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Chapter 2 - Capítulo 2

Capítulo 2 Palacio Nube Congelada Asgard

 

A la mañana siguiente, Chu Yueli anunció a la familia Xiao

que Xia Qingyue era una discípula de la secta Nube Congelada Asgard y que se la

llevaría de vuelta allí. Además, como Xiao Che ahora era su esposo, también

sería aceptado como sirviente y marcharía con ellos dos.

Los ancianos de la familia se quedaron conmocionados por la

noticia, pero se sorprendieron aún más cuando su abuelo dijo que él también

dejaría la familia por algunos años junto a Xiao Lingxi y que su decisión era

irrevocable.

Los ancianos de la familia, al ver la herida en la cabeza de Xión,

malinterpretaron todo y creyeron que alguien lo había atacado, por lo que su

esposa se lo llevaba y Xiao Lie, enfadado, abandonaba la familia. Se

apresuraron a disculparse por cualquier ofensa con el fin de evitar que uno de

sus luchadores más fuertes se marchara, pero fue inútil y al mediodía, ya

habían partido.

Chu Yueli los llevó a ambos en un artefacto volador,

apresurándose para llegar a la Nube Congelada Asgard, ubicada en una zona de

hielo y ventiscas. Tardaron un día en llegar allí. El artefacto volador

utilizado por Chu Yueli no era en realidad un artefacto volador en sí, sino que

necesitaba su energía del reino profundo cielo para moverse. Xión no podría

usarlo.

La tierra en la que se encontraba el Palacio de la Nube

Congelada Asgard era fría hasta los huesos, por lo que Xión, que no tenía un

buen cultivo, se abrigó completamente, colocándose varias capas de ropa.

Al llegar a la secta, Chu Yueli pidió hablar con su maestra

de secta y Xia Qingyue lo llevó a una habitación de invitados hecha de hielo.

Incluso la cama era de hielo. Xión sacudió la cabeza y, como estaría ocupado,

dejó ir a Xia Qingyue, llamándola solo "esposa".

Cuando Xia Qingyue se marchó, Xión cortó su brazo y la sangre

corrió hacia la Perla del Veneno del Cielo. Xión cerró los ojos y apareció en

el gran espacio de la perla, donde Jasmine flotaba en el aire. La sangre que

entraba en la perla flotaba y fue hasta su boca. Jasmine bebió la sangre por

instinto.

Xión estaba dispuesto a darle la mitad de su sangre para que

Jasmine despertara, porque no tenía tiempo para esperar a que lo hiciera por su

cuenta. Sin embargo, cuando ya le había dado un litro de su sangre, Jasmine

despertó, por lo que él detuvo el suministro.

—Hola, soy Xión, el dueño de la Perla del Veneno Celestial,

con quien has hecho un pacto de sangre para mantener tu alma y purificar el

veneno de ella —se presentó Xión, indicándole que ya sabía todo y que no tenía

sentido fingir ignorancia o ser arrogante.

En la historia original, Jasmine había engañado a Yun Che y

forzado el trato, aunque le había dado muchas cosas valiosas, lo hizo desde una

posición de superioridad. A él eso no le servía, porque quería obtener lo que

necesitara en su momento, no cuando Jasmine lo considerara apropiado.

Jasmine dudó por un segundo, pero luego abrió los ojos,

descendió al suelo, ajustó la sábana que la cubría y lo miró con frialdad. Ella

limpió un pequeño rastro de sangre de su boca.

—Soy Jasmine, un ser más allá de tu imaginación. Será mejor

que no tengas ideas sobre lo que puedes obtener de mí por tu miserable ayuda

—sentenció con arrogancia. Luego frunció el ceño al ver que Xión la miraba

asombrado. Xión carraspeó incómodo.

—Mis disculpas, nunca había visto unos ojos como los tuyos

—se disculpó Xión incómodo—. Tampoco pretendo exigir mucho por mi ayuda. Un

método para recuperar mi capacidad de cultivar estaría bien. Si eres una diosa,

eso debería ser fácil para ti, ¿no? También me gustaría obtener algunas

habilidades de cultivo divinas y algunas otras pequeñas cosas.

»A cambio, pondré todo mi esfuerzo para ayudarte a

recuperarte, incluyendo mi sangre, y en el futuro, si puedes llegar a confiar

en mí, podemos ser amigos —ofreció Xión.

