Ya había pasado un mes desde que reencarné en este maldito lugar —pensé mientras estaba apoyado en la pared rocosa del piso 6—.
Estos monstruos ya son como los de los demás pisos, ya no me aumentan nada de fuerza y tampoco me ayudan en mi monstruificación.
Lo bueno es que he aprovechado bien este mes entrenando nuevas habilidades, mejorando las antiguas y puliendo mi experiencia en batalla.
Durante la primera semana me di cuenta de que cada vez que usaba la cueva sentía que una energía única rodeaba mi mano cuando abría el portal. Después de esa detección intenté usarla a voluntad. Al principio costó, porque era difícil percibirla, pero al final lo conseguí. Tras la primera vez, el control fue más fácil porque noté que esa energía espacial venía de mi habilidad espacial. Además, también mejoré mis instintos y experiencia peleando contra monstruos usando solo mi propia fuerza, sin apoyarme en habilidades de detección como el Mundo Transparente o la Aguja de Brújula. Al principio fue difícil, pero pronto mi cuerpo se acostumbró a esquivar por instinto y mis sentidos, por fin, despertaron. Fue una sensación refrescante, como si hubiera estado ciego y ahora pudiera ver de verdad.
Durante la segunda semana creé una habilidad muy poderosa a la que llamé Corte Espacial. Este corte no salía de mi mano, sino que aparecía en el espacio exacto que quería cortar, destruyendo todo lo que estuviera en esa zona. El poder del ataque me asustó porque, la primera vez que lo usé contra un monstruo, no solo lo eliminé a él, sino también todo lo que lo rodeaba. En el piso se abrió una grieta enorme que conectaba con el piso superior e inferior. Lo bueno es que no quise cortar todo el espacio que ocupaba ese monstruo, sino solo el que lo rodeaba. Si hubiera hecho lo contrario, quizás habría creado una grieta que atravesaría hasta el último piso o, peor, habría cortado el mismo planeta. Después de ese momento juré usarlo solo para cortar directamente al enemigo o un área muy reducida, pues si no sería un desastre catastrófico.
Después de ese incidente noté que mi unión con esa energía se hacía casi absoluta. Gracias a eso, empecé a sentir algo extraño dentro de mí. Al principio no le di importancia, pensando que era solo una ilusión provocada por la adrenalina tras crear dicho ataque, pero la sensación no desapareció con el tiempo, al contrario: se fortalecía mientras seguía comiendo monstruos que cada vez me mejoraban menos. También descubrí que los monstruos jefes solo podían mejorarme una vez; lo comprobé cuando intenté matar a la Hidra otra vez y, al devorarla, no pasó absolutamente nada.
En cuanto a esa sensación… me di cuenta de que era una energía primordial que se encontraba dentro de mi corazón. Tras mucho debatirme, llegué a la conclusión de que podría tratarse de mi alma.
Lo que más me sorprendió era la energía que sentía que emanaba de ella. Pensé que, si lograba unirla con mi maná, podría potenciarla. Lo único que tenía que hacer era conectarla con mi corazón, ya que también noté que mi conexión salía de ahí. Así que empecé a trazar un plan usando la energía espacial. Lo primero que intenté fue fusionar la energía espacial de mi habilidad con mi núcleo de maná (como terminé llamando a mi corazón por comodidad). Sabía que, si cometía un error, pasaría algo terrible, porque mi alma no se sentía como algo sólido, sino más bien como una llama inagotable de energía… pero también sumamente peligrosa.
Cuando por fin reuní el valor para fusionar la energía espacial con mi núcleo de maná, sucedió algo aterrador. Tan pronto como la energía espacial tocó mi núcleo, sentí que casi explotaba, pero mi regeneración lo curó rápidamente. Aun así, noté que mi núcleo era más fuerte y mi maná se había potenciado, como si hubiese mutado tras absorber un poco de esa energía. No me detuve. Rápidamente envié más energía espacial a mi núcleo en oleadas enormes. El dolor fue insoportable: notaba cómo mi corazón explotaba y se volvía a formar una y otra vez, cada vez más fuerte, absorbiendo más energía. Eso hizo que mi conexión con ella creciera, permitiendo que aún más energía llegara a mi corazón.
La mutación fue tanta que incluso mis venas y arterias comenzaron a cambiar. Sentía cómo el maná y la energía espacial circulaban por ellas, destruyendo mi cuerpo y reformándolo a una velocidad exagerada. Solo di gracias de que mi regeneración fuera tan desmesurada. Después de dos horas, por fin la fusión terminó. Ahora, la energía espacial que antes notaba a mi alrededor cuando usaba la habilidad, estaba completamente fusionada conmigo, y podía usarla a voluntad.
Después de unos días entrenando con mi nuevo maná espacial, creé nuevas habilidades:
Portales que podía abrir desgarrando el espacio con mis manos hacia lugares donde ya había estado.
Envolver mi maná espacial en los golpes, lo que no solo los potenciaba, sino que además rompía el espacio alrededor del impacto, causando un daño interno devastador.
Por fin llegó el gran día, dos días después de ese entrenamiento especial con mi nuevo maná. Hoy intentaría fusionar mi energía espiritual con mi núcleo de maná.
Primero me concentré en mi energía espiritual. Cuando por fin la detecté, empecé a enviar mi maná hacia ella. En el momento en que se conectaron, comenzó a tirar de la energía. Cada vez tuve que forzar más la conexión hasta que conseguí separar una parte de mi alma, exactamente un cuarto de ella, y la absorbí. En ese instante, mi cuerpo empezó a convulsionarse; sangraba por todos los orificios, mientras mi maná se desbordaba y cambiaba a un color púrpura con destellos brillantes. Al final terminé desmayándome.
Cuando desperté, di gracias a mi regeneración por haberme mantenido con vida. Y mientras pensaba en lo sucedido, una pantalla apareció frente a mis ojos con un destello. Lo que más me sorprendió fue lo que me mostró mi estado:
Estado del anfitrión
Nombre: Karl ReusRaza: SemihumanoNivel: 5
Fuerza: S - 900Resistencia: S - 900Destreza: S - 900Agilidad: S - 900Magia: S - 900
Habilidades:
Regeneración Súper Rápida – Ex
Evolución Infinita – Ex
Resistencia Absoluta – Ex
Mundo Transparente – S
Resistencia al Dolor – EX
Maestro de Artes Marciales – SS → SSS
Cazador – D → A
Cuerpo de Maná – Ex
Mostrificación – S+ → [Fase 1, Fase 2, Bloqueado]
Guarida del Monstruo – Ex
Manipulación Espacial – Ex
[Alma Monstruosa: Devastación] – S+ [Fase 1: Control básico de maná-alma → refuerza el cuerpo más allá del límite humano, Bloqueado] [Pasiva]
Magia:
Aguja de Brújula (sin canto)
Ocho Puertas Internas (sin canto)
Corte Espacial (sin canto)
—Así que por eso me siento tan fuerte —pensé, analizando mis estadísticas—. Es gracias a esa habilidad pasiva que, supongo, se creó por la fusión de mi maná con mi energía espiritual.
Ahora que lo noto, mi maná, además de ser más fuerte, es de un color diferente: un púrpura brillante que rodea mi mano. Ja, me gusta más este tono… debe ser por consumir tantos monstruos.
—Bueno… continuemos con la recapitulación.
Continuará…