mejor manera posible.

"✨ Fin del Capítulo 29-T2E5"

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