La presentación de Carlos sobre el futuro a largo plazo de la Base Umbrella resonó profundamente en Miguel, Lucía y Elena. Durante el resto del día, la noticia se extendió al resto del equipo. Daniel y Alejandro, al regresar de una patrulla de reconocimiento rutinaria, fueron informados por Miguel. Ana, Javier, Marcos y Teresa escucharon de Lucía y Elena durante sus respectivas tareas y entrenamientos.
La reacción inicial fue de asombro. La idea de una base con capacidad para cientos de personas, con sectores especializados y tecnología avanzada, parecía sacada de una fantasía, especialmente considerando que apenas llevaban una semana en Gaia. Sin embargo, a medida que asimilaban la visión de Carlos, el asombro dio paso a una renovada determinación.
—¿Trescientos? ¿Quinientos? —Marcos, el más joven del grupo, dejó escapar un silbido mientras practicaba paradas con su lanza bajo la supervisión de Miguel—. Eso es... enorme. ¿Realmente crees que podemos lograrlo, Comandante?
Miguel detuvo el ejercicio y miró a su pequeño grupo de aprendices. —Carlos no es un hombre que hable por hablar. Su planificación nos ha mantenido vivos y nos ha permitido progresar hasta ahora. Si él cree que es posible, entonces nuestro deber es trabajar para hacerlo realidad. Cada árbol que talen, cada mineral que extraigan, cada habilidad que dominen, es un ladrillo en esa futura fortaleza.
Ana, que estaba practicando con su daga, asintió pensativamente. —Tiene sentido. Si solo nos enfocamos en sobrevivir día a día, siempre estaremos al límite. Necesitamos un objetivo mayor para crecer de verdad.
En la enfermería, Lucía explicaba a Teresa cómo catalogar las propiedades de una nueva planta que habían encontrado. —Imagina, Teresa, un Sector de Bienestar con múltiples médicos, investigadores, incluso psicólogos para ayudar a la gente a adaptarse a Gaia. Podríamos erradicar enfermedades, mejorar la calidad de vida de cientos. Ese es el tipo de futuro por el que vale la pena esforzarse.
Elena, en la Sastrería, mostraba a Javier cómo reforzar las costuras de un prototipo de chaleco táctico usando Fibra Textil Avanzada. —Si vamos a tener una base de ese tamaño, necesitaremos equipar a mucha gente. No solo ropa, sino equipo especializado para cada rol. Mi Sastrería Nivel 3 podría tener módulos para crear desde uniformes de trabajo hasta trajes de sigilo para los espías que Carlos mencionó. ¡Las posibilidades son infinitas!
La ambición de Carlos se había vuelto contagiosa. Ya no eran solo un puñado de supervivientes; eran los cimientos de algo mucho más grande. Esta nueva perspectiva infundió un nuevo vigor en sus tareas diarias. La recolección de recursos no era solo para la próxima mejora, sino para el futuro lejano. El entrenamiento no era solo para la próxima bestia, sino para la defensa de una comunidad.
Al día siguiente, Carlos reunió a todo el equipo en la Sala de Control.
—Ayer les presenté una visión a largo plazo —comenzó—. Hoy, comenzamos a dar los primeros pasos concretos hacia ella, sin descuidar nuestras necesidades inmediatas. Para alcanzar el Nivel 3 de los Dormitorios, que es la clave para nuestra expansión de personal, necesitamos varios recursos nuevos. El primero en nuestra lista será la **Madera Resistente Avanzada**.
Señaló un área en el mapa holográfico, a unos 8 kilómetros al sureste de la base, más allá de las zonas que habían explorado hasta ahora. —El Sistema ha identificado un antiguo bosque de Árboles Férreos en esta región. Según los datos del Cristal de Conocimiento, la madera de estos árboles es excepcionalmente densa y resistente, y podría clasificar como Madera Resistente Avanzada. También es probable que sea un área con fauna más peligrosa.
—Una expedición de 16 kilómetros ida y vuelta, más el tiempo de tala y posibles enfrentamientos, será una misión de día completo, quizás incluso requiera acampar —observó Miguel, su mente ya calculando la logística.
—Correcto —asintió Carlos—. Por eso, el equipo de expedición será más grande y mejor preparado. Miguel, tú liderarás. Lleva contigo a Daniel, Alejandro, Ana y Javier. Cinco personas. Necesitarán raciones para dos días, equipo de acampada básico que Elena ha estado desarrollando, y el mejor armamento que tengamos.
—¿Y qué hay de la base? —preguntó Lucía.
—Tú quedarás a cargo, Lucía —respondió Carlos—. Con Elena, Marcos y Teresa. Tu prioridad será continuar con la investigación médica y la producción de Elena. Marcos y Teresa pueden ayudarte con la vigilancia y el mantenimiento, y continuar su entrenamiento básico en la base. Yo me quedaré aquí para coordinar y seguir trabajando en la planificación detallada de las sub-mejoras de cada sector.
Elena intervino. —He terminado los primeros prototipos de mochilas de expedición más grandes y ligeras, y algunos ponchos impermeables con la Tela Avanzada. Deberían ser útiles.
