Cinco minutos después, Kurama estaba avanzando por las afueras de Amegakure no Sato, observando en silencio cómo decenas, sino miles de Shiro Zetsu, estaban arrastrando cadáveres de civiles en una dirección en específica, aunque mientras más él se acercaba al lugar, mayor era la seguridad, al punto de que tenía que moverse con sumo cuidado para no alertar a los vigilantes.
"No hay que ser un genio para saber que encontré el lugar" - pensó Kurama mientras se transformaba en un pequeño zorro y avanzaba lentamente hasta llegar a lo que parecía ser una cueva custodiada por decenas de Shiro Zetsu, lugar donde todos los clones estaban arrastrando a sus presas - "Bingo..."
Kurama esperó por unos cuantos minutos más hasta que vio con sorpresa cómo una silueta familiar aparecía, siendo este nadie más que Menma Namikaze, aunque su apariencia parecía más a la de esas cosas que a la de un humano, lo que significaba que él se había fusionado con un clon, sin embargo, esto era perfecto, porque Menma era la escusa perfecta para que ellos bajaran la guardia, así que rápidamente se transformó en una mosca y empezó a volar detrás de su antiguo oponente, llegando a lo que parecía ser una enorme habitación rocosa que tenía una enorme raíz que estaba absorbiendo los cadáveres.
"Eso es..." - murmuró Kurama con aprensión porque instintivamente reconocía el origen - "Una raíz del Shinju..."
Kurama observó en silencio cómo la enorme raíz rodeaba otro cuerpo, absorbiendo el poco chakra que quedaba y transformaba a la víctima en otro de esos clones blancos, aunque en el proceso él notó un detalle importante.
"Esa cosa está en sus últimas porque está trabajando a toda capacidad" - pensó Kurama mientras entrecerraba los ojos - "Lo que significa que si la destruyo..."
Ni siquiera tuvo que pensarlo dos veces, Kurama rápidamente apareció al lado de la raíz y usó sus llamas de chakra para incinerarla de la forma más rápida y dolorosa posible, para luego desaparecer del lugar porque sabía que los clones blancos aparecerían en cualquier momento, y como había pensado, estos no demoraron en aparecer, aunque estos no pudieron hacer nada para impedir que él destruyera la última raíz del Shinju.
*****
"Buen trabajo, joven Menma Namikaze" - dijo Kuro Zetsu con una enorme sonrisa dentuda al ver cómo el joven estaba listo para la siguiente parte de su plan, aunque era aburrido no poder ver sus reacciones, así que en un momento de vanidad, él desactivó la parte que servía como punto de control del cerebro de su víctima.
"¡Tú!" - rugió Menma con furia mientras miraba a su antiguo compañero - "¡Bastardo!"
"Esa es la reacción que deseaba ver" - dijo Kuro Zetsu con emoción mientras soltaba una cruel carcajada - "Nada mal"
"¡Juro que voy a matarte, destruirte!" - rugió Menma mientras apretaba los dientes con furia.
Kuro Zetsu estuvo a punto de regodearse más, cuando vio cómo un clon de Shiro Zetsu aparecía y le decía que alguien se había logrado infiltrar en la cueva y destruido la última raíz del Shinju.
"¡Encuéntrenlo!" - rugió Kuro Zetsu con furia porque esta era la última forma que él tenía para crear más Shiro Zetsu, al menos hasta que lograran revivir al verdadero Shinju - "¡Quiero ver su cadáver lo antes posible!"
"Veo que las cosas no están saliendo cómo deseas, Zetsu" - dijo Menma mientras soltaba una carcajada, solo para sentir cómo su cuerpo se congelaba, como si estuviera fuera de su control - ". . ."
"Guarda silencio, sucio mono sin pelo" - gruñó Kuro Zetsu con frialdad mientras sus ojos brillaban con maldad - "No estoy de humor para tus mierdas"
Los clones de Shiro Zetsu empezaron a buscar en cada milímetro de la cueva, pero para irritación de Kuro Zetsu, el atacante parecía haberse desvanecido sin dejar rastro.
"Bastardo escurridizo" - murmuró Kuro Zetsu mientras pensaba a gran velocidad mientras controlaba su temperamento porque sabía que tenía que estar calmado para pensar - "El atacante obviamente descubrió la importancia de la raíz del Shinju, por eso la destruyó, sin embargo, esta es un producto de un dios, lo que significa que alguien tiene que tener cierto nivel de poder para poder destruirla, lo que significa que el número de posibles atacantes se reduce.
El primero y más obvio era Obito, pero que él fuera el atacante era una deducción estúpida porque él (Obito) necesitaba la raíz tanto como él (Kuro Zetsu).
El segundo posible atacante, era Nagato, lo cual tenía sentido, después de todo, ellos ya se habían quitado las máscaras y estaban en dos extremos hostiles, sin embargo, eso era imposible porque Nagato estaba siendo vigilado constantemente, cualquier movimiento era informado de inmediato, y él estaba inmóvil en su cueva, descansando para el ataque.
