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Si me acuerdo bien, su Ventana de Estado antes de su segundo despertar —y al principio de la historia— era algo así...
Selaris, la Testigo de los Hilos.
Su nombre venía de “celar” (posesión, control) y “aris” (aire, elegancia).
Una combinación tan perfecta que parecía diseñada para gobernar desde las sombras.
Era prácticamente una diosa en construcción, con puntajes absurdos incluso antes de romper el sistema.
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Potencial:
Intelecto: 9. Más allá de la lógica común. En la novela ni siquiera había desbloqueado todo, y ya jugaba con los eventos como si fueran piezas de ajedrez.
Carisma: 8. Cada movimiento suyo exigía atención… o sumisión. No seducía: dominaba.
Egoísmo: 8. Siempre elegía por ella, y lo peor era que nunca parecía malvada. Podía prender fuego a un pueblo entero sin siquiera pestañear. Un monstruo frío, perfecto, encantador.
Físico: 7. Aún sin despertar completamente. Había teorías: ¿Físico del Viento? ¿Del Éter? Nada confirmado. Solo su aura… y sus huellas.
Divinidad: 2. Sin contacto con dioses. Atea por convicción. Ella no creía en nada fuera de sí misma.
Concepto del Nombre: 9.
"Selaris" no era solo un nombre. Era una sentencia.
Una que ata, que observa, que posee con obsesión. Todo en ella era atadura.
Y eso es lo que más me preocupa.
¿Me dejaría vivir si se enterara de mi existencia?
Con lo paranoica que es… no creo que permitiera que una anomalía como yo arruine sus planes.
Afinidad: 8.
Fuego Estelar. Una de las más raras y destructivas.
Pero no era suficiente para ese monstruo.
Según los archivos, también tenía una segunda afinidad: el Vacío.
Una que solo se obtenía por exposición directa al Arrastre, una fuerza inhumana que corrompe todo lo que toca.
Nadie sabe cómo la obtuvo. Ni siquiera el autor se atrevió a explicarlo.
Aura: 8. Forja del Sol. Simple, estable… y devastadora.
Artefactos: 7.
Lamentos que resonaban con ella.
Un espejo que no mostraba reflejos.
Un hilo que no se rompía.
Una corona rota.
Herencias de su difunto abuelo, según la novela. Aunque claro, el autor prefirió meter romances de mierda en vez de explorar ese pasado. Maldito inútil…
Linaje: Ninguno que mostrará hasta donde leí. Si un misterio.
Habilidad Innata: 9.
Y aquí es donde todo se va al carajo.
Yo no tengo ninguna habilidad. Porque son raras. Verdaderamente raras.
Y sin embargo, ella tenía cuatro.
Y no eran habilidades menores, no.
Eran anomalías. Regalos que parecían robados a los dioses.
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La primera:
Hilo del Juicio.
Una maldita maravilla.
Le permitía manifestar y combinar conceptos del espectro emocional, para leer y manipular a su objetivo a través de los lazos invisibles que los sentimientos dejan atrás.
Culpa, deseo, odio, amor, arrepentimiento… todo se convertía en hilos. Y ella los reconocía al tacto.
Por ejemplo, podía invocar los Hilos de la Culpa, y hacer que su víctima se desplomara bajo el peso de sus errores.
O los Hilos del Afecto, que generaban cercanía emocional hasta con enemigos.
Y lo peor es que no necesitaba mentir. Solo encontrar el nudo emocional correcto… y el alma se abría sola, como si suplicara ser comprendida… o juzgada.
Porque esa era la verdad de su poder:
El juicio no era castigo. Era una sentencia tejida con lo que ya eras por dentro.
Lo admito: esa habilidad me gustaba. Siempre le dejaba salirse con la suya…
Pero también es la que más miedo me da.
Si llegara a enfocarla en el concepto correcto, descubriría que no pertenezco a este mundo.
Aunque claro, un poder así no viene sin costo.
Cada vez que invoca un hilo, una fracción del concepto regresa a ella.
Culpa, odio, rabia… todo eso la erosiona lentamente.
Una bomba de tiempo.
La segunda:
Cadenas de Seda.
Más simple, pero igual de útil.
Le permitía ver los hilos que unen a las personas... o los que las encadenan.
Vínculos afectivos, juramentos, lealtades, posesiones. Todo era visible para ella.
Con ello puede rastrear o romper esos vínculos, poderosa por derecho propio.
La tercera:
Ojo del Tejedor.
A mi parecer… esta es una de las trampas más grandes en todo su arsenal.
Porque, a simple vista, parece inofensiva. Simple. Pero es justo eso lo que la hace tan peligrosa.
Por ejemplo su uso mas práctico era el ver el hilo de la intención, ver la trayectoria del siguiente, el bloqueo, la estocada.
Todo quedaba expuesto a su vista.
Pero la intención abarca demasiado, por ejemplo.
La habilidad también le permite ver la Ventana de Estado de cualquier persona.
Veía atraves de la intención del mundo lo cual requeria una concentración mayor obligándola a mantener la mirada fija en su objetivo durante diez segundos continuos. Diez segundos que, en manos de alguien como ella, son más que suficientes para desarmarte por completo.