Jasmine, que era una adolescente de unos trece años, más baja

que la pequeña tía y de cuerpo esbelto, pero con la apariencia de un hada de

fantasía y el cabello escarlata como la sangre, pensó por un par de segundos.

—Tus venas profundas están dañadas, no hay nada que se pueda

hacer para recuperarlas sin acudir a un médico. Pero tengo un método disponible

—dijo alzando una mano y revelando una gota de sangre—. Este es el legado de un

dios de la creación, una existencia primordial conocida como el Dios Maligno… —Xión

levantó la mano.

—Sé quién es, la Perla del Veneno Celestial le pertenecía a

él en un principio. Era un dios elemental, también sé algunas otras cosas sobre

él —explicó Xión, y Jasmine lo miró con sorpresa.

—¿Has heredado algún legado de él? —preguntó sin esconder la

avaricia en su voz. Xión asintió, señalando su mano derecha.

—La Perla del Veneno Celestial, algunos conocimientos y la

mitad de una técnica divina que me convierte en un médico divino, el Milagro de

la Vida, creada por Li Suo. Sin embargo, no podrás usarlo, yo solo pude

dominarlo en el pasado cuando mi corazón era puro y no conocía el odio. Aun

así, si deseas intentarlo, puedes hacerlo. Si logras dominarlo, serás un médico

divino en cualquier plano de existencia —explicó Xión.

—¿Es un método de curación? —preguntó Jasmine algo

decepcionada. Xión negó con la cabeza.

—No, es una técnica de cultivo para dominar el poder de la

luz y tiene un gran efecto sobre los poderes oscuros y del caos —explicó Xión.

—Lo veré luego entonces —dijo Jasmine, no demasiado

interesada, y volvió a mostrarle la gota de sangre—. Esta es una gota de sangre

del Dios Maligno y contiene su legado. Si alguien la usa, obtendrá sus venas

profundas —explicó Jasmine—. Esto te dará un nuevo camino de cultivo, aunque el

dolor del proceso es atroz y podrías morir —advirtió con una sonrisa. Ella

intentaba probar su carácter.

—Gracias por tu preocupación, pero soy un médico divino.

Puedo anular el dolor, tanto de mi cuerpo como de mi alma, por eso tal cosa no

significa nada para mí —explicó Xión.

Yun Che no podía hacer esto porque no tenía los conocimientos

de anatomía de un mundo moderno ni los conocimientos del alma de un dios, pero

él sí los tenía, y tenía conceptos claros como genética, biología y anatomía.

Para alguien que podía controlar el flujo de energía en su cuerpo, bastaba con

hacer presión en el punto indicado y el dolor físico desaparecería.

Jasmine hizo una mueca, ella no estaba contenta con esto. Los

cultivadores tenían la firme creencia de que una persona fuerte debía ser

temeraria respecto al dolor.

Los poderes de Jasmine eran heredados, pero eso no la hacía

menos obstinada. Xión extendió la mano para tomar la gota de sangre y enviarla

fuera de la Perla del Veneno Celestial. Jasmine lo siguió mirando mal, era

evidente que en otras circunstancias ella jamás entregaría tal tesoro a una

persona que consideraba de carácter débil como él. Xión no dijo nada, hizo una

reverencia y se retiró.

Xión abrió los ojos y se apresuró a tocar la sangre del Dios

Maligno, que se fusionó con su cuerpo y comenzó el proceso de transformación.

Él anuló el dolor, lo que le permitió estudiar el proceso de cerca. Los

sentidos de un cultivador sobre su propio cuerpo eran elevados, y él planeaba

aprovechar al máximo esta ventaja.

El proceso de transformación fue fluido y duró algunos

minutos. Sus nuevas venas profundas eran increíbles en comparación con las de

otros cultivadores, ya que eran las venas profundas de un dios primordial. Y

esto solo era el principio, Xión sabía cómo podía mejorarlas aún más, por lo

que no perdió tiempo y abrió todos sus puntos profundos, lo que aumentaría su

velocidad de cultivo. También desbloqueó las siete puertas, conocidas como las

artes secretas del Dios Maligno.

