LightReader

Chapter 13 - Ino y Sasuke

El olor del desinfectante impregnaba la habitación.

Sasuke Uchiha despertó lentamente, con la garganta seca y la cabeza pesada, como si hubiera estado hundido en un mar espeso y oscuro durante días.

El techo blanco del hospital fue lo primero que vio.

Parpadeó.

Un dolor sordo atravesó su pecho antes incluso de que los recuerdos regresaran.

El silencio era extraño.

Demasiado limpio.

Demasiado vacío.

Intentó incorporarse, pero su cuerpo se negó a obedecerle.

Fue entonces cuando escuchó una respiración suave a su lado.

Giró la cabeza.

Sentada junto a la cama, con la espalda recta y las manos apretadas sobre su falda, estaba Yamanaka Ino. Sus ojos estaban ligeramente hinchados, pero no lloraba. Al verlo moverse, se levantó de inmediato.

—Sasuke-kun…

Su voz era baja, cuidadosa, como si temiera que una palabra de más pudiera romperlo.

Sasuke la observó sin expresión.

Su mente aún estaba confusa, pero una sensación fría comenzó a expandirse lentamente por su pecho.

—¿Dónde…?

—Estás en el hospital —respondió Ino enseguida—. Dormiste mucho tiempo.

Sasuke cerró los ojos.

Las imágenes regresaron como cuchillas.

El distrito Uchiha cubierto de sangre.

Los cuerpos inmóviles.

El rostro de su madre.

La espalda de su padre.

Y, por encima de todo…

Itachi.

Sus dedos se crisparon.

Un temblor recorrió su cuerpo, pero Sasuke apretó los dientes, forzándose a no emitir sonido alguno.

Ino lo notó.

Se acercó un poco más, sin tocarlo, pero lo suficientemente cerca como para que su presencia se sintiera.

—No tienes que hablar si no quieres —dijo con suavidad—. Yo… puedo quedarme.

Sasuke abrió los ojos.

Su mirada era oscura, profunda, pero sorprendentemente estable.

—¿Cuántos…? —preguntó finalmente.

Ino dudó un instante antes de responder.

—Todos.

La palabra cayó como una losa.

Sasuke sintió algo romperse en su interior… pero no explotó.

No gritó.

No lloró.

El odio no estalló.

Se compactó.

Como carbón comprimido bajo una presión insoportable.

Su respiración se volvió lenta, forzada, pero controlada.

—¿Y él? —preguntó.

Ino sabía exactamente a quién se refería.

—Itachi… se fue.

Silencio.

Sasuke miró al techo durante largos segundos.

En su mente, la voz de Itachi resonaba una y otra vez, como una maldición eterna.

Eres débil.

Ódiame.

Vive para odiarme.

Los ojos de Sasuke ardieron.

Ino lo notó.

Por primera vez, rompió la distancia y tomó con cuidado su mano.

El contacto fue torpe, tembloroso, pero real.

Sasuke no la apartó.

—Sasuke-kun —dijo ella, tragando saliva—. No sé qué decir para que duela menos… pero no estás solo.

Él cerró los ojos.

Durante un breve instante, la presión en su pecho cedió.

No porque el dolor desapareciera…

sino porque alguien lo estaba compartiendo, aunque fuera un poco.

—No voy a llorar —murmuró Sasuke.

—No tienes que hacerlo —respondió Ino.

—No voy a romperme.

Ino apretó su mano.

—Entonces… yo me quedaré aquí —dijo—. Hasta que no quieras estar solo.

Sasuke respiró hondo.

Dentro de él, el odio seguía creciendo, pero ahora tenía forma.

Un objetivo.

Un camino.

No era un incendio descontrolado.

Era una llama afilada.

—Voy a matar a Itachi —dijo finalmente, con voz baja, firme—. Pero no hoy.

Ino no respondió.

Solo asintió, sin soltar su mano.

Y por primera vez desde aquella noche sangrienta…

Sasuke Uchiha no estaba completamente solo.

More Chapters