La tercera opción era Orochimaru, pero él estaba muerto, o al menos eso era lo que ellos creían, después de todo, existía la posibilidad de que ese bastardo estuviera todavía con vida, recuperándose mientras se lame las heridas, esperando el momento para vengarse.
La cuarta opción era el Ei, el Raikage, pero su forma de pelear era tan simple que era imposible que él fuera el atacante, más que nada porque Ei peleaba directamente, tampoco usaba técnicas de fuego.
La quinta opción era Onoki, el Tsuchikage, pero su viejo cuerpo hacía imposible que pudiera infiltrarse tan profundamente sin ser descubierto.
Hashirama Senju no era una opción porque él estaba muerto, tal como había demostrado el Edo Tensei de Orochimaru tres, casi cuatro años atrás, lo que solo dejaba a un último posible culpable.
"Kurama Uzumaki, él tiene la habilidad y los motivos para destruir la raíz del Shinju" - pensó Kuro Zetsu mientras sus ojos brillaban con maldad. Luego de pensar en esta posibilidad, más certera él sentía que era esta hipótesis, pero eso también lo hacía peligroso, porque significaba que su mayor enemigo estaba en su hogar.
"Shiro Zetsu" - dijo Kuro Zetsu mientras veía a su otra mitad aparecer delante de él - "Dime dónde está el Kyuubi, dame una estimación exacta"
"No hemos podido detectar la presencia del Kyuubi no Kitsune por ningún lado, es por eso que creemos que todavía está en Uzushiogakure no Sato" - respondió Shiro Zetsu con una expresión impasible en su rostro - "Si quieres, puedo hacer un intento por tratar de detectar su presencia"
"No es necesario" - respondió Kuro Zetsu mientras le indicaba a su otro yo que desapareciera, solo para quedar en silencio, después de todo, esto hacía que su instinto le gritara más fuerte de que esta era la respuesta correcta - "¡Quiero que aumenten el nivel de seguridad al máximo!"
Los clones rápidamente se pusieron a trabajar, duplicando o incluso triplicando sus movimientos en los sectores más importantes, aunque para la mala suerte de Kuro Zetsu, Kurama no estaba dentro de la cueva, sino que estaba avanzando hacia el interior de Amegakure no Sato, viendo cómo las calles estaban completamente vacías, con algunos clones de Zetsu vigilando los alrededores.
Kurama frunció el ceño porque fuera del sonido de la lluvia, lo único que él podía escuchar era a los clones de Shiro Zetsu caminando por las calles.
El joven de cabello rojo rápidamente entró a un hogar cercano, solo para ver cómo no solo había cadáveres de adultos, sino también de niños, comprobando que Obito había caído tan bajo como para ni siquiera perdonar a los infantes - ". . ."
"Aunque tal vez... esto es mejor que ver a sus familias morir delante de sus ojos, o ver lo que les hacían..." - pensó Kurama mientras apretaba los dientes con furia.
Rápidamente, Kurama salió de nuevo a la calle y empezó a revisar las viviendas, encontrando el mismo resultado una y otra vez, hasta que llegó a un hogar que parecía estar siendo resguardado por decenas de clones, lo que causó que el joven de cabello rojo frunciera el ceño.
Viendo que la seguridad era más fuerte en ese lugar, significaba que si en ese hogar no había algo importante, entonces había alguien, tal vez un miembro de Akatsuki, o un rehén lo suficientemente importante como para resguardarlo con tanta minuciosidad.
"Voy a esperar un poco más antes de infiltrarme" - pensó Kurama al notar cómo un grupo de clones parecía estar preparándose para moverse hacia otro lugar con mayor importancia, lo que le daba la escusa perfecta para poder entrar a esa residencia.
Viendo que el momento había llegado, Kurama entró al lugar, solo para ver cómo dentro estaba encerrada una hermosa mujer que parecía estar con la mirada vacía, pero con las facultades cognitivas lo suficientemente buenas para escuchar a alguien acercándose.
"¿Vienes a regodearte de nuevo, Obito?" - preguntó la mujer mientras levantaba la mirada, solo para notar a una persona que no conocía, aunque ese cabello rojo rápidamente le dio una pista - "Kurama Uzumaki, el Kyuubi no Kitsune..."
"Si me conoces, y por tu ropa, es obvio que eres de Akatsuki" - respondió Kurama mientras fruncía el ceño, después de todo, no esperaba ver que la persona encerrada fuera un miembro del equipo enemigo.
"Supongo que tienes que encontrar divertido esto" - dijo Konan mientras le daba una mirada fría, solo para soltar un suspiro porque no tenía las fuerzas como para mostrarse indiferente, no cuando no había comido en días - ". . ."