Estas artes secretas del Dios Maligno, Berserk o siete

puertas, eran una creación suya junto a su esposa Jie Yuan, quien era el

emperador diablo. Aunque se definía como un aumento de poder cada vez que se

abría una puerta, no era exactamente eso. Estas artes secretas ya formaban

parte del poder del Dios Maligno, y las siete puertas eran sellos para contener

ese poder, ya que un cultivador simplemente estallaría si recibiera todo ese

poder de una vez. Xión tenía control sobre estas siete puertas y podía abrirlas

y cerrarlas a voluntad, una vez entrenara su cuerpo y pudiera utilizarlas.

El poder del Dios Maligno tenía una desventaja en comparación

con otros poderes heredados de dioses verdaderos: no era un poder heredado como

el de Jasmine y tendría que ser cultivado paso a paso. Sin embargo, tampoco

sería un avance común, y su velocidad de cultivo era asombrosa.

Yun Che pudo convertirse en un dios en pocos años, mientras

que a los cultivadores comunes, incluso con gran talento, les tomaba miles de

años. Este era el poder de un dios primordial. En cuanto a Xión, él no planeaba

perder el tiempo como lo hizo Yun Che, y sus células estaban en su cuerpo. Una

vez fueran alimentadas por la energía que los cultivadores llamaban energía del

cielo y la tierra, se multiplicarían y desarrollarían un cuerpo de dios para él.

Con esto, abrir las siete puertas no sería ningún problema…

Alguien se acercaba a su habitación, y Xión abrió los ojos.

Era evidente que era una cortesía, ya que con su nivel de cultivo no podría

sentirlos si no quisieran ser detectados. Unos segundos después, alguien tocó

la puerta.

—Adelante —dijo Xión. Chu Yuelin y Xia Qingyue entraron

primero, seguidas por una mujer aparentemente de entre treinta y cuarenta años

y otra de mediana edad con el cabello medio blanco.

—Xión, esta es nuestra maestra de secta, Gong Yuxian, y

nuestra gran maestra de secta, Feng Quianhui —presentó Chu Yueli al entrar. Xión

no se puso de pie, solo asintió e hizo un gesto para que se acercaran.

Si otra persona hiciera esto con las maestras de secta más

poderosas de este país, especialmente alguien de su edad, se consideraría

extremadamente irrespetuoso. Lo mínimo que debería hacer era un saludo formal y

una reverencia. Sin embargo, Xión no era un joven normal, era un médico divino

único en este continente y sería un gran apoyo para esta secta. Era la maestra

de esta secta quien debía mostrarle respeto. Ninguna de las cuatro mujeres

mostró señales de molestia, aunque tampoco afirmarían que era humilde, ya que

su arrogancia estaba en el nivel justo.

—Xión, la gran maestra de secta es una persona de gran

experiencia. Ella puede examinar tus venas profundas y ver si nuestra Nube

Congelada Asgard puede hacer algo por ti —ofreció Chu Yueli, aparentemente sin

confiar en su palabra de que podía curarse por sí mismo en cualquier momento.

—Chu Yueli, eso no será necesario. Como dije antes, soy un

médico divino y curar mis propias heridas no es nada para mí. Ya me he curado a

mí mismo —explicó Xión, ofreciendo su mano a Chu Yueli y a sus maestras de

secta para que comprobaran su estado. Las tres mujeres lucieron sorprendidas y

se apresuraron a verificar su estado.

—Un genio —murmuró la gran maestra de secta un segundo

después. Chu Yueli estaba tan conmocionada que no podía decir nada. La maestra

de secta la miró.

—Es imposible. Sus venas profundas eran irrecuperables —dijo

Chu Yuelin conmocionada. Xión sonrió.

—¿De qué te sirve fingir ser un médico divino? —preguntó

Jasmine desde la Perla del Veneno Celestial, aunque su voz sonaba en su mente.

—No finjo ser un médico divino, yo soy un médico divino, y

con los materiales adecuados, pude reparar mis venas profundas en cualquier

momento. El problema era que carecía de esos materiales y buscarlos por mi

cuenta podría traerme muchos problemas, ya que soy una persona buscada y debo

mantener un perfil bajo —explicó Xión.

—¿Quién te busca? —preguntó Jasmine con tono alarmado.

—Tranquila, solo son unos cultivadores de este reino, como

máximo del reino profundo soberano. No hay nada de qué preocuparse —explicó Xión.