Y no hablamos solo de ver tu Intelecto, Carisma o Afinidad…
No. Selaris podía ver tu Potencial. Tu Concepto del Nombre. Tu divinidad.
Podía saber de inmediato si eras un peón… o una amenaza.
Y peor aún: esa mirada era invisible. No quemaba, no pesaba, no se sentía como una intromisión. Solo parecía que te estaba observando con curiosidad, o con esa sonrisa suya que nunca sabías si era genuina o parte del juego.
Pero cuando terminaba de mirar…
Ya sabías que estabas en desventaja.
Porque ella lo había visto todo.
La cuarta:
Lazo del Significado Verdadero.
Esta era la más peligrosa.
Al conocer el significado profundo de un nombre, podía atar la voluntad del objetivo hacia el portador, mediante un lazo invisible e irrompible.
Una atadura total del alma. Una esclavitud sin cadenas.
Pero tenía una restricción:
Solo un vínculo activo. 1/1.
Y si quería liberarlo… tenía que pagar un precio.
Un recuerdo, una emoción, parte de su alma, o su identidad.
Siempre que revisé la novela, ese espacio estaba disponible.
Y tengo miedo que si nos llegamos a cruzar, este espacio sea reservado para mí.
Después de todo… yo tengo algo que no existe en este mundo... conocimiento del futuro. Algo que por estraño que parezca, no existía en la novela como tal, después de todo inclusive los que estarían más cerca de tener conocimiento del futuro son solo los profetas de las antiguas iglesias, pero ellos solo pueden dar profecías vagas, porque conocer el futuro tiene un costo y muy pocos están pueden pagar por ello...
Por suerte, las habilidades no podían usarse sin descanso.
Cada invocación consumía energía vital —éter, como se le llama.
Si se usaban en exceso, la fuente se dañaba.
Sangrados, vómito de sangre, visión borrosa, debilidad.
La muerte, si se forzaba demasiado.
Pero lo más inquietante:
Estas habilidades eran ajenas al Despertar, al Arrastre o a cualquier fuerza de este mundo.
Nadie sabe de dónde vienen.
Nadie puede replicarlas.
Solo aparecen… en los malditos elegidos.
Por ello Selaris era una tormenta.
Una fuerza contenida en un cuerpo elegante.
Una testigo pasiva… con el poder de destruir reinos.
Y a su lado, yo era una broma.
Un cadáver reciclado.
Sin margen para crecer.
Sin habilidad.
Sin historia.
Y eso fue antes de su segundo Despertar.
Después de eso, solo sería un mounstro que solo sería superado por moustros más viejos.
Y realmente uo no creo pueder competir con eso.
Pero tampoco pienso arrodillarme.
Voy a encontrar una forma.
Aunque me cueste todo.
Aunque tenga que convertirme en algo peor que el protagonista.
Porque si algo me quedó claro del cadáver anterior que ocupó este cuerpo es esto:
La esperanza no basta.
El mundo no te debe nada.
Y si quiero cambiar algo… tendré que romperlo todo primero.
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—Fin de la entrada—
El resplandor verde se desvaneció.
E-34 parpadeó, desorientado. La cueva seguía igual: piedra fría, humedad, silencio. Pero por dentro, todo había cambiado.
Sentía un temblor interno, como si esas palabras le hubieran desgarrado el alma.
Cerró los ojos.
La voz de Nozomi —seca, rota, furiosa— seguía vibrando en su mente.
<<¿Este es el mundo al que desperté?>> <<¿Un mundo donde el valor está encadenado al potencial… y el fracaso no tiene perdón?>>
Recordó sus propias visiones. Las muertes. Los errores. La desesperación de no saber.
<<¿También estare roto?>> <<¿Y si solo soy un desecho… una pieza usada para entretener a lectores invisibles?>>
Apretó los puños. La piedra se le clavó en la palma.
Pero algo se encendía bajo su pecho. Algo nuevo. Como fuego… pero más denso. Más feroz.
<
Levantó la mirada hacia el cuaderno.
Y por primera vez… no como un lector, sino como un igual.
< Entonces yo haré lo mismo. A mi forma. A mi ritmo. Aunque el mundo me ignore. Aunque nadie me quiera. Aunque esté solo.>>
La siguiente página comenzó a temblar.
La luz verde regresó.
Y E-34 no dudó.
Cerró los ojos…
Y se arrojó de nuevo al abismo de memorias.
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Maravilloso está parte no?
Bueno hola y perdón por no publicar ayer, es que estaba en exámenes y se me olvidó XD, aunque claro... ahora estoy en peligro de repetir año por ustedes, me fui a final en dos materias y mañana me dirán si habrá una tercera, entonces tendré que estudiar lo que ví en 6 meses en una semana, lo cual, es y será una tortura, por ello deseenme suerte 🍀
Porque como habrán visto, ando mejorando poco a poco en mi escribir y eso lo hago por amor al arte, porque cada vez que estoy escribiendo lo estoy disfrutando, así que saludos y ya veremos si público mañana XD.