—Excelente, Elena. Que el equipo de expedición los pruebe —dijo Carlos.
La preparación para la expedición tomó varias horas. Las nuevas mochilas eran notablemente más cómodas y con mayor capacidad. Los ponchos, hechos de un tejido oscuro y flexible, prometían protección contra las inesperadas lluvias de Gaia. Miguel revisó cada pieza del equipo, asegurándose de que las armas estuvieran afiladas y los suministros completos.
Al amanecer del séptimo día, el equipo de expedición partió. Carlos, Lucía, Elena, Marcos y Teresa los despidieron desde la entrada de la base, una mezcla de esperanza y preocupación en sus corazones.
—Sistema —dijo Carlos una vez que el equipo se perdió de vista en el bosque—, muéstrame las proyecciones para la mejora del Laboratorio a Nivel 2. Necesitaremos científicos pronto si queremos procesar materiales más complejos o investigar tecnologías nuevas.
**[Laboratorio Nivel 2. Requisitos: 8 Núcleos de Energía de Baja Calidad, 15 Metal Refinado, 10 Componentes Electrónicos Avanzados, 1 Cristal de Metodología Científica. Desbloquea: Estaciones de trabajo mejoradas, capacidad de análisis de muestras complejas, módulo de investigación alquímica básica, y la capacidad de crear Humanoides Científicos (si se poseen los recursos específicos para su creación).]**
—Componentes Electrónicos Avanzados, Cristal de Metodología Científica... —murmuró Carlos—. Más elementos para la lista. Lucía, tu investigación sobre plantas medicinales, ¿ha revelado algo sobre componentes que puedan ser útiles para la alquimia o la electrónica básica? A veces la naturaleza tiene soluciones inesperadas.
Lucía, que estaba revisando sus notas holográficas, levantó la vista. —Hay algunas resinas de árboles y cristales minerales que, según los textos antiguos, tienen propiedades conductoras o catalíticas. Podríamos investigarlos una vez que tengamos un laboratorio mejor equipado o un científico. Por ahora, me estoy centrando en los compuestos curativos. He logrado aislar un potente analgésico de la raíz de una planta llamada *Luna Silente*.
—Eso es un gran avance, Lucía —la felicitó Carlos—. Sigue así. Elena, ¿cómo va el desarrollo de armaduras ligeras con las escamas de Hexápodo?
Elena, desde la Sastrería, respondió a través del comunicador interno. —Estoy trabajando en un diseño que intercala las escamas entre capas de Tela Avanzada. Es flexible pero ofrece buena protección contra cortes y perforaciones. Miguel se llevó un prototipo de brazales para probar.
Los días en la base, incluso sin una expedición mayor en curso, estaban llenos de un trabajo constante y enfocado. Marcos y Teresa se dedicaban a sus tareas con una nueva seriedad, entendiendo que su contribución, por pequeña que pareciera, era parte de un plan mayor.
Mientras tanto, el equipo de expedición avanzaba con cautela hacia el sureste. El terreno se volvía más accidentado y la vegetación más densa y oscura a medida que se alejaban de las rutas conocidas. Alejandro, con sus sentidos aguzados, detectó varias criaturas antes de que pudieran emboscarlos, permitiendo al grupo evitarlas o prepararse para el combate.
Encontraron una manada de una nueva especie de depredador reptiliano, los "Garra Rápida", ágiles y con garras como cuchillas. La lucha fue intensa, y Ana recibió un corte superficial en el brazo, pero la disciplina táctica de Miguel y la coordinación del equipo prevalecieron. La experiencia de combate de Javier había aumentado notablemente, y ahora luchaba con más confianza junto a Daniel.
Después de casi ocho horas de marcha, con el sol comenzando a descender, llegaron al borde del antiguo bosque de Árboles Férreos. Los árboles eran colosales, sus troncos de un gris oscuro casi metálico, y sus hojas coriáceas de un verde tan profundo que parecía negro. El aire aquí era más frío, y un silencio ominoso envolvía el lugar.
—Impresionantes —murmuró Daniel, observando la enormidad de los árboles—. Talarlos no será fácil.
—Montaremos el campamento aquí, en el borde —decidió Miguel—. Mañana temprano comenzaremos la tala. Mantendremos guardias por turnos. Este lugar no me da buena espina.
Mientras montaban el pequeño campamento y preparaban una comida fría, Ana atendió su herida con un ungüento que Lucía le había preparado. La eficacia del analgésico de la *Luna Silente* fue inmediata.
—Lucía es increíble —dijo Ana con gratitud.
La primera noche en el bosque de Árboles Férreos fue tensa. Sonidos extraños resonaban entre los gigantescos troncos, y los ojos brillantes de criaturas desconocidas los observaban desde la oscuridad. Pero las guardias se mantuvieron firmes, y el nuevo equipamiento de acampada demostró ser eficaz contra el frío de la noche.
La visión de Carlos no solo les había dado un objetivo; les había dado la fuerza para enfrentar desafíos mayores, sabiendo que cada paso, por peligroso que fuera, los acercaba a un futuro que ellos mismos estaban construyendo. La búsqueda de la Madera Resistente Avanzada era solo el comienzo de una nueva fase en su aventura en Gaia.