Jasmine respiró aliviada.

—¿Has estado en el reino divino? —preguntó Jasmine.

—No, pero tengo algo de información, nada importante por

ahora —dijo Xión, volviendo su atención a las mujeres frente a él, quienes ya

se habían recuperado del shock.

La gran maestra de secta hizo una reverencia y Gong Yuxian,

Chu Yueli y Xia Qingyue se apresuraron a imitarla.

—Será un honor para mi Nube Congelada Asgard tenerlo como

anciano invitado. Por favor, diga sus condiciones —dijo la gran maestra de

secta. Xión asintió.

—Me cultivaré durante un mes antes de comenzar mi trabajo con

las integrantes de su secta —dijo Xión, y la maestra de secta asintió—. También

necesitaré algunos ingredientes, armaduras, espadas pesadas y un artefacto para

ocultar mi cultivo, mínimo de nivel emperador.

»Si tienen alguna receta en la que necesiten ayuda, pueden

proporcionarme los ingredientes y la receta, y yo les ayudaré a crearla. No

importa el nivel de la receta, soy un alquimista experto —dijo sacando una de

las píldoras de invisibilidad—. Esta es una de mis creaciones. Si la evalúan,

creo que estarán de acuerdo conmigo en que ningún alquimista en este país o en

alguna otra secta fuera de él podría hacer algo igual —dijo Xión. La gran

maestra de secta y la maestra de secta quedaron aturdidas nuevamente al

percibir la pureza absurda de la píldora.

—Xión, ¡farsante! Eso lo has hecho con la Perla del Veneno

Celestial —acusó Jasmine.

—La Perla del Veneno Celestial es parte de mi propio poder

—dijo Xión. En realidad, la Perla del Veneno Celestial era solo una pequeña cosa

para él, ya que si tuviera todo su poder, podría copiarla y crear muchas más,

pero ahora no podía alterar la realidad, por lo que estaba fuera de su alcance.

—¿No temes que estas mujeres te esclavicen o sospechen algo?

—preguntó Jasmine.

—Ya he calculado los riesgos, y no puedo perder mi tiempo

buscando recursos de cultivo por mi cuenta. Confía en mí, o al menos observa

los resultados —dijo Xión.

—Maestro Xión, puede darnos su lista de ingredientes. Los

conseguiremos de inmediato, y si tiene alguna otra petición, puede decírmela o

enviar a alguien por mí —dijo la gran maestra de secta, quien ya le había dado

un título, mientras le devolvía la píldora de invisibilidad. Xión asintió y

sacó papel y lápiz.

Cinco minutos después, entregó una larga lista de materiales

y la solicitud para artefactos, todos de bajo nivel, sin superar el grado

tierra. Esta era una secta de rango cielo, donde su cultivador más fuerte era

del reino profundo emperador. Para ellos, conseguir recursos de rango tierra ya

empezaba a ser algo difícil.

—Son recursos de bajo nivel, espero que no representen ningún

problema, tampoco los artefactos —dijo Xión entregando el papel a la maestra de

secta, quien se apresuró a leerlo y asintió.

—No habrá problema. En una hora entregaremos todo —dijo la

maestra de secta—. Chu Yueli se encargará de cualquier otra petición, ya que

Xia Qingyue estará ocupada con su cultivo —agregó. Xión asintió, pero la

maestra de secta parecía querer algo más, y Xión le hizo un gesto con la mano

para que hablara.

—¿Puedo preguntar quién es su maestro? —preguntó.

Lo que ella quería saber era por qué su maestro, quien debía

ser casi un ser divino para enseñarle todo lo que sabía, no se ocupaba de él.

—Mi maestro es un médico divino que ha dedicado su vida a

ayudar a las personas. Posee un poder único en este mundo. Sin embargo, él es

una persona pura y vive una vida humilde. Todo acto de violencia es inaceptable

para él.

»Antes, yo seguía esta filosofía de vida, pero ahora he

tomado la vida de innumerables personas, y hay muchas más a las que debo matar.

En mi búsqueda del poder, muchos serán pisoteados bajo mis pies. En este nuevo

camino, no miraré atrás, y una vida pacífica me está prohibida. Por eso, en

este momento, no poseo ningún respaldo, y sin duda, ustedes podrían apresarme y

robarme lo que poseo, pues mi maestro nunca les atacaría de ninguna forma,

aunque me torturaran o mataran.

»Además, les diré que poseo un artefacto divino que no

podrían conseguir, ni siquiera en manos de un cultivador de rango soberano

máximo. Aunque no tienen las calificaciones para usarlo, si lo toman, podrán

hacer milagros con él —concluyó Xión, respondiendo a su verdadera pregunta sin

dar rodeos y con un tono sereno.

Sin embargo, las cuatro mujeres estaban tensas, ya que Yun

Che había matado a millones de personas, y su aura asesina emanaba de él,

incomparable a cualquier cosa que estas mujeres hubieran visto antes. Chu Yueli

y Xia Qingyue dieron un paso atrás, y las maestras de secta solo pudieron

mantenerse firmes debido a su cultivo en el reino emperador. Hicieron una

reverencia.

—Maestro Xión, en mi secta Nube Congelada Asgard, respetamos

nuestra palabra y nuestro honor es incuestionable —dijo la gran maestra de

secta con los dientes apretados. Xión asintió, reprimiendo nuevamente su aura

asesina.

Para la gran maestra de secta, eso podía ser verdad, pero la

maestra de secta Gong Yuxian era ambiciosa y despiadada. Necesitaba ser

advertida seriamente sobre lo que sucedería si se atrevía a intentar jugar con

él.

—En cuanto a las armaduras pesadas y las espadas pesadas que

he pedido, espero que sean de la mejor calidad y lo más pesadas posible. Mi

cuerpo está en un estado muy debilitado y planeo fortalecerlo —explicó Xión. La

maestra de secta asintió y las tres mujeres se retiraron.

—¿Cuánta gente has matado para tener un aura tan aterradora?

—preguntó Jasmine, sorprendida.

—¿Aura? ¿Así lo llamas? —preguntó Xión—. No, esto no es un

aura. Es resentimiento y odio, fragmentos del alma de todos aquellos a quienes

he asesinado, que ahora están sobre mí, maldiciéndome constantemente con odio y

rencor por haberles arrebatado la vida. No es ningún aura, solo la marca maldita

de un asesino.

»Jasmine, puedo percibir la sed de sangre en ti, pero la

venganza y el odio solo consumirán el recuerdo de aquellos a quienes amaste y

no te darán ningún consuelo al final. Solo experimentarás dolor y desesperación

—explicó Xión.

—¿Acabas de decir que matarías a más personas? ¿No es tu

consejo algo hipócrita? —preguntó Jasmine.

—No mataré personas por venganza. Tengo una misión del Dios

Maligno y el Dios Ancestral que debo cumplir, ya que la existencia misma está

en grave peligro. Por eso la Diosa Ancestral te envió aquí con la sangre

inmortal del Dios Maligno para que me proporcionaras lo que necesitaba —explicó

Xión.

—¡Qué! —exclamó Jasmine—. ¡Explica! —reprendió. Xión asintió.

—Pronto, la existencia desaparecerá. La antigua guerra de los

dioses primordiales rompió y dañó las leyes de la realidad. El vacío es lo que

nos espera como consecuencia de esto, y es una calamidad que muchos han

previsto. Seguramente habrás oído hablar de ella o lo harás pronto cuando

regreses al reino divino, aunque nadie es consciente de lo que esta amenaza

realmente significa, excepto la Diosa Ancestral, el Dios Maligno antes de

morir, yo y ahora tú.

»El poder actual de los cultivadores en el reino divino es

insignificante, ni siquiera hay dioses verdaderos, y el poder necesario para

detener esta calamidad está más allá de lo que la misma Diosa Ancestral podría

detener incluso si usara todo su antiguo poder.

»Dado esto, ella ha decidido no utilizar su propio poder y ha

ideado otro plan, utilizando al Dios Maligno, quien en su vida investigó cómo

superar e incluso unir los poderes primordiales para superar a la Diosa

Ancestral.

»Para lograr el objetivo de traer este poder de vuelta a

nuestro universo, ella ha utilizado un tesoro para alterar la realidad y

traerte a este lugar con el legado de sangre del Dios Maligno. También me ha

creado un sustituto, para cargar con todo el peso del karma en mi lugar y

permitirme un camino libre del peso del destino —explicó Xión.

—¡Bastardo, me engañaste! —sentenció Jasmine con indignación.

Xión sonrió amargamente.

—Oye, este no es mi plan y no tengo absolutamente nada que

ver con él. Solo soy una pieza más, al igual que tú, aunque debo admitir que

obtendré los máximos beneficios. Tú tampoco te quedarás sin beneficios, ya que

a cambio de un cuerpo que es fácil de recuperar para cualquier maestro divino,

especialmente si posee un poder heredado, tendrás la oportunidad de unir tu

destino al ser más poderoso de este universo en el futuro.

»Si juegas bien tus cartas, te convertirás en una entidad que

superará el reino divino en el reino de los dioses una vez que me recupere

—dijo Xión—. En realidad, la única persona que ha salido mal en este asunto es

mi escudo de karma. Ella fue creada específicamente para soportar las

desgracias en mi camino en lugar de mí, por lo que no me siento cómodo

arriesgándome a traer más desgracias sobre mí —explicó Xión.

—¿Quién es esa persona? —preguntó Jasmine.

—¿No la reconociste cuando la viste? Ella necesita tener un

potencial enorme para ser un escudo de karma eficiente —dijo Xión.

—La chica —dijo Jasmine—. Conoces su talento —añadió.

—Por supuesto, he tenido conocimiento de los planes de la

Diosa Ancestral y ella formaba parte de ese conocimiento. Posee el cuerpo de

los Nueve Exquisitos y el Corazón de Jade Esmaltado, un talento único en el

universo. Algo así solo es posible si alguien lo hizo a propósito —concluyó Xión.

—¿Por qué me estás contando todo esto? —preguntó Jasmine.

—No quiero que pierdas la esperanza y mueras creyendo que no

tienes un camino en la vida. Aunque no lo creas, eso no me haría sentir bien.

—¿Ya me conocías? —preguntó Jasmine con cierta alarma.

—No, nunca nos habíamos visto antes —dijo Xión sinceramente.

—¡Eres un bastardo, no te creo nada! —gruñó Jasmine.

—No puedo decirte más —dijo Xión. Jasmine gruñó. Golpeó el

suelo dentro del espacio de la Perla del Veneno Celestial. Xión suspiró,

seguramente ella lo estaba maldiciendo por engañarla con la sangre del Dios

Maligno.

Unos minutos después, Chu Yueli regresó con todas las cosas

que había pedido y un poco más, guardadas en un anillo espacial. Ya no le

miraba con respeto, sino con cautela y temor, cuidándose de cada uno de sus

movimientos como si estuviera tratando con una criatura peligrosa.

—Estas mujeres son fáciles de intimidar. Si fuera yo, ya te

habría partido en dos para averiguar qué llevas, por atreverte a amenazarme

—bufó Jasmine, amenazándolo de forma sutil, lo que indicaba que ella también se

sentía intimidada y en peligro.

—¡Nunca te haría daño! —dijo Xión sinceramente, y Jasmine se

puso tensa en el mundo de la perla, lo que hizo que Xión comprendiera que había

hablado demasiado y sus sentimientos se habían filtrado en sus palabras. Fingió

no darse cuenta y se centró en Chu Yueli, quien le llevó a un ala completa que

estaría a su disposición.

No había estudiantes u otros miembros de la secta por allí,

lo que significaba que estaría aislado. A Xión no le importó y comenzó a

trabajar tan pronto como Chu Yueli se fue.

Xión creó un pozo de hierbas curativas y también píldoras

para aumentar su cultivo. Luego se puso un uniforme blanco, más elegante y

apropiado que su ropa actual, y utilizó una armadura y una espada pesada de

primer nivel del reino profundo elemental para comenzar su práctica. Sabía que,

para avanzar en el cultivo con las venas del Dios Maligno, fortalecer su cuerpo

era muy importante, incluso más que la técnica de cultivo que utilizara.

En ese momento, se encontraba en el nivel más básico de

cultivación, en cero, y debía atravesar las etapas primarias del reino

profundo, que incluían la etapa elemental, naciente, verdad, espiritual, tierra

y, finalmente, cielo. Cada una de estas etapas se dividía en diez rangos. La

etapa inicial y más básica era el reino elemental, que debía superar para

practicar algunas técnicas que Jasmine poseía y que serían de gran utilidad

para el cultivo del cuerpo.

 

 